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El Reino Caido

Hace ya mucho tiempo atrás en el continente Brul existían cientos de naciones, estas estaban gobernadas por los seres humanos más despreciables y egoístas, cuando la moral del mundo estaba a punto de caer en un estado crítico algo extraño sucedió. Las pequeñas y débiles bestias que nacían de la tierra dejaron de nacer, por casi 40 años ninguna volvió a aparecer y esto se volvió una oportunidad de atacar, perdiendo a todas a las amenazas internas los Reinos no dudaron en salir a matarse entre sí. Durante unos largos 40 años una guerra sangrienta y llena de injusticias persistió, la venganza, el odio y el racismo eran tan fuertes que ya no parecía haber marcha atrás... Y entonces sucedió, exactamente el último mes, la última semana, el último día, último segundo antes de ser exactamente 40 años, NACIO REY. REY fue visto por primera vez en un pequeño Reino que era conocido por su gran red de mercado de esclavos, Airantel cayó en solo 2 días, toda la tierra fue sumida en un caos imparable, una bestia que destruyo un Reino en solo 2 días había dado inicio a la era de las bestias. Bajo su incontrolable y anormal avance a través de las cotas miles de poderosas bestias nacieron y como su nombre lo dice, este se volvió su Rey... Pero esto sucedió hace ya 300 años, actualmente de los cientos de naciones, solo persistieron 5 de ellas, el Reino de Gaar, el Imperio Martist, la Federación Espirt, la Tribus Heladas y el Valle Dragón. Santiago un pobre y suertudo desafortunado que murió fue bienvenido por un misterioso dios el cual por alguna extraña razón siente un gran aprecio por el, a su mundo, ¿Qué intenciones tendrá este extraño ser divino? ¿Qué hará Santiago con esta nueva oportunidad? Ahora que es uno de los legendarios -Artistas marciales- nada más empezar, ¿que lograra hacer?

DarkBotaka · Fantasía
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148 Chs

Cap 85: En la Iglesia de la Muerte

"Tal y como informo el señorito Agustín, el elegido estaba luchando contra un ser corrupto extremadamente fuerte, tanto la –Sabia- Elizabeth y el –Artista Marcial- Michael se retiraron y protegieron al gran señorito"

Al recibir el informe, tanto Hernán como Abigail suspiraron, Agustín que estaba junto a ellos ya sabía que Santiago se encontraba en perfecto estado, pero estos querían saber donde estaba, pero escuchando a la sirvienta, no había ya dudas de que estaba en el Templo.

"La condición del gran señorito es crítica, pero habiendo 5 sanadores de alto rango en el Templo, su vida no debería de correr peligro"

"Bien... Fuuuuuu, bien"(Abigail)

"¿Algo más de lo que informar?"(Hernán)

"Esto... Si, Elizabeth dijo que esto debían de escucharlo cuanto antes... Al parecer, el gran señorito tiene un poder extraordinario, lucho a la par y casi asesino un rango S por sí solo"

"Como se esperaba de mi señor"(Agustín)

Entonces, ¿No era casi 4 veces más fuerte de lo que él pensaba? ¡Mejor! Pensar que le vio hacia tan abajo... No era digno de verle aun si ni siquiera puede notar tal diferencia de poder.

Apretando su puño con emoción, Agustín solo podía pensar en seguir entrenando, pero en la silenciosa sala en la que solo el supremo sacerdote y sacerdotisa, junto con Agustín y la sirvienta estaba, se vio golpeada por un ruido audaz y brutal de una puerta abriéndose.

Un sirviente la abrió de forma brusca y la emperatriz entro con una mirada bastante irritada y agresiva, se sentó delante de ambos supremos sacerdotes y les miro de una forma que hizo a ambos reflexionar si había ocurrido algún accidente grave últimamente.

"Niño... ¿Qué situación es tan importante como para ignorar a tu futuro emperador? ¡Y no solo el! Sino tu hija también, Abigail"(Alicia)

Intercambiando miradas, Abigail y Hernán suspiraron con comprensión, pero ambos también estaban irritados por una actitud tan impertinente por algo tan simple.

