Ning Xi y Lu Tingxiao volvieron al Palacio de Platino por separado. Como Lu Tingxiao se iba del país al día siguiente y tal vez no se reunieran durante mucho tiempo, Ning Xi se quedó a pasar la noche.
Después de que el panecillo se durmiera, Ning Xi cerró la puerta silenciosamente y se acercó al dormitorio de Lu Tingxiao. Cuando vio que él no estaba allí, lo encontró en la sala de estudio. El hombre seguía trabajando en su escritorio.
—¿Por qué no te has dormido todavía? ¡Descansa antes! ¡Tienes un vuelo que tomar mañana! —Ning Xi exclamó infelizmente cuando vio que Lu Tingxiao seguía trabajando.
—Mmm, sólo un poco más —contestó Lu Tingxiao sin mirarla. Estaba leyendo un contrato, luego naturalmente extendió los brazos y tiró de la chica para que se sentara en su muslo.
Ning Xi tocó suavemente la cara de Lu Tingxiao.
—No debería haberte obligado a venir al programa conmigo. Ya estás muy ocupado...
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