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El diario de Camille

Una mujer independiente, fuerte y capaz se encuentra en un nuevo mundo en el cual encontrara de nuevo el amor y se reconciliara con el romance. Descubrira realmente quien puede llegar a ser y ayudara a los hombres aue esten a su al rededor. Una historia de su dia a dia. De su experiencia viviendo en un pais extranjero. Cumpliendo el sueño que muchas tienen pero que en un principio a ella no le interesaba.

Aymara · Integral
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253 Chs

Primer amor (Día 144)

Hoy amanecí de la peor manera.

Mi cuerpo dolía mucho como si hubiera estado corriendo toda la noche sin parar.

Apenas podía moverme.

Me levanté e intente ducharme pero no pude mi cuerpo seguía doliendo así que decidí decirle a las chicas que iba a ir al café de la ciudad. Este lugar era muy exclusivo y admito que su café es delicioso.

-Ok- dijo Linda somnolienta- Pero avísale al asistente-.

Puse esa excusa porque medio Corea va allí, realmente son muy exclusivos y tardas horas en que te atiendan.

Me puse en marcha y tome el colectivo para llegar al hospital. Hoy me toca ir a terapia. Admito que, aún me es difícil ver la imagen del niño allí pero se que no tiene que soportar más los dolores de las inyecciones, eso me consuela.

En el camino me encontré con Lilin, estaba en el mismo bus yendo a trabajar.

-¡Oye!- me grito- ¿Cómo estas?-.

-¡Lilin! Que casualidad ¿A donde vas?-pregunté acercándome entre el montón de gente que me apretujaba-.

-Al trabajo, ya deje a Jimin con su niñera- dijo ella- Hace mucho que no nos juntamos. ¿Que te parece vernos mañana?-

-Ok- dije- Pero ¿No trabajas?- pregunte-.

-No, mañana no- dijo bajándose del colectivo- Mañana, no lo olvides. Adiós-.

Seguí mi rumbo hacia el hospital. Me quede cerca de la puerta del colectivo porque mi cuerpo no podía reaccionar rápido.

Llegue y finalmente entre. Aun que no me sentía muy bien. Mi cuerpo dolía por lo que decidí tomar el ascensor por primera vez, no lograba subir las escaleras.

-Buenos dias- dijeron las enfermeras. Ya me conocian-

-Buenos dias- dije-.

-¿Usaste el ascensor? ¿Está todo bien?- pregunto una de ellas- Nunca lo usas-.

- Es solo que mi cuerpo duele- dije y una de las enfermeras vino a revisarme-

-Tu cuerpo esta tenso- dijo- Mira hay muchas personas en terapia, yo haré tu chequeo y tu ve con tu doctor- entonces hizo señas a las otras enfermeras y me ayudaron a caminar-.

Obviamente cuando llegue con el doctor me hablo severamente. Le conté como estaba y me pregunto que hice estos días.

-¡Muchacha! Después de la terapia no debes hacer fuerza alguna- dijo pegandome con un tubo de papel en la cabeza- ¿Acaso quieres empeorar?- suspiro- No te preocupes, con las inyecciones te sentirás mejor pero, NO DEBES HACER MUCHA ACTIVIDAD EN EL DIA ¿OK? -

-Ok- respondi con la cabeza gacha-.

Llegue y el enfermero también me reto.

-Todos los pacientes hacen lo mismo, para no sentirse inútiles hacen actividades que jamás hubieran hecho con tal de demostrar que estan bien- suspiro y siguio- Todo para no aburrirse y mostrar que son independientes ¿Acaso no entiende?-

Con toda mi paciencia yo le quería explicar todo lo que yo había y porque lo hacía pero preferí no dar detalles.

-Mire...- suspire- Yo TENGO cosas que hacer. Tengo un trabajo, tengo actividades y responsabilidades que no las tome para no sentirme inútil, por más que no quiera hacerlas las debo hacer. Ademas yo no quiero demostrar que estoy bien, soy consciente que hay una posibilidad de que muera. Son responsabilidades que tengo y debo cumplirlas como adulta- respondi-.

El enfermero no dijo nada.

