—¡Tos! —Edna luchaba por respirar, logrando hablar a través de la sofocación—. Tienes... que destruir... tu propia alma para matarme... si lo haces, no te reencarnarás.
—Mi alma se asegurará de atraparte para siempre y borrarte conmigo —Arlan respondió entre dientes apretados—. Mi alma estará de guardia por la eternidad, erradicando cada rastro de tu existencia, incluso si se tarda una eternidad en hacerlo.
Edna emitió una risa ahogada.
—Así que... al final, estás muriendo conmigo... estarás conmigo... siempre has sido mía y serás mío incluso después del final de esta vida.
Arlan cerró sus ojos, preparado para aniquilar las almas de ambos...
'Oriana...' Sus pensamientos estaban consumidos por Oriana. Ella era lo último que quería mantener en su conciencia antes de desvanecerse en la nada.
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