Gu Wenzhu respondió irritado:
—Llegaré al mediodía. Ve al aeropuerto de Ciudad Sijiu a recogerme. Necesito arreglar las cosas contigo primero.
Qu Lingyun: «…»
Sí, su querido maestro.
Ahí estaba él, un hombre en sus treintas, aún siendo tratado de esta manera.
Resignado, Qu Lingyun solo pudo apresurarse a reservar un vuelo nocturno hacia Ciudad Sijiu.
¿Quién era exactamente el adicto al trabajo aquí?
**
La mañana siguiente.
Pei Yan regresó del extranjero, trayendo consigo a un maestro.
La situación de la familia Pei era desesperante, con varias subsidiarias enfrentándose a crisis financieras, y sus contratos siendo arrebatados por competidores.
Si no podían revertir la situación de urgencia, solo les quedarían dos días más como máximo.
Después de eso, no solo fallarían estas empresas, sino que Pei Yan también sería destituido como presidente por otras ramas de la familia.
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