-No todos los pacientes somos iguales- dije antes de que terminara de poner la ultima inyección-.

Baje al bar del hospital y comí algo, para descansar y regularizar mi cuerpo.

Entonces decidí que era hora de irme.

Salí del hospital y recibí una llamada desconocida.

-¿Hola?-

-¿Te sientes bien?- pregunto una voz masculina-

-¿Quien es?- pregunte-

-¿Te paso algo?- pregunto sin responder-

Estaba a punto de cortar cuando sentí una respiración en mi oído y un : Hola.

Lógicamente grite del susto.

-¡Ay! ¡KIN!- y lo empuje-.

-Ja ja ja ja ¿Que sucede? ¿Te asuste?-

-¿Tu que crees?- dije y me di la vuelta-

-No te enojes- dijo dulcemente y tomó mi mano- ¿Te olvidaste que hoy vamos a repartir las invitaciones que nos quedaron?-

-No puedo hacer fuerza hoy. No podre caminar- dije seria-.

-Vamos en mi motocicleta- respondió-

Fuimos al estacionamiento y comenzamos a repartir las tarjetas.

Nunca más quiero ir con el.

Fue muy incómodo, en cada casa de una mujer que íbamos la conocía.

Ninguna me saludaba, todas iban directamente a Kin. Tuve que aguantar siempre la misma rutina; primero que gritaran Kin y lo abrazaran, luego que le acariciaran el hombro y le dijeran : "Hace mucho no te veo", "¿Porque ya no llamas?", "Te extraño" o "¿Cuando nos vamos a ver?". ¡Ah! Y el puchero en todas era infaltable.

Ya las ultima veces me quedaba en la motocicleta.

Luego de la ultima invitación decidimos ir a tomar algo.

-¿Que sucede? ¿Porque estas molesta?- pregunto Kin mientras tomábamos cafe con medialunas-

-Nada, ¿Porque?- dije agarrando una medialuna-

-Algo te pasa. Mayormente sonríes y ahora estas sería. Conozco tus expresiones- dijo mirándome fijo- Además no has hecho contacto visual conmigo.

-Pasa que... estoy enojada. Porque Porque en cada casa de mujer todas te reconocían y coqueteaban entre ustedes y yo estaba plantada como un árbol-

-¿Estas celosa?- pregunto sonriendo-.

-No- dije seria- Pero... Kin... Ni siquiera me presentaste, no se... decir por lo menos: "Ella es Camille una amiga". Parecía un fantasma. Ademas fue incómodo, para cualquier persona lo sería-.

-Te pido perdón. No fue mi intención-dijo-.

Se hizo silencio y no sabia que hablar con él.

-Contame algo tuyo- dije- Tu me conoces mucho pero yo no ha ti-.

Kin quedó pensando por un tiempo.

Me contó sobre su primer amor.

La conoció cuando era joven en el colegio. Era su último año y Kin ya era famoso. Al principio no le presto mucha atención a ella pero con el tiempo de fue enamorando.

-No veía que clase de persona era, mis amigos me advertían que me utilizaba por mi dinero. Pero para mi ellos tenían envidia- sigue contando-.

Siguió con ella a pesar de las advertencias. Pero, no eran sólo rumores, era solo la punta del iceberg. Ella lo manipulo tanto que el no entendía lo que todos les querían decir hasta que lo presenció con sus ojos.

Un día, fue a la oficina del presidente de la empresa de entretenimiento para sugerir algunas cosas y ahí entendió todo.

Abrió la puerta y allí estaba ella, teniendo sexo con el presidente. Tenia sus manos apoyadas en el escritorio y gemia. Kin los vio y ella no se oculto. Ya había conseguido lo que quería, escalar en la fama. No voy a dar nombres, pero hoy es la modelo número uno de Corea. Su plan funcionó.

Luego de que Kin me contará esa historia no pude verlo igual.

Decidimos irnos a casa y en el camino sólo hubo silencio.

Yo fui a acostarme. Fue un día largo, cuando llegue vi que las chicas estaban en una entrevista y no volverían hasta tarde.

Es lindo poder escribir sentada en la mesa. Mañana me espera un día largo.