Por el bien de esa operación de contrabando de jade de agua, el clan Debs había pagado un muy alto precio. Bernard ordenó a su tercer hermano ser el responsable de ese asunto, y los hermanos Lanseer eran la mano derecha e izquierda de su tercer hermano.
De pie en el medio del salón, Linley estaba calmado. El Ratón de las Sombras, Bebe, también estaba tranquilamente de pie sobre los hombros de Linley.
El hombre y la bestia mágica solo estaban de pie ahí como si nada estuviese pasando, viendo tranquilamente todo. A pesar que vio la mirada de ruego que Bernard le había lanzado, Linley no reaccionó en lo más mínimo.
Después de un tiempo…
El sonido de pesadas cadenas pudieron escucharse. Dos hombres de cabello dorado encadenados entraron al salón, bajo la escolta de los guardias del palacio. Aquellos dos hombres estaban encadenados por los pies y las manos. Solo juzgando del grosor de esos grilletes, debían haber pesado cien o doscientas libras de peso.
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