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El Purgatorio de LeNaguah

El gran y único dios LeNaguah se percató de los deseos de la humanidad por una vida eterna, pero, ¿Realmente los humanos merecemos vivir eternamente?.

ManuelRV · Juegos
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26 Chs

Capítulo 4: Pisadas

Empezamos a avanzar después que Alexander se toma el agua del envase, sus heridas desaparecen rápidamente y se encuentra de nuevo en buena forma.

Después de pensarlo por un tiempo, si esa agua milagrosa tiene la capacidad de curar cualquier herida, ¿Por qué LeNaguah no da ese maravilloso líquido a los humanos?, De esa manera no habría tantas muertes innecesarias. Analizar a este dios me lleva a una sola conclusión.

Podrá ser un dios omnipotente y omnisciente, pero no es benevolente como cuentan los relatos religiosos que fueron inventados por nosotros mismos. Si así el lo quisiera no existiera hambre o enfermedad, pero en cambio, crea un juego maquiavélico que obliga a todos a mostrar los sentimientos más oscuros que habitan dentro de ellos.

-¿Qué tanto piensas compañero? -Mis pensamiento son interrumpidos por las palabras de Alexander.

-No es nada Alexander.

-Puedes llamarme Alex, y no está bien ocultar cosas a los compañeros, se nota en tu cara que algo te atormenta.

-Estoy bien Alex, son solo algunas preguntas tontas que no tienen respuesta.

-Ya veo, bueno deberíamos seguir adelante, qué tal si me cuentas algo de ti, de cuando estabas vivo.

-Mi vida no es muy interesante Alex, morí cuando tenía 18 años, tenía leucemia, creo que tuve un paro cardíaco o algo así. Al final no tuve a nadie a quien poder llamar amigo, solo mis padres estuvieron conmigo hasta el las últimas instancias -Una lagrima empieza a caer de mi ojo- ellos fueron los únicos que no me abandonaron.

-Es triste que hayas tenido que pasar por tanto Iván, tu vida fue breve, pero tuviste la oportunidad de crecer con unos padres que te amaban -Hace una pausa mientras observa el perímetro- en mi caso mi padre era un preso de la bebida, abusaba de mi madre y yo tenía que presenciarlo día tras día, noche tras noche, hasta que un día tuve la valentía de alzar mi voz.

-¿Qué sucedió?.

-Recibí la golpiza más brutal que puedo recordar hasta la fecha, sin embargo, después de eso, mi madre se armó de coraje para denunciarlo, y de esa manera lo arrestaron por un largo tiempo.

-Debió ser muy duro para ti pasar por todo eso.

-Si, pero, imagínate lo que mi madre tuvo que soportar, alguien que es más fuerte físicamente, hiriendote siempre que le viniera en gana y que nadie te ayudará, lo menos que pude haber hecho era reaccionar antes.

-¿Qué edad tenías cuándo te interpusiste?.

-7, no espera 6 años y medio.

-¡Eras a penas un niño!, ¿Cómo piensas que actuaste tarde?, a esa edad yo no diferenciaba entre el bien y el mal.

-Si lo dices de esa manera tienes razón, pero, piensa tener que aguantar el daño físico por todo ese tiempo, solo para darle a un hijo un hogar "sano". Mi madre no tenía la valentía para poner fin a eso, era el deber de alguien más ayudarla, inspirarla, darle ese pequeño incentivo que hacía falta. Ese alguien nunca llegó, solo podía ser yo.

Alex es una persona que por lo que me a contado, nunca piensa en el bien propio antes que en el de los demás, ni siquiera cuando era un niño. Su altruismo sobrepasa los límites humanos, no tiene miedo de defender al más débil, sin importar que esté en clara desventaja.

-Eres admirable Alex, me impresiona cuán valiente fuiste. Eres uno de eso que llaman héroes.

-No mi compañero, los héroes solo son símbolos que crea la sociedad para guiarse de ellos, yo soy solo un simple hombre que cree en la bondad de los inocentes y quiere defender esa bondad a toda costa.

Las palabras que dice Alex parecen dichas por un mesías, espero que si llegamos a trascender, siga con su mismo espíritu.

-Por cierto compañero -Dice Alex- gran trabajo en la pelea que libramos. Me tomaste por sorpresa cuando te volviste completamente invisible.

-Si… -Debo decirle que no tengo ni la más mínima idea de cómo lo conseguí- veras, no se cómo lo hice, y tampoco se porque volví a la normalidad en ese momento.

-¡Que mal compañero!, tendrás que seguir practicando hasta perfeccionarlo.