"El elegido de la muerte está en nuestro Templo, se encuentra herido y en estado crítico"(Hernán)

"Tanto mi hija como el chico estaban corriendo a informarnos de peligro por el que el elegido estaba pasando, si se hubiesen demorado unos segundos mas podría haber resultado en la muerte del elegido"(Abigail)

"... ¿Ese joven esta en el Templo?... ¿Y qué hacemos nosotros aquí?, deberíamos de ir allí para solucionar el problema de mi hijo"(Alicia)

Sin perder su malhumor e irritación, la emperatriz se paro pero el que hablo no fue ninguno de los sacerdotes sino que...

"Se encuentra en estado crítico, no debe de ser molestado"(Agustín)

Hernán y Abigail estaban en total de acuerdo en no dejar que esta emperatriz y príncipe le molestasen, si esa fuese su primera impresión, volvería corriendo al Reino donde estuvo ya mucho tiempo.

"...¿Molestado?...."(Alicia)

Mirándole con ganas de mandarlo ejecutar, la mujer se acerco de forma agresiva pero la mirada de Agustín se volvió viciosa y llena de ansia de sangre, incluso los sacerdotes quedaron impactados de la situación y mucho mas la emperatriz.

¿Tanta agresividad? ¿Hacia la propia emperatriz? ¡Estaba pidiendo la muerte!

Como si hubiese sido una reacción involuntaria, al darse cuenta, Agustín se detuvo y volvió en sí mismo, dando un rodeo y una solución rápida.

"Mi señor debe sanar y recuperarse, además, el primer príncipe decidió ir a Valle Dragón, ¿Acaso va a retractarse? Esto puede ser solucionado luego"(Agustín)

"En eso el joven tiene razón, es mejor que todo siga a su ritmo y sin prisas, además, la Iglesia no quiere sobrecargar nuestro preciado elegido"(Hernán)

"Espero no se arrepientan de sus decisiones"(Alicia)

Saliendo de la sala con 3 veces más enojo y rabia acumulada, esa emperatriz seguro ejecutaría al primero que le traiga malas noticias.

"Diana y mis hijas se irán al Templo, y tu... Tú decides si ir o no a Valle Dragón"(Abigail)

"No lo hare, no mientras el primer príncipe forme parte del equipo, seguro que en otro momento, mi señor podría interesarse y yo ayudarle, eso sería mucho mejor y menos arriesgado"(Agustín)

Haciendo referencia al poder de Santiago, sin duda, Valle Dragón daría mucha más importancia a el que al primer príncipe para llevarle a ese grupo de exploración.

"Entonces infórmaselo a una de las princesas de Valle Dragón, creo que solo asentirán y se lo informaran a su padre, los príncipes o el rey mismo seguro insistirían hasta que vayas incluso contra tu voluntad"(Hernán)

"Gracias por el consejo, con permiso, luego de hacer esto iré hacia el Templo"(Agustín)

"Bien, suerte en tu viaje"(Abigail)

Inclinándose y agradeciendo, Agustín salió de la sala, con su habitual armadura de wyvern, se paseo por los pasillos buscando a una de las princesas, en el camino saludo a algunos de los príncipes de Valle Dragón pero no hablo nada al respecto y siguió hacia otras partes.

"¿Estas buscando a alguien?"(Melissa)

"La acabo de encontrar"(Agustín)

"¿Hm?, ¿Necesitas decirme algo?""(Melissa)

"Me gustaría avisar que no voy a participar en ese grupo, tengo algo importante que hacer"(Agustín)

"Hmmmmm, eso es malo, no creo que el grupo concluya con una victoria sin tu ayuda"(Melissa)

"Mis disculpas, pero tengo órdenes estrictas de no salir del Imperio y debo cumplirlas"(Agustín)

"Haaaa, si estás seguro de lo que dices... ¿Hasta cuándo debes permanecer en el Imperio?"(Melissa)

"1 mes más, aunque puede que reciba ordenes nuevas pronto"(Agustín)

"Podríamos esperar eso, ¿Sabes? De todas formas vamos a-"(Melissa)

Hm, no, el simplemente esta rechazando por otra razón además de la orden de su señor, puedo notar cómo está a punto de seguir rechazándome con alguna tonta excusa.

