Capítulo 21 – Tesorito causa estragos en el palacio de platino

Todo el mundo sabía que Tesorito prefería la paz y la tranquilidad. Así que normalmente, después de cenar se escondía en su habitación. Una vez que los sirvientes terminaban sus tareas, debían volver a sus habitaciones y permanecer ahí sin hacer un sólo ruido, para no provocar a Tesorito y que éste termine haciendo un gran berrinche y perdiendo el control.

En ocasiones anteriores, Madame Lu se había preocupado por Tesorito y había entrado en su habitación para ofrecerle comida. Como consecuencia, Tesorito se había encerrado en el ático.

Es por eso que el niño se negaba a mudarse con sus abuelos, a pesar de que ellos lo amasen tanto.

Sin embargo ahora, ¿había salido de su cuarto por sí mismo? No sólo eso, sino que corrió directamente hacia Lu Tingxiao y le abrazó la pierna.

—¿Que está haciendo Tesorito? ¿Acaso quiere algo? —preguntó Lu Jungli mientras reía a carcajadas.

Viendo a través de las intenciones de su hijo, Lu Tingxiao rechazó la petición implícita sin titubear.

—No, ya fuiste ahí anoche.

Tesorito entonces miró el teléfono de Lu Tingxiao.

—Ya recibiste una llamada durante la cena —dijo Lu Tingxiao negándose otra vez.

Observándolos, Lu Jingli finalmente entendió: el pequeño extrañaba a Ning Xi.

Tesorito se dio cuenta que no conseguiría lo que quería de su padre, entonces corrió hacia Lu Jingli y también le abrazó la pierna. Lu Jingli estaba abrumado, se sentía halagado.

—No, no, no, cariño no uses ese truco conmigo. ¡Sabes que tu tío no puede resistir a tu ternura!

Si bien Tesorito era generalmente impaciente cuando quería algo, ahora, sus expresiones y gestos se tornaron tan adorables que uno podía morir de ternura al mirarlo. El niño miraba con esos grandes, hermosos y brillantes ojos, lo que hacía que uno quisiera elevarse hasta el cielo para traerle las estrellas.

La única persona en la familia que podía resistir al encanto de Tesorito era Lu Tingxiao.

—Tesorito, actuar así no funcionará, ¡no puedo ir en contra de las órdenes de tu padre! —dijo Lu Jingli levantando los brazos en señal de impotencia.

Al oír eso Tesorito soltó a su tío, y Lu Jingli se sintió despiadado. El pequeño se veía devastado, como si hubiese sido separado de su amante por unos padres sin corazón.

A Lu Jingli le dio tanta risa que tuvo que apoyarse contra la pared.

—Ah Tesorito, no debes tener tanta prisa. Hay un proverbio que dice que "el amor dura más cuando los amantes están separados, ya que la ausencia hace que crezca el corazón". Espera a que tu papá se case con la tía Xi, ¡y ahí la podrás ver todo los días!

Sus palabras no tuvieron ningún efecto en el pequeño, que salió corriendo por la puerta.

—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Lu Jingli encogiéndose de hombros.

—Comió mucho esta noche —respondió Lu Tingxiao.

Con eso quería decir que una huelga de hambre no podría ser utilizada como amenaza, por ahora.

Lu Jingli se relajó al oír las palabras de su hermano. Pero pronto se dio cuenta que habían subestimado a Tesorito. Él era sólo un niño, así que no necesitaba idear algo muy complejo.

Bastaba con una sola palabra: destrucción.

Justo cuando terminaron de hablar, se oyó un estruendo proveniente de la sala de estar en la planta baja. En poco tiempo, el lugar ya era un completo desastre. Un gran jarrón, que solía ser alto como una persona, se encontraba ahora en el suelo hecho pedazos. Todo lo que podía empujarse o romperse había corrido la misma suerte.

—¡LU JINGYU!

Lu Tingxiao sólo usaba el nombre completo de Tesorito cuando estaba realmente enfadado. Incluso Lu Jingli no podía soportar esa presión aterradora, ¿como podría un niño?

Tesorito tembló de miedo al ver el rostro furioso de su padre. Se agitó aun más, y dio rienda suelta a sus emociones. Empezó a gritar con toda la fuerza de sus pulmones y se puso a correr, rompiendo todo lo que estaba en su camino.

Lu Jingli inmediatamente lo persiguió, lo más cautelosamente posible, teniendo en cuenta que con las piezas rotas esparcidas en el suelo esto podría acabar en desgracia.