Al contemplar la situación ante él, la cara del Gran Maestro Yun se tensó.
Ese gigantesco manto del ejército de la Raza Ancestral ante él, esos tipos no les estaban dejando escapatoria alguna prácticamente.
¡Aunque pudieran confinar a uno de los tres Reyes Soberanos, en el momento en que todo ese ejército se abalanzara, la Secta Emperador de Batalla se hundiría en el olvido!
En ese momento, el Gran Maestro Yun lo tenía claro en su corazón. No quedaba esperanza alguna.
No obstante, aunque no había ninguna esperanza, estaba dispuesto a dar todo lo que tenía. Después de todo, la idea de darse por vencido frente a la Raza Ancestral nunca había pasado por su mente.
En el momento en el que los discípulos de la Secta Emperador de Batalla vieron el gran número de seres de la Raza Ancestral, se quedaron atónitos.
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