"Olvídalo... si quieres ir entonces solo hazlo saber a mi padre"(Melissa)

Conservando un rostro sereno y una voz fría, Melissa volvió a suspirar y se fue, había dejado pasar todo... no, de hecho, parecía comprender todo, y en vez de solo insistir, opto por tratar de solucionar los problemas que hacían que Agustín no desease ir.

"Sin duda las princesas de Valle Dragón están a otro nivel, supongo que la política en Valle Dragón es mucho más impresionante que aquí"(Agustín)

Aunque en el Reino e Imperio los nobles solo se comportaban como monos y bufones, Valle Dragón apreciaba más la imagen y orgullo, perder la cara era como la derrota para ellos, por eso podían mostrarse tan serenos todo el tiempo.

Mientras el día paso, Agustín que partiría en la noche hacia el templo, noto que el palacio Imperial estaba bastante movido, entonces, la sirvienta de Agustín llego con casi 7 cartas encima y con un aspecto nervioso.

Sin apurarla, Agustín se sentó y estiro su mano para recibir las cartas, además de eso, pidió café y espero tranquilo viendo de quienes venían las cartas.

"Una del emperador, otra del señor Hernán y el resto de familias nobles cualquiera"(Agustín)

Abriendo la carta del supremo sacerdote, esta le daba instrucciones cuidadosas sobre la cultura de Valle Dragón, cosas que les molestaban y cosas que les agradaban, además, al final estaba escrito, luego de leerla entrégala a la sacerdotisa Elizabeth.

Sin entender la situación del todo, Agustín vio la carta del emperador y supuso que Hernán había dado por sentado que la leería primero, por lo que la abrió y esta carta era mucho más corta y concisa.

"La familia real de valle Dragón visitara la Federación, pero la segundo y cuarta princesa desean quedarse y visitar el Templo de la Muerte, irán allí juntos y estarás encargado de guiarlas"

La carta del emperador, era una clara y concisa orden, por lo que Agustín no podía opinar o intentar salir de ese problema, la segunda princesa era aquella chica de energía corporal extravagante, mientras que la cuarta princesa era Melissa.

Luego, Agustín decidió leer las otras cartas, todas eran estupideces sobre querer unirse a Agustín para ir al Templo a rezar...

"Imbéciles descarados, jamás en sus vidas rezaron y ahora quieren, es más que claro que solo desean ver a las princesas"(Agustín)

Riéndose para sus adentros, Agustín se levanto de su asiento, la sirvienta que estaba sirviéndole recién el café parecía triste, pero Agustín solo se acerco a la chimenea que había y tiro las cartas allí.

"Quiero que preguntes a las princesas si prefieren ir mañana por la mañana o ahora mismo"(Agustín)

"¡Claro, señorito!"(Elena)

Viendo que Agustín se sentaba de vuelta y tomaba el café, la sirvienta salió corriendo a entregar el mensaje a las princesas y a la media hora, volvió hecha una pelota de nervios.

"A-Ambas dijeron que usted decidiese"(Elena)

Sentado sin su armadura y está colgada, Agustín estaba con ropas casuales por lo que la sirvienta sabia la respuesta, pero negando su mano, Agustín suspiro.

"Dile a alguien que vaya por ti, no tienes porque correr por todo el palacio"(Agustín)

"C-Como ordene"(Elena)

Relajándose, Agustín se dio un baño y durmió, al otro día se levanto antes que el sol y se preparo, el viaje era extremadamente largo y abría desierto de por medio, por lo que utilizo ropa fina por debajo de su armadura en vez de la normal.

Las princesas solo llevaron la misma ropa de siempre, una vestido de una pieza largo y ligero, aunque sobre eso tenían armaduras ligeras y de escamas de dragón pequeño.

