¿Qué picada por mosquitos? ¡Se había ido a un bar! ¡Un bar! ¿Cómo pudo haber sido picada por los mosquitos?
¡Señor Jefe! ¿Dónde está tu alto coeficiente intelectual y lógica?
Pero ella tampoco podía decirle con entusiasmo que se trataba de un chupetón. Eso sería demasiado raro...
El plan fracasó, y Ning Xi sintió que tenía tanta oena que ya no quería vivir.
Entonces, Lu Tingxiao dejó el periódico y se levantó para abrir el cajón debajo del gabinete del televisor. Sacó una pequeña botella blanca y se acercó a ella. Ning Xi levantó la cabeza y lo miró con recelo.
Hermano mayor, ¿qué estás haciendo ahora?
—Este aceite medicinal es muy efectivo para las picaduras de mosquitos —dijo Lu Tingxiao. Al decir esto, quitó la tapa, vertió un poco de aceite en la palma de su mano, luego colocó su cálida palma en su cuello.
En el instante en que le tocó el cuello, Ning Xi se levantó como si hubiera sido electrocutada.
—Yo... ¡lo haré yo misma!
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