—¡Tú también eres genial! ¡Qué cooperativo! No esperaba que te lo pusieras de verdad…—Ning Xi intentó no reírse de él mientras le pellizcaba las orejas de lobo—. ¡Eres muy lindo!
Su aura de jefe había disminuido...
Lu Tingxiao la miró impotente. —¿Crees que dejaría que alguien me viera con esto?
—¡Está bien, está bien! Sé que es un gran sacrificio para ti...
Mientras hablaba con Lu Tingxiao, se dio cuenta de que Tesorito estaba estirando su falda. La miraba con un poco de desilusión en los ojos.
—¿Qué pasa? —preguntó Ning Xi.
Lu Tingxiao miró a su hijo y le recordó: "Sus oídos".
—¿Eh? ¿Qué le pasó a sus orejas? —Ning Xi entonces recordó. Se rio y tocó las orejas de lobo del panecillo—. ¡Tesorito también se ve muy lindo!
El panecillo estaba disfrutando el momento con la tía Xiao Xi. ¡Oh, ahora era la Madre Xiao Xi! Se sintió verdaderamente satisfecho.
—¿Tienes hambre? Hay algunos postres. ¡Iré a traerte un poco!
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