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Capítulo 1 | La Llegada | 

 

Antes de empezar la historia, aunque como dice Vegetta, técnicamente ya hemos empezado. Quería decirle que esta es mi primera historia y como tal está abierta a en constantes arreglos y cambios, si tienen alguna sugerencia o idea es pruébale que las usaré de inspiración para la historia. He de volver a recalcar, soy un novato en esto y solo lo estoy haciendo por ocio, así que tal vez no sea tan constante con el contenido.  

  

Desde ya les dio que trataré de no hacer un protagonista op con poderes exagerado, quiero que cualquier habilidad tenga sus pro y contras, además me estoy volviendo a ver la serie que no la tengo tan fresca en la mente, y esto me ayudará con una historia más coherente con el mudo de Danmachi.  

  

Si sos un conocedor del anime, manga, novela y ves errores grandes me gustaría que me dejaras tu comentario y así podría arreglarlo.  

  

Sinopsis: Nuestro protagonista es Joel Gómez, un joven argentino de 23 años, carismático y extravagante. Aficionado al parkour y artes marciales, es un policía aeroportuario que se encuentra atrapado en un ataque terrorista. Logra detenerlo, pero muere en el proceso y despierta en un mundo de fantasía. Ahora, Joel debe adaptarse a este nuevo mundo. 

  

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| La Llegada | 

 

Ante la llegada de Joel, un extraño e inesperado fenómeno resonó en la vasta red mágica que conectaba los diversos reinos y dimensiones. Solo unos pocos observadores perspicaces lograron percibir brevemente este cambio. 

 

El fenómeno se manifestó como una vibración sutil pero perceptible en el aire, como un zumbido lejano que hacía que la piel se erizara y los sentidos se agudizaran. Aquellos que eran sensibles a la magia podrían experimentar dolores de cabeza repentinos o visiones fugaces, como destellos de luz en el rabillo del ojo. 

|Aphrodite Diosa del amor, la belleza y la sensualidad| 

Aphrodite se acerca a su Espejo Divino, una reliquia celestial que le permite ver cualquier lugar en el Mundo Inferior. Sus delicados dedos trazan suavemente los contornos del espejo, desencadenando una suave luminiscencia en su superficie pulida. La diosa inclina la cabeza con gracia, cerrando los ojos mientras se concentra en el reflejo mágico que se forma. 

 

Sin embargo, antes de que el espejo pueda mostrar alguna imagen, Aphrodite siente una vibración inesperada en la red de magia que se teje por todo Orario y más allá. Levanta una ceja con intriga, sintiendo una energía peculiar que brilla con intensidad. 

 

"¿Qué es esto?" murmura la diosa, su voz suave resonando en la cámara celestial. La sensación es efímera, apenas un destello en la vasta red de magia que conecta el mundo divino con el mundo mortal. Pero es suficiente para llamar su atención. 

 

Aphrodite intenta sintonizar más, pero la vibración desaparece tan rápidamente como llegó, dejándola con más preguntas que respuestas. Frunce el ceño, perpleja por la brevedad del encuentro. 

 

"No puedo ver nada", murmura para sí misma, sus hermosos labios formando una expresión de desconcierto. "Solo una vibración en la red de magia... y luego se desvaneció." 

 

Un suave suspiro escapa de los labios de la diosa, mientras una brisa perfumada agita sus cabellos dorados. Ella se aparta del espejo, paseando por la estancia con gracia, sus pensamientos girando en torno al enigma reciente. 

 

"Aunque sea breve, esta sensación no me deja indiferente", musita, sus ojos verdes brillando con curiosidad. "Es como una melodía fugaz en el aire, una pista de algo más grande que está por venir." A pesar de la falta de información, una chispa de intriga brilla en los ojos de Aphrodite. 

 

Una sonrisa juguetona curva sus labios mientras contempla la ciudad. "Parece que la vida en Orario nunca deja de sorprenderme", murmura con satisfacción y su mirada verde esmeralda brillando con anticipación. "Un nuevo actor ha entrado en escena, y estoy ansiosa por ver qué destino le espera." 

|Biblioteca de la torre de Babel| 

En una biblioteca de la majestuosa torre de Babel, donde la magia y los misterios se entrelazan en un baile eterno, Riveria Ljos Alf, la vice capitana de la Familia Loki, se encuentra inmersa en sus estudios arcanos. Como hechicera de renombre, sus conocimientos en el manejo de la magia son insuperables. 

