Los aventureros que habían observado el ataque quedaron asombrados. El poder de los guerreros de nivel 5 había desafiado la naturaleza misma con sus ataques.
La líder de las sirenas observó con incredulidad cómo su ataque más poderoso había sido neutralizado. "No puede ser..."pensó, con el corazón acelerado y el cuerpo temblando por la fatiga. "Lo... lo detuvo."
Su magia estaba agotada. Sabía que no podía continuar. La quema de su línea de sangre había debilitado su cuerpo más allá de lo que podría soportar.
El guerrero de nivel 5 aterrizó suavemente en el agua, observando la figura lejana de la líder de las sirenas que, ahora más débil que nunca, apenas podía mantenerse en pie. "Era un buen esfuerzo, pero fue en vano," habló con frialdad.
El campo de batalla quedó en silencio por un momento. La gran ola que amenazaba con destruirlo todo había sido derrotada. Pero para la líder de las sirenas, aquello marcaba el fin.
El guerrero de nivel 5 bajó su espada, observando a la líder de las sirenas con una mezcla de frialdad y respeto. Sabía que el combate había llegado a su fin. La poderosa ola que ella había invocado había sido partida en dos, y su cuerpo estaba claramente al límite. Apenas podía mantenerse flotando en el agua, su energía completamente drenada después de quemar su línea de sangre. El campo de batalla estaba en silencio, a excepción del ruido de las olas volviendo a su cauce.
Con la misma calma calculada que había mostrado durante toda la batalla, el aventurero habló:
Ríndete su voz era firme, casi un mandato más que una sugerencia. No tienes por qué morir hoy. Te capturaré, pero al menos vivirás.
La líder de las sirenas levantó la vista, sus ojos azules apagados por el cansancio, pero aún llenos de una feroz determinación. Para ella, la rendición no era una opción. Sabía que, aunque había hecho todo lo posible para defender a su pueblo, el fin era inevitable. Los niños y ancianos tal vez habrían logrado escapar, pero ella no dejaría que la capturaran. No permitiría que esos invasores la usaran como un trofeo o como una herramienta contra su propia gente.
"Si voy a caer... caeré como una líder," pensó, su cuerpo temblando mientras intentaba reunir lo poco que quedaba de su energía. "Por el honor de mi raza... moriré luchando."
El guerrero de nivel 5 notó el brillo desafiante en sus ojos, y por un instante, dudó. Dio un paso adelante, acercándose a ella con intención de capturarla, pero en ese momento, algo cambió. La líder de las sirenas cerró los ojos y comenzó a concentrar su energía en su dantian. Sabía que no tenía tiempo ni fuerzas para lanzar otro ataque, pero aún tenía una opción: la autodestrucción.
"Si no puedo vencerlos, entonces moriré llevándome a este monstruo conmigo," pensó, sus labios moviéndose en un susurro mientras pronunciaba las palabras finales.
El guerrero, al sentir la súbita intensificación de la energía, dio un paso atrás, su expresión cambiando rápidamente a una mezcla de sorpresa y alarma.
¡Espera! exclamó, entendiendo lo que estaba a punto de suceder.
Pero ya era demasiado tarde. La líder de las sirenas, con su último aliento, detonó su dantian y su alma. La explosión fue instantánea, una onda expansiva de pura energía que sacudió el agua y el aire alrededor del campo de batalla. La devastadora ráfaga de poder se extendió rápidamente, destruyendo todo a su paso. El guerrero de nivel 5, con su experiencia y reflejos afilados, se lanzó hacia atrás, utilizando su propia magia para crear una barrera a su alrededor mientras escapaba del epicentro de la explosión. A pesar de que logró esquivar el impacto directo, algunas heridas menores aparecieron en su cuerpo, cortes profundos que atravesaron la armadura, por el poder de la explosión.
Maldita sea... murmuró entre dientes, sacudiéndose el agua de su armadura y mirando la devastación que la explosión había dejado a su paso. La líder de las sirenas se había desintegrado por completo, su cuerpo y alma reducidos a nada en el acto final de sacrificio. El guerrero miró a su alrededor, asegurándose de que no quedaba nada de ella.
Lo que nadie, salvo un par de ojos observadores especialmente perceptivos, notó fue que, en medio del caos de la explosión, hubo una pequeña fluctuación en el flujo de energía. Un fragmento del alma de la líder de las sirenas, débil pero consciente, había escapado antes de ser destruido por completo. Era casi imperceptible, una sombra que se desvaneció en las profundidades del océano.
Desde su nave voladora, Ian observaba todo con atención. Había seguido la batalla desde las alturas, su mente analizando cada detalle, cada fluctuación de energía. Y fue en ese preciso momento, cuando la explosión ocurrió, que algo capturó su atención.
"Una fluctuación de alma..."pensó, sus ojos entrecerrándose mientras se concentraba en la energía residual de la explosión. Era común que algo así ocurriera. Sabía que los seres de nivel 5, cuando alcanzaban cierto poder, podían sobrevivir brevemente en estado de alma tras su muerte, conservando su conciencia por un tiempo limitado. Pero la forma en que este fragmento de alma había escapado era extraña, casi como si hubiera sido planeado.
Tarek, ¿me escuchas? preguntó Ian mentalmente, comunicándose con su fiel esclavo de alma, el goblin brujo.
Tarek respondió rápidamente, su voz reverberando en la mente de Ian.
Sí, maestro. ¿Qué sucede?
Acabo de sentir una fluctuación extraña en el campo de batalla. Es posible que el alma de la líder de las sirenas haya escapado utilizando la explosión para cubrir su huida. ¿Es posible que lo haya hecho conscientemente? preguntó Ian, sus pensamientos ágiles como siempre, evaluando todas las posibilidades.
Tarek permaneció en silencio por un momento, reflexionando antes de responder.
Es posible, maestro, si la líder de las sirenas logró fragmentar su alma antes de la explosión, es posible que pudiera escapar de la percepción del aventurero de nivel 5.
Ian asintió, intrigado por la posibilidad. Sabía que si lograba capturar ese fragmento de alma, no solo tendría la oportunidad de obtener información valiosa sobre la ciudades submarina, sino también sobre cualquier otro tesoro oculto que las sirenas pudieran tener. Además, una sirena de nivel 5 sería un poderoso aliado en la batalla, si lograba esclavizar su alma aunque sea solo un fragmento, ian vio su poder para controlar el agua.
"Interesante..."pensó, una sonrisa apenas perceptible apareciendo en sus labios. "Si ese fragmento de alma sobrevive, podría ser la clave para acceder a secretos más profundos de este mundo."
La batalla parecía haber llegado a su fin, pero para Ian, esto solo era el comienzo de una nueva oportunidad. Su mente ya estaba formulando un plan para rastrear el alma de la líder de las sirenas, y estaba decidido a aprovechar cualquier ventaja que pudiera obtener.