Fuimos atacados otra vez esta mañana por unos saqueadores, aunque logre derrotarlos casi me matan, la pequeña ya no parece tan asustada como antes supongo que la costumbre puede quitar el miedo, lo mejor será que le enseñe lo básico para defenderse.
Le doy mi cuchillo le explico como usarlo y lo usa de manera torpe, estamos un par de horas entrenando hasta cansarnos, todavía le falta mucha práctica para pelear de manera decente pero su cuerpo pequeño le da la ventaja porque al ser un objetivo pequeño hace más difícil que puedan golpearla y al ser una niña es probable que la subestime mucho.
Durante algunos días mientras continuamos el viaje le iba enseñando poco a poco como defenderse y atacar.