 

La biblioteca es un vasto laberinto de estanterías llenas de antiguos tomos encuadernados en cuero, pergaminos enrollados y reliquias mágicas que despiertan la imaginación. La luz tenue de las lámparas mágicas se filtra entre los estantes, creando un ambiente íntimo y misterioso. El aire está impregnado del olor a polvo de los libros y el sutil aroma de incienso que flota en el aire. 

 

Mientras estudia antiguos grimorios y desentraña los secretos de los elementos, Riveria siente una extraña fluctuación en la magia que la rodea. Sus orejas de elfo se agudizan, captando el suave zumbido de energía que parece danzar en el aire. 

 

Intrigada por esta sensación, Riveria se concentra en su conexión con la magia y siente un eco distante que resuena en su alma. La energía mágica parece vibrar de una manera desconocida, como si estuviera respondiendo a un llamado lejano. Sus ojos verdes brillan con curiosidad mientras busca entender el origen de esta perturbación mágica. 

|Sala de las Oraciones| 

Por otro lado, Ouranos el venerable dios del cielo se encuentra en la Sala de las Oraciones, una cámara sagrada ubicada bajo el Gremio, donde usa su divinidad para mantener a raya a los monstruos que emergen del dungeon. Sus ojos, escudriñan el espacio con una mirada vigilante y determinada. 

 

Intrigado por esta perturbación, el dios dirigió su atención hacia el lugar de donde provenía esta anomalía. Sin embargo, su poder divino no pudo discernir la fuente exacta de esta inusual vibración. 

 

En la Sala de las Oraciones, sumido en sus meditaciones, Ouranos se preguntaba qué nuevo elemento se estaba introduciendo en el mundo que había vigilado durante tanto tiempo. Aunque no pudo identificar la causa exacta de esta perturbación, Ouranos permaneció tranquilo y vigilante, preparado para cualquier eventualidad que pudiera surgir. 

 

En cambio, Freya la diosa de la belleza y el amor, se encuentra en su majestuoso salón. Sentada en un trono decorado con filigranas doradas, su elegante figura se alza con una postura regia mientras observa con atención el paisaje que se extiende más allá de las altas ventanas arqueadas. 

 

El salón está adornado con opulencia y refinamiento. Las paredes están revestidas de paneles de mármol blanco y oro, con intrincados relieves que representan escenas de amor y belleza. Alfombras mullidas y suaves cubren el suelo de mármol, amortiguando los pasos con cada paso. 

 

De repente, una vibración en la red de magia que entrelaza Orario y sus alrededores llama su atención. Intrigada, se pone de pie con elegancia, su vestido de seda flotando en torno a ella mientras se acerca a la ventana. La ciudad de Orario, con sus altas torres y bulliciosas calles, se extiende ante sus ojos. 

 

"¿Qué es esto?" murmura Freyja para sí misma, su voz suave y melodiosa llenando la habitación. "Una energía desconocida... una esencia que no coincide con la de mis hijos aventureros en el laberinto." Una sonrisa juguetona curva sus labios carmesíes mientras contempla la ciudad que gobierna con gracia. 

 

Incluso los dioses ausentes, como Zeus, Poseidón y Hades, sintieron la inusual fluctuación en la magia de Orario. En los confines de sus respectivos reinos divinos, estas deidades percibieron el cambio en la energía de la ciudad laberíntica y se preguntaron qué nuevo acontecimiento estaba teniendo lugar en ese remoto rincón del mundo. 

 

Mientras tanto, nuestro protagonista, ajeno a estos acontecimientos, se embarca en un viaje a lo desconocido. 

 

|Día 1| 

 

El paisaje comienza a abrirse y puedo ver la línea de los árboles más adelante, he caminado casi todo el día por una extensión montañosa, donde se encontraban las ruinas, pero finalmente estoy llegando a la entrada del bosque. 

 

"Son buenas noticias estoy viendo cómo se abren las nubes, puedo ver un bosque denso abajo, pero también veo un gran desfiladero. Así que puede haber un rio allá abajo y hacia allá me dirigiré". Me dije a mi mismo. 

