Capítulo 517 - ¿Solo podemos esperar morir?

El olor a gasolina se esparció por todo el almacén. Varios hombres grandes vertieron cuatro barriles de gasolina alrededor del almacén abandonado. Cuando Rong Anna y Bo Xiao entraron, vieron que Li Sicheng yacía en un charco de sangre. Una escena violenta, sangrienta. El orgullo de Li Sicheng no estaba en ninguna parte. Rong Anna vio eso, frunció el ceño y miró a Su Qianci.

Su Qianci se había desmoronado. Solo podía pensar en Li Sicheng. Tang Mengying encontró un encendedor y jugó con él deseando ver la expresión en la cara de Li Sicheng. En efecto, un toque de emoción por fin pasó por la cara de Li Sicheng. La miró y se acercó a ella.

Tang Mengying levantó las cejas con satisfacción y se rió bajo entre dientes.

—¿Quieres hablar conmigo? ¿Qué quieres decir? Hablemos —dijo ella; con sus tacones altos, se adelantó y se arrodilló para escuchar.