Cuando los 3 estaban dentro del carruaje, la primera princesa imperial Evelyn y la segunda princesa Chloe también entraron, Agustín no estaba nervioso, sino que parecía estar fuera de sitio, nadie allí le era muy conocido o de su agrado por lo que pasar casi 2 días juntos seria un suplicio.

"¿Es necesario enviar tantas personas con nosotras? Estaba bien con solo él"(Ángela)

"Nosotras 2 vinimos a guiarlas, al que en realidad no envió nadie es él"(Chloe)

Tirando a la primera de cambio el peso a Agustín, la segundo princesa imperial parecía irritada de la situación también.

"¿Ninguna lo sabía? Juraría que iban al Templo porque mi señor estaba allí"(Agustín)

"¿Tu señor? Ha-Hablas de..."(Evelyn)

"¡SI! ¡Al fin algo de suerte!"(Chloe)

Casi saltando de la emoción, ambas princesas parecían estar a punto de golpear al conductor por no haber arrancado el carruaje ya mismo, pero las 2 princesas de Valle Dragón se mostraron más tranquilas.

"Habías dicho que era monstruosamente fuerte, ¿Pero que tanto lo es?"(Ángela)

"Creo que ya lo dije, rango C con 19 años"(Agustín)

"¿No sabes nada mas?"(Melissa)

Le arranco un brazo a un rango S y puso a llorar de dolor a un SS-, o eso me encantaría decirles, pero si lo hiciese estas dos mujeres, lo destrozarían para llevárselo, lo mejor es...

"No, no mucho, pero de todas formas van a verle así que lo van a poder ver ustedes mismas"(Agustín)

"Supongo que si..."(Ángela)

Apoyándose sobre la ventana y observando hacia afuera, la princesa se notaba aburrida ya desde el inicio.

"¿Y cómo este él?"(Evelyn)

"... Bien, el está bien"(Agustín)

Con una mirada curiosa de Ángela y Melissa pero irritada de Chloe, Agustín se quedo en silencio.

"Apestas ocultando cosas, hahaha"(Ángela)

"hermana..."(Melissa)

"Pero es verdad, pf haha"(Ángela)

"¿Qué tal si solo lo dices? ¿Acaso es grave informarnos sobre su estado?"(Chloe)

"No mentí, el está bien ahora"(Agustín)

"-Ahora- Ósea que antes no lo estaba..."(Evelyn)

Las palabras de la princesa pasaron por un oído y se fueron por el otro, Agustín solo miro hacia la ventana a su izquierda, era obvio que algo había ocurrido y el no lo diría, ¿Puede que realmente haya sido algo grave?

"¡Tu! ¡No me escon-"(Chloe)

Mandando callar a su hermana menor al solo colocar su mano por delante de su cara furiosa, Evelyn miro con tranquilidad y un leve nerviosismo para luego preguntar.

"¿Es algo de lo que deberíamos preocuparnos?"(Evelyn)

"Es asunto de la Iglesia"(Agustín)

El silencio fue un poco inquietante, pero Evelyn solo suspiro y le miro un poco más, pero Agustín no diría nada, no parecía tener permiso para hacerlo.

Los días fueron un suplicio para Agustín, entre que la segunda princesa imperial Chloe actuaba de forma altiva y arrogante todo el tiempo y estaba encargado de tratar hacer que las 2 princesas de Valle Dragón no se aburriesen de forma exagerada, agonizo tratando con ellas.

Al llegar, una mujer alta y de apariencia bastante joven les saludo, con un vestido violeta y con un cinturón grueso de color verde, la sacerdotisa les guio hacia dentro.

Su cabello largo y sedoso de color de color negro, con un par de ojos azules claros se mostraban perfectos y fríos.

Nada más entrar, una gran sala se extendió, cientos de inciensos y estatuas pequeñas a los laterales, braseros amplios y grandes con fuego en ellos y además pilares que subían hasta los 10 metros para tocar el techo.

