Luego de terminar la última langosta, Fu Jiu pensó que era hora de irse, y fue a
agradecerle al Todopoderoso Qin.
—Gracias por sus langostas. Te veo después.
Escuchó una risa a medias por parte de Qin Mo.
—¿Terminaste de comer?
—Sí, listo.
Asintió. Fu Jiu Estaba de buen humor. El Todopoderoso Qin aprendió a socializar,
tomando en cuenta que el encuentro gay en verdad haya funcionado.
Qin Mo sonrió y miró a la perezosa Fu Jiu. Un brillo de luz fría paso a lo largo de sus
ojos a medida que levantaba su mano.
El mesero entregó el menú.
Qin Mo miró al mesero y le dijo: —Trae la cuenta.
¿Cuenta?
El mesero estaba confundido. EL CEO nunca necesitaba recibir la cuenta cuando
comía aquí.
COCO y Fatty tampoco sabían lo que estaba pasando.
Pero escucharon al CEO agregar lentamente: —Dásela a Lord Jiu, él pagaré el día de
hoy.
COCO, Fatty, Fu Jiu e incluso el mesero quedaron pasmados.
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