 

Según el mapa viejo que encontré en la mochila, tendré que sortear el bosque y encontrar el río que se extenderá por la mayor parte del trayecto. Luego, después de pasar por unas canteras o laderas, entraré en la ruta comercial, que debería ser un camino más despejado. Miro el mapa nuevamente, tratando de memorizar cada detalle. No tengo muy claro si este mapa es muy exacto, por lo viejo que parece, pero es lo que tengo por el momento. 

 

"Sé que la mayoría de los pueblos están cerca de los ríos, y si puedo encontrar uno podré llegar a la civilización, pero primero debo cruzar el denso bosque de abajo". 

 

Mientras Joel camina por el frondoso bosque, a su alrededor está lleno de vida y misterio. Los árboles altos se alzan majestuosamente hacia el cielo, mientras que las enredaderas serpentean por el suelo, creando un tapiz de verde exuberante. Joel se detiene de vez en cuando para admirar la belleza del lugar, pero también permanece alerta ante cualquier signo de peligro. 

 

Solo puedo ver unos cuantos metros adelante y es extrañamente claustrofóbico. Este también podría ser el territorio de animales peligrosos, como osos o serpientes. Con cada paso, trato de recordar las lecciones de supervivencia que aprendí de mi abuelo y de mi entrenamiento en la policía. 

 

Debo salir de aquí, pero no será fácil. Este monte bajo es despiadado, está rodeado de una especie de planta cubierta de espinas ganchudas y aceradas. Después de atravesarlo y salir a un pequeño claro dentro del bosque, me doy cuenta de que me quedan pocas horas de luz. Decido improvisar un refugio y pasar la noche aquí. 

 

Utilizando ramas y hojas secas que encuentro en el suelo. Con habilidad, construyo una estructura rudimentaria pero resistente, asegurando que esté lo suficientemente alta para mantenerme alejado del suelo y protegido de cualquier depredador nocturno que pueda merodear por la zona. 

 

Mientras trabajo en mi refugio, recuerdo los programas de supervivencia que veía. En ellos solían decir que la naturaleza es impredecible y que siempre debemos estar preparados para cualquier eventualidad. Una vez que mi refugio está terminado, recojo algunas ramas más para hacer una fogata con el pedernal que estaba en la mochila. Sé que una hoguera no solo me proporcionará calor y luz durante la noche, sino que también ahuyentará a los animales salvajes que puedan acechar en la oscuridad. 

 

Después de encender la fogata, me siento frente a ella, observando las llamas danzar bajo el cielo estrellado. Me siento agotado pero aliviado de tener un lugar seguro para pasar la noche. Mientras me acomodo cerca del fuego, siento una sensación de paz y conexión con la naturaleza que me rodea. 

 

Mientras está sentado junto al fuego, Joel no puede evitar quejarse un poco consigo mismo. Se suponía que su trabajo terminaría sin problemas y que no pasaría nada malo, pero ahora se encuentra en un lugar descocido, rodeado de peligros y sin entender del todo cómo llegó allí. 

 

"¿Por qué siempre me meto en problemas?", se pregunta en voz alta, con una mezcla de frustración y resignación. 

 

Se imagina en casa, en Buenos Aires, tomando unos mates con sus amigos y familiares. Esa calidez y familiaridad le parecen tan lejanas en este momento. Anhela la comodidad de su hogar, la conversación animada y la risa compartida alrededor de la mesa. 

 

"Sí, unos mates ahora estarían geniales", murmura para sí mismo, recordando el aroma y el sabor reconfortantes de la infusión típica argentina. "Y algunas empanadas... o un buen asado", agrega con nostalgia. 

 

El crepitar del fuego parece consolarlo un poco, y por un momento, se siente un poco más cerca de casa. Pero sabe que tiene que mantenerse enfocado en su objetivo: llegar a la ciudad y encontrar respuestas. 

 

Sin embargo, mis pensamientos se ven interrumpidos por un ruido en la distancia. Levanto la vista y escucho atentamente, tratando de identificar de dónde viene el sonido. Es entonces cuando percibo el sonido del agua corriendo cerca, lo que me da esperanza de que pueda encontrar un río y seguir su curso hacia la civilización. 