"El señorito está descansando ahora mismo, aun no se recupero del todo, pero mientras duerme puedes rezar o entrenar"(Elizabeth)

"Nosotras también deseamos verle cuando despierte"(Evelyn)

"Claro, el señorito está de buen humor aunque... Aun no se puede mover"(Elizabeth)

"¿Qué le sucedió?"(Chloe)

Viendo que la segunda princesa estaba preguntando, miro hacia Agustín, este negó con su cabeza y la sabia lo pensó unos segundos... Eran las princesas de Valle Dragón, no es buena idea que ellas sepan como de fuerte es el señorito, sino, querrían arrastrarle como al primer príncipe y Agustín.

"...En realidad, es información restringida ya que podría generar problemas, puede que cuando se solucione el problema se haga público a otros"(Elizabeth)

"¡Eso es injusto! ¡Soy una princesa! ¡¿Cómo no voy a poder saberlo?!"(Chloe)

"¿Quiénes saben sobre el asunto?"(Evelyn)

"Yo, Michael, los supremos sacerdotes y Agustín"(Elizabeth)

¡¿Ni siquiera el emperador o la emperatriz?! Quejarse siendo una princesa de que no le den información que no le otorgan ni al propio emperador era estúpido, seguir insistiendo era inútil.

"Voy a entrenar, cuando mi señor haya despertado le visitare"(Agustín)

Saludando y alejando de esos 4 problemas andantes, Agustín al fin podría relajarse un poco y luego entrenar, incluso luego de casi 9 horas seguía sin ser llamado por lo que solo se fue a dormir y al día siguiente su sirvienta estaba en la puerta.

"Despertó"(Elena)

¡AL FIN!

"Pero le ordeno entrenar y no perder el tiempo visitándole"(Elena)

¡¡¡¿EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH?!!!

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Acostado en una cama de 4 metros de ancho y 5 de largo, Santiago que tenía su cabello largo hasta la mitad de su espalda y completamente negro, miraba con sus ojos violetas intensos hacia el techo.

Habiendo dos rangos S vestidos con armaduras en las esquinas de la habitación y casi 10 sirvientas de rango C a los lados de la cama, Santiago no quería ni moverse para que todos piensen que seguía durmiendo.

Luego de una media hora en la que Santiago se quedo con sus ojos cerrados, descansando y escuchando las conversaciones, una mujer entro a la habitación y hablo con las sirvientas, y cuando estaba por irse.

"Señorito, ¿desea algo?"(Elizabeth)

Era más que obvio que sabía que estaba despierto, por lo que fingir sería estúpido.

"No"(Santiago)

"Tiene visitas, ¿Desea verlas?"(Elizabeth)

"¿Hm? ¿Quiénes?"(Santiago)

"Las princesas imperiales y las princesas de Valle Dragón"(Elizabeth)

"...Mañana"(Santiago)

Me acabo de salvar de esa cosa monstruosa, lo último que quiero es meterme con otros monstruos, deja, deja, prefiero seguir durmiendo y recuperarme del todo.

"¿Y qué tal Agustín Teck?"(Elizabeth)

Como si quisiese convencerle de moverse un poco y socializar, la Sabia lo dijo con un tono dulce, pero Santiago respondió de una forma inesperada para ella.

"Aun no cumplió su misión, que no pierda el tiempo"(Santiago)

"hmm, como ordene"(Elizabeth)

Cerrando sus ojos de vuelta y tratando de dormir, Santiago se sintió incomodo, ahora todas las sirvientas y los dos guardias le estaban viendo... Descansar así era un martirio.

Luego de casi 30 minutos de silencio, Santiago al fin se pudo dormir ya que dejaron de mirarle de forma constante, al otro día, por la mañana, sin mucha fuerza Santiago levanto su torso.

El dolor fantasma de la herida no le afecto en lo absoluto, pero 2 sirvientas casi saltan del susto cuando le vieron moverse como si nada, estirando sus brazos y bostezando, a su alrededor no había tanta gente, solo 2 sirvientas y los 2 guardias.

