La espalda que nunca se doblará

No fue solo Lex cuya atención se vio atraída hacia la inusual nube de tribulación. La mayoría de los demonios que ya habían pasado por su tribulación y sobrevivido también miraron. Cientos de bestias levantaron la vista con miedo mientras sus fuertes instintos se activaban. Jotun, que estaba teniendo una reunión importante con su esposa, también se alarmó y rápidamente salió del señorío y voló hacia el cielo. El guardia que había reemplazado al grifo también miró hacia allí, aunque no mostró el mismo asombro que los demás.

En algún lugar de la multitud de invitados, Botín levantó la vista al cielo. Cada vez que veía un relámpago, se sentía nervioso. El capitán de los piratas de Corazón de Hierro estaba a punto de entrar en el reino Inmortal, pero ya había visto a demasiados fallar en sus tribulaciones. Cada vez que veía una más, sentía temblar su corazón.

Por un tiempo, toda La Posada quedó paralizada mientras miraban hacia el ominoso rayo negro.