 

|Día 2| 

 

Al amanecer, Joel se levanta con el cuerpo aún fatigado por la noche anterior. Aunque no se siente completamente descansado, se siente renovado por el descanso y la esperanza de que todo lo que está viviendo sea solo un sueño. Sin embargo, la presencia de las armas que encontró entre sus pertenencias le recuerda la extraña realidad en la que se encuentra, mientras observo las armas que encontré y me pregunto si el revolver en verdad funcionara con magia. 

 

Una nota vieja que se encuentra junto a él, cuidadosamente doblada, estaba colocada junto a las armas que Joel había encontrado en las ruinas, como si hubiera sido dejada allí específicamente para él. La extraña combinación de armas antiguas y la nota intrigante creaba una atmósfera surrealista. 

 

"¿Un sueño? Claramente, estás en un lugar muy extraño, mi amigo. Aunque me pregunto si estás empezando a dudar. ¡Espero que te hayas acostumbrado a la idea! Después de todo, te traje aquí porque, bueno, nos parecemos un poco, ¿no crees? Tal vez fue solo un deseo egoísta de mi parte, pero aquí estás, en este mundo tan intrigante. ¡Espero que no mueras pronto! Un saludo, |Un Amigo|." 

 

La nota, escrita con una caligrafía elegante pero desconocida para Joel, deja un regusto de incertidumbre en su mente. ¿Quién era este "Amigo" misterioso que lo había traído a este mundo? ¿Y por qué? Joel se siente como si estuviera atrapado en una especie de juego cósmico, donde las reglas aún no están claras y las respuestas son esquivas. 

 

"¿Qué significa todo esto?", murmura para sí mismo, con una mezcla de asombro y desconcierto. La nota parece tener un tono casual y familiar, como si "Un Amigo" y él hubieran tenido conversaciones en el pasado. Pero Joel no recuerda haber tenido amigos tan misteriosos, ni mucho menos de un lugar tan extraordinario como este. 

 

Con un suspiro, decide posponer esa pregunta para más tarde y centrarse en el presente. Recoge sus cosas y se prepara para enfrentar lo que sea que este nuevo día le depare. Sabe que no puede permitirse bajar la guardia, especialmente en un mundo desconocido como este. Mientras se adentra en el bosque en busca del arroyo que escuchó la noche anterior, se prepara mentalmente para lo que pueda venir, con la determinación de enfrentar cualquier desafío que se cruce en su camino. 

 

Después de un desayuno rápido con algunas provisiones que guardé en mi mochila, me adentro nuevamente en el bosque. Esta vez, tengo la esperanza de encontrar el arroyo y, con suerte, algo de comida que pueda recolectar en el camino. Mientras avanzo entre los árboles, mis sentidos están alerta. Observo los movimientos y los sonidos del bosque, tratando de detectar cualquier signo de peligro o presencia de agua cercana. 

 

Tras caminar, escucho el suave murmullo del agua. Sigo el sonido y pronto me encuentro en un pequeño claro donde un arroyo serpentea entre las rocas y la vegetación. El agua cristalina brilla bajo el sol de la mañana, y no puedo evitar sentirme aliviado al encontrar esta fuente de vida en medio del bosque. 

 

Me agacho cerca del arroyo y sumerjo mis manos en el agua fría. Bebo ansiosamente, sintiendo cómo el líquido fresco revitaliza mi cuerpo cansado y también aprovecho a rellenar mi cantimplora. Al inclinarse sobre el agua tranquila, ve su reflejo en la superficie cristalina. 

 

Al principio, sus ojos se abren con asombro al ver la imagen que se refleja en el agua. Su rostro ya no muestra los signos de la edad, las líneas de expresión y las arrugas han desaparecido. En su lugar, ve la imagen de un joven de 18 años, con la piel suave y sin imperfecciones, los músculos tonificados y la mirada llena de vitalidad. 

 

"¿Qué está pasando?", se pregunta, llevándose las manos al rostro para confirmar lo que ve. "¡Estoy... rejuveneciendo!" 

 

La incredulidad se mezcla con la emoción mientras observa maravillado cómo su cuerpo parece revertir en el tiempo. Cada detalle, desde la firmeza de su piel hasta el brillo en sus ojos, le recuerda a los días de su juventud. 

 

"Es... increíble", murmura, sin poder apartar la mirada de su reflejo. "¡Estoy volviendo a tener 18 años!" 

