En el cuartel general de Spirit, cuando Ning Xi se apresuró a regresar, Gong Shangze y el artista nacional, SongJin, estaban manteniendo una intensa discusión. Como SongJin había aceptado colaborar, había estado experimentando cosas nuevas con Gong Shangze, pero debido a la repentina aparición de la Religión Negra, los dos tuvieron que hacer algunos cambios en el diseño inicial.
—¡Anciano Song! ¡Estás aquí! —Cuando vio a SongJin, Ning Xi le saludó respetuosamente.
SongJin asintió. —Ya sé de la Religión Negra.
—¿Qué piensas, anciano Song? —Ning Xi pidió la opinión de SongJin.
—Mmm… No está mal, tiene un fuerte sentido artístico, pero como estamos compitiendo en estilo, no es como si estuviéramos en un callejón sin salida. —SongJin sonrió y parecía confiado.
Gong Shangze parecía emocionado y llevó a Ning Xi a la sala de muestras. —¡Jefa, mire esto!
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