Molestado

La anciana se aventuró cuidadosa y tímidamente. "Lili, ¿estás enojada?"

Cuando Yu Lili vio cómo estaba actuando la anciana, la molestia en su corazón se evaporó. No pudo hacer otra cosa que decirle a la anciana: "Vieja señora Shen, estás envejeciendo. Será mejor que te quedes en casa. Si algo te llegara a pasar, no estás el único que sufriría. Tus hijos y nietos se preocuparán por ti".

"¿Eso es preocupación que estás mostrando hacia mí?" La anciana señora Shen preguntó con los ojos muy abiertos.

Sus ojos estaban nublados por la edad, pero, en este momento, estaban llenos de una esperanza infantil.

Yu Lili no sabía cómo responder. ¡Oh señor, ten piedad!

Solo le preocupaba que la anciana terminara aferrándose a ella. Las cosas se volverían mucho más complicadas si realmente no pudiera deshacerse de ella.