"Se-Señorito, por favor, no se mueva de forma tan brusca"(Sirvienta)

Quedándose quieto, Santiago noto que las sirvientas parecían querer ayudarle a salir de la cama.

"Un dolor tan leve... No necesito ayuda"(Santiago)

Parándose sobre la cama con un salto, dejo a las dos sirvientas temblando, los guardias le veían casi como si fuesen a aplaudir, mientras que Santiago solo camino y se bajo de la cama como si nada.

Tocando su estomago, vio como no había nada, la herida estaba totalmente sanada, se desperezo y busco por todas partes el baño, cuando lo encontró solo se fue allí.

Las sirvientas estaban en pánico, una de ellas salió corriendo a informar mientras que la otra se desespero buscando varias ropas en una habitación conectada al dormitorio en la que solo había armarios llenos de ropa.

Cuando Santiago salió, estaba en bóxer por lo que la sirvienta le mostro la ropa, pero mientras estaba observando las ropas, Santiago pensó en su armadura rúnica y en su anillo rúnico mágico.

Mirando sus manos... Noto que en el dedo índice de su mano derecha que había perdido estaba el anillo, parecía contarse como parte de la extremidad así que suspiro con alivio.

Desde dentro del anillo saco algunas enredaderas, el objeto que apareció desde la nada, puso en guardia a los dos hombres de rango S, pero Santiago solo la tomo y puso a masticar.

Con cara de asco, se puso a ver la ropa... Toda era igual su vista, camisa negra, con un emblema de una calavera con alas de dragón de color dorado, dejando esa ropa de lado, vio el emblema de la muerte en solo una ropa, una camisa gris con una chaqueta negra y un pantalón negro con los bordes violetas.

La calavera con los ojos de remolinos y una espada clavada en la cabeza en el pecho de Santiago era gigante, no era muy agradable que el emblema fuese tan grande, pero de entre todas las ropas, era la única que usaba el emblema de la Iglesia de la Muerte.

Cuando termino de vestirse, Santiago bostezo y estiro sus brazos, se sentía adormecido y débil, pero era lógico, así que sin saber qué hacer, Santiago fue a una librería y busco algo interesante.

Luego de 30 minutos, no encontró nada así que estaba a punto de quitarse la ropa y volver a dormir, pero la sirvienta hablo de desayunar, sin tener nada que hacer Santiago solo acepto.

"¿Por qué mi cabello creció tanto?"(Santiago)

Estoy seguro de que lo tenía más corto cuando estaba luchando

"Recibir tanta sanación de alto grado hizo que comenzase a crecer de forma acelerada, ¿Le molesta?"

Uno de los guardias respondió pero Santiago solo negro con su cabeza, recogió su cabello como una cola de caballo y desde –Arca Dorada- hizo aparecer un broche rúnico con el que ato todo el cabello tan salvaje que tenia.

Parecía un puercoespín con su cabello tan levantado y erizado, aunque se veía genial y salvaje, se sentía molesto, así que ordenarlo un poco no estaba mal.

"¿Cómo se encuentra señorito? ¿Se siente mejor?"(Elizabeth)

Sin saber de donde apareció la sabia, Santiago sintió un escalofrió y contesto.

"Sí, estoy bien"(Santiago)

"¿Va a desayunar? Las princesas están allí también... ¡Ah! tal y como ordeno, Teck está entrenando"(Elizabeth)

"Hm, bien"(Santiago)

¡Es incomodo! ¡Muy incomodo! Dejen de mirarme y esperar a que haga algo impresionante

"¿Y ese broche?... Ah, ¿Qué esta masticando?, se siente como si tuviese mana"(Elizabeth)

Es... Bastante enérgica

"El broche lo saque de unas ruinas, y lo que estoy masticando es una planta mágica"(Santiago)

Sacando otro pedazo de enredadera de –Arca Dorada- Santiago se la extendió hacia Elizabeth que lo tomo con curiosidad y emoción, las plantas mágicas eran muy raras después del todo.

