Raze avanzó hacia el centro, sacando una de sus espadas. Habiendo roto y perdido la mayoría de sus espadas encantadas excepto por la Lámina Fantasma, había comprado una nueva.
No era nada especial; ni siquiera tenía afinidad por la magia. Pero con su riqueza, había comprado la mejor espada que el mercado ofrecía, asegurándose de que al menos pudiera manejar el Qi que él podía ejercer.
Cuando tuviera la oportunidad, tendría que intentar hacer unas cuantas espadas más para adaptarlas a sus diferentes magias.
Desenvainando su espada, la sostuvo frente a él y asumió una postura. No surgían sentimientos particulares al enfrentarse a su oponente.
En su mente, él era solo otro miembro del Clan del Mordisco Letal, y todo lo que tenía que hacer era impresionar al evaluador hasta que pronunciara la palabra "aprobado".
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