—¿Viniste desde tan lejos solo para pedir aceite? —An Ping la miró con una mezcla de molestia y diversión—. Bai Yanjiao, ¿en serio? ¡Correr tan largo trecho a través de tres calles solo para pedir aceite!
—Sí, ¿cuál es el problema con eso? —Bai Yanjiao le replicó agresivamente—. Tú puedes traer productos del supermercado todos los días ¿y yo no puedo venir a pedir algo de aceite?
—¡Nada de prestar! —Sin dudarlo, An Hao escupió dos palabras secas desde sus labios y rechazó tajantemente a Bai Yanjiao.
—¿Por qué no me lo quieres prestar? An Hao, ¿acaso te has acostumbrado a acapararlo todo? ¿Acaso yo no compré el arroz, la harina y el aceite de cocina en casa? ¿Por qué An Ping puede tomar todo lo que quiera? Tú comes y bebes a mi costa ¿y ni siquiera me vas a prestar un tazón de aceite? —Bai Yanjiao miró a An Hao con enojo.
Hoy había venido solo para enojarse. Si An Hao podía hacerse la víctima pobre frente a los vecinos, ¿acaso ella no podía hacer lo mismo?
Apoya a tus autores y traductores favoritos en webnovel.com