"¿Solo se come?"(Elizabeth)

"No sé, puede que haya un método para que su efecto sea mejor, pero si te comes la planta consigues mas mana al entrenar"(Santiago)

"¡Haa!"(Elizabeth)

Con el objeto en sus manos, la sabia estaba roja y con una mirada emocionada, sin decir nada Santiago la observo, y la sabia volvió a hablar.

"¿Cuánto dura ese efecto?"(Elizabeth)

...Ahora que lo pregunta, yo no siento que el efecto se haya ido jamás, es como si solo estuviese mejorando cada vez que como más enredaderas, supongo que al igual que el fruto de aquella prueba, la mejora es permanente.

"Hace como 2 o 3 meses que las estoy comiendo, creo que es permanente y la mejora se acumula"(Santiago)

Mientras lo masticaba, Elizabeth sonreía a pesar de que sabia asqueroso y además su rostro estaba levemente rojo.

Al llegar a la sala, había una mesa gigante y llena de comida, mientras pasaba, las personas miraban a Santiago mientras dejaban de comer, algunos saludaban agachando sus cabezas, todos los presentes eran sacerdotes o sacerdotisas.

Al llegar hasta el fondo donde estaban las princesas, Santiago miraba la comida con curiosidad, había un montón de cosas raras allí, por lo que en parte quería probar y en parte no, por ejemplo la pata esa extraña de ahí lucia asquerosa.

"Por cierto, ¿Dónde está mi armadura rúnica?"(Santiago)

"...La armadura se rompió, pero estamos trasladando las runas a otra armadura, sus efectos serán menos fuertes, pero seguirá siéndole de utilidad"(Elizabeth)

"Bien, ¿Y el resto de objetos?"(Santiago)

"En vuestra habitación, están guardados en su ropero, si los desea ento-"(Elizabeth)

Antes de poder terminar a hablar, Santiago comenzó a sacar anillos mágicos hasta llenar 3 dedos de cada mano, además saco los pendientes que Edgard le había dado y se los volvió a colocar.

La sabia que no entendía de donde salían todas esas cosas solo sonreía con emoción y asombro.

A la distancia, las princesas ya le habían visto, pero estaban tranquilas en sus sitios comiendo, al llegar, la sabia le mostro un asiento y sentándose, Santiago se desperezo y miro la comida.

Tomando una ensalada y algo que era como un pedazo de carne delgado, Santiago comió con tranquilidad y calma, en silencio, nadie estaba diciendo nada así que él no sería quien iniciase la conversación.

"A diferencia de tu caballero tú tienes un aura tiránica bastante impresionante"(Ángela)

¿Tiránica? ¿En qué momento me comporte de forma agresiva? De hecho, estoy tranquilo y en mi salsa comiendo

"¿Si? Ni siquiera me di cuenta"(Santiago)

La princesa que pensaba que Santiago estaba de mal humor quedo un poco asombrado, la mirada de Santiago no era alegre, sus ojos parecían estar constantemente buscando alguien para matar, y su presencia era llamativa y agresiva.

"¿En serio? No me gustaría verte enojado entonces hahahaha"(Ángela)

"El señorito es realmente impresionante cuando se enoja"(Elizabeth)

"..."(Santiago)

Yo no siento estar haciendo nada, ¿Acaso es por el aspecto? Es cierto que como estoy en una Iglesia de la Muerte mi cabello negro y ojos violetas son constantes y además puedo usar cuando quiera el fuego infernal... ¿Puede que sea eso? No, seguro que es eso

"Me alegra que al fin podamos verle, mi nombre es Evelyn Drakor, soy la primer princesa del Imperio"(Evelyn)

"Un gusto conocerle, e igual con todas"(Santiago)

Presentándose de forma cordial, mientras que las otras princesas estaban observando y sintiendo cierta distancia, Santiago estaba irradiando enojo e ira, pero su expresión era cansada.

Ojos relajados y entrecerrados, movimientos lentos y pasivos, se notaba que no se encontraba en su mejor momento en cuestiones físicas, pero su humor era de mierda, o al menos así se sentía teniéndolo cerca.