-Hablando de eso, ¿Por qué en la pelea solo creaste barreras sobre mi al inicio?.

-Bueno… en realidad, aparentemente solo puedo crear barreras en una persona a la vez, tenía una barrera puesta sobre ti desde hace rato, para prevenir cualquier cosa.

No le preguntaré porque me protegió a mi y no a el, se que cual será su respuesta.

-¿Por qué tú si controlas tu habilidad y yo apenas y entiendo cómo funciona la mía?.

-La verdad no tengo idea, cuando uso mi habilidad solo pienso en proteger a alguien y las barreras son puesta sobre esa persona o bien sobre mí mismo.

-No se el porque en ese momento pude volverme invisible, pero debo de seguir esforzándome, para poder ayudarte de algún modo.

-Y se que lo lograrás Iván, por cierto, deberíamos buscar más compañeros -Dice mientras se detiene para observar el arenoso panorama.

-Sería buena idea -Me seco el sudor de la frente y miro a mis alrededores buscando alguna señal de vida.

Mientras busco me percato de nuestras pisadas que quedaron marcadas en la arena, no hay viento, por ello no se borran las huellas.

-Bueno, continuemos Iván, deberías practicar con tu habilidad.

-Esta bien Alex, continuemos.

Avanzamos alrededor de unas 5 horas, hace demasiado calor, está sensación es tan fuerte, es igual a cuando estaba vivo, siento como los rayos del sol chocan con mi piel, es extraño de pensar, pero me gusta como se siente.

Nunca había sentido a la naturaleza de una manera tan intensa, ni siquiera cuando estuve sano.

-¡Iván, mira! -grita Alex que está unos metros delante de mi- ¡Son pisadas!

Me acerco a Alex y observo las pisadas, son 2 de ellas, por ende es de una persona que anda sola. La trayectoria que sigue esta persona converge con la nuestra de forma diagonal.

-Por la distancia que hay entre una y otra debe medir como 1 metro y medio, quizás 1,60 -Dice Alex.

-¿Las seguimos?

-No lo sé, seguirlas supondría retrasarnos un poco. Sin embargo sería interesante poder conseguir un nuevo posible compañero -Alex lo piensa por un momento, pero la sonrisa en su cara delata la decisión que ha tomado- Ya me decidí, seguiremos esas pisadas Iván.

A pesar de que si seguimos nuestro camino sin descansar podríamos cruzar el anillo desértico con buen tiempo, la idea de conocer a alguien que nos pueda ayudar es sinceramente muy emocionante, si bien puede que no esté dispuesto a ayudarnos, es muy poco probable que sea una amenaza por lo que dijo Alex, es una persona de baja estatura y no tiene ninguna compañía.

-Entendido Alex.

-Bien, deberíamos correr para tratar de alcanzar a nuestro desconocido compañero, por la presión de las huellas parece que está caminando a un paso lento, no deberíamos tardar en alcanzarlo.

Avanzamos rápidamente para poder encontrarnos con este desconocido.

Después de la ardua tarea de correr 1 hora en la arena Alex se detiene para ver las pisadas y tanto él como yo nos percatamos de algo extraño.

La distancia entre cada pisada era mucho mayor y ya no eran tan profunda, lo que indica que empezó a correr repentinamente.

-Iván -Dice Alex- esto solo puede indicar que se dio cuenta de nuestra presencia o que alguien más lo estaba persiguiendo, y como no veo ninguna pisada, solo me queda pensar que sabía que lo estábamos siguiendo.

-¿Cómo lo sabría?.

-Quizás, su habilidad sea una especie de radar, para nosotros será casi imposible poder acercarnos si sabe dónde estamos.

¿Un radar?, entonces no importa cuanto lo intentemos nunca llegaremos a donde está esa persona.

-Iván, deberíamos seguir por nuestro camino, no creo que haya manera que podamos alcanzar a esta persona.

-Tienes razón Alex.

El semblante de Alex muestra frustración, se había emocionado más de la cuenta.

Todavía hay tiempo para que podamos avanzar y así ganar una pequeña ventaja frente a los demás, sin embargo, es deprimente el haber malgastado los valiosos minutos que tenemos para tratar de aventajarnos.

Justo cuando nos disponíamos a avanzar una silueta se aproxima con gran velocidad en sentido opuesto a las pisadas que estábamos siguiendo.

-Iván, prepárate para correr, creo que nos quieren atacar.

Asiento ante las indicaciones de Alex, está vez no seré un estorbo y lo ayudaré en todo lo que pueda.