"¿Hay algo que le moleste?"(Evelyn)

Muchas, pero decirlo sería estúpido

"¿Esa cosa esta viva?"(Santiago)

"...No se dé que está hablando"(Evelyn)

"L-Lo está, preferimos priorizar el volver con usted vivo a perseguirle"(Elizabeth)

La mitad de su cuerpo esta inutilizado, pero eso no significa que una bestia como esa pueda desatar el caos, si se infiltra en una ciudad y devora lentamente civiles podría reducir las fuerzas defensivas de la misma sin que nadie se dé cuenta.

"Una habilidad como esa puede volver la jerarquía contraproducente, no solo toma el cuerpo sino los recuerdos de quienes mata, si algo como eso apuntase al primer príncipe o al emperador entonces el Imperio caería"(Santiago)

Con solo escucharle, la tez de las princesas palideció al instante, ¿Estaba hablando de que el Imperio podía perecer? ¡Nada más llegar había un asunto como ese! ¡¡Y CON RAZON LO QUERIA OCULTAR!!!

"Nuestros Artistas Marciales y sabios le están siguiendo el rastro en este mismo momento, no va a poder escapar, estamos seguros de ello"(Elizabeth)

"Esa cosa estaba bajando junto con ejercito inmenso de no-muertos hacia donde estamos, supongo que tienen algún plan de defensa"(Santiago)

"Correcto, el ejercito de la Iglesia mas 75.000 soldados imperiales están ahora mismo en la frontera, no hay nada de qué preocuparse"(Elizabeth)

No se las cantidades de soldados que tiene la Iglesia, pero desde que el Imperio tiene casi 3 veces más personas que el Reino, supongo que son muchos.

"Hmm..."(Santiago)

"¿S-sucede algo?"(Elizabeth)

"No, nada"(Santiago)

La cantidad de no-muertos es absurda, ¿Cómo aparecieron tantos? ¿Un grupo gigante de Liches unidos? Imposible, ¿Un solo y absurdamente poderoso Liche? Puede ser... Pero ese ser corrupto era rango SS-, ¿Hay otros rango SS?

Aahhhh, ¿Por qué me molesto en pensarlo? De todas formas yo no puedo hacer nada para ayudar en eso... ¿Por qué debería ayudar en primer lugar?...Hmmm, supongo que se los debo, me acaban de salvar el trasero.

"Me contaron que el ele-... señorito Santiago estaba desayunando, ¿Cómo se encuentra? Mi nombre es Cristina Ial, soy hija de la suprema sacerdotisa"(Cristina)

Con su cabello negro suave y lacio, sus ojos verdes oscuros estaban clavados analizando de pies a cabeza a Santiago, sus mejillas estaban levemente rojas y una pequeña sonrisa estaba de forma permanente.

"Estoy bien, exageran las cosas"(Santiago)

"...Hace 4 días estabas en las puertas de la muerte, no creo que sea exagerar nuestra preocupación"(Cristina)

Sentándose al lado de Santiago y observándole sin mirar a la comida, las princesas volvieron a quedar sorprendidas, si la Iglesia le estaba sobreprotegiendo y había quedado en ese estado, ¿Qué demonios era esa bestia?

"No es como si fuese la primera vez que estuve cerca de morir, aunque agradezco que hayan llegado tan rápido"(Santiago)

"No, no, no, es nuestro trabajo cuidarle, es normal salvarle de cosas tan asquerosas como esa bestia"(Elizabeth)

Hablando rápido y con sus manos en la cara, la sabia parecía emocionada y energética, y aunque Cristina acaba de llegar estaba más o menos igual que ella solo que se lo guardo sin mostrar tanto.

Mientras que estas dos prestaron atención al agradecimiento, Melissa fue la primera que reacciono ante la despreocupación por la muerte de Santiago, fue casi como si la muerte le resultase incluso familiar.

¿Qué le pasa por la cabeza a ese? ¿Puede que realmente sea un idiota arrogante como creía? En ese caso sería una decepción realmente grande

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(Instagram: darkbotaka)