 

Recuerda esos días de juventud, cuando estaba en su mejor forma física, desafiando los límites del cuerpo con sus acrobacias y entrenamientos de parkour. En aquel entonces, el mundo estaba lleno de posibilidades, y él se sentía invencible. Pero ya a los 23 años, ya no tiene tanto tiempo. El trabajo en la policía lo ha desgastado, y la rutina diaria ha dejado su marca en él. 

 

Se queda allí por un momento, absorto en la revelación de su transformación, hasta que finalmente se endereza y se aparta del arroyo, con una sonrisa de asombro en el rostro. Ahora comprende que algo extraordinario está sucediendo, y está listo para enfrentar lo que sea que le depare este nuevo capítulo de su vida. 

 

Luego, decido explorar un poco más para ver si puedo encontrar algo de comida. Entre la maleza, encuentro algunas bayas silvestres y frutos secos que recolecto con cuidado. No son mucho, pero serán suficientes para calmar mi hambre por el momento. 

 

Algunas de las plantas que encuentra le resultan algo familiares por sus días en la academia de policía, donde estudió el origen y las propiedades de sustancias como la cocaína, la marihuana y otras drogas ilegales. Aunque las plantas del bosque son diferentes, Joel confía en su capacidad para discernir entre lo seguro y lo peligroso. Aunque desearía en este momento llevar un pequeño kit de primeros auxilios con antídotos y tratamientos para posibles envenenamientos. 

 

El arroyo me trajo a este gran rio, "Estas son buenas noticia para mí los ríos son la puerta para alejarse de los problemas ya que tarde o temprano los rio pasaran cerca de un pueblo o un camino, así que desde aquí voy a viajar rio abajo." 

 

Mientras continúo avanzando, escucho el sonido de algo moviéndose entre la maleza. Me tenso instintivamente, preparado para lo peor, pero pronto descubro que es solo un pequeño conejo que brinca entre los arbustos. Me relajo un poco al verlo, sabiendo que un conejo sería una excelente adición a mi dieta si pudiera atraparlo. 

 

Me acerco sigilosamente al conejo, tratando de no asustarlo. Pero justo cuando estoy a punto de lanzarme sobre él, el conejo da un salto ágil y desaparece entre los arbustos, burlándose de mis intentos. Me quedo mirando hacia donde se fue, un poco decepcionado. 

 

De repente, veo cómo un animal se me abalanza desde la maleza, mostrando sus afilados colmillos y emitiendo un gruñido amenazante. Instintivamente, retrocedo un paso, pero mi entrenamiento y experiencia entran en acción de inmediato. 

 

En un rápido movimiento, me aparto del camino del animal y desenvaino mi karambit. La bestia viene hacia mí con ferocidad, pero con un giro ágil de cadera, logro esquivar su ataque. Sin embargo, el bosque es un lugar estrecho y la frondosa maleza hace que resbale. Aprovecho el instante para rodar hacía unos matorrales, pero el movimiento inesperado hace que la bestia cargue un ataque de envestida hacia mí. 

 

Con la poca visibilidad de los matorrales, ruedo hacia un lado, esquivando por poco el ataque de la bestia. Con un rápido movimiento, la bestia trata de morderme el hombro derecho, pero ya me he levantado. Con el karambit en mano, salto por encima de ella, cayendo sobre su espalda y asestándole otro corte. 

 

En el momento en que intento degollarlo en la parte posterior de la garganta, la bestia gira su cabeza a tiempo para intentar detener mi arma con sus afilados y enormes colmillos. 

 

Miro asombrado cómo uno de los afilados colmillos de la bestia se rompe al impactar contra mi karambit, revelando la resistencia y nitidez del arma. La bestia gruñe y retrocede, momentáneamente desconcertada por el contraataque inesperado. Aprovecho la oportunidad para recuperar el control de la situación. 

 

Con movimientos rápidos y calculados, Joel ataca de nuevo, apuntando a las zonas vulnerables del animal. Su entrenamiento en artes marciales y su agilidad le permiten esquivar los ataques del animal mientras inflige golpes certeros con su karambit. Sin perder el ritmo, continúo mi ataque, aprovechando la apertura que he creado. Con movimientos rápidos y certeros, logro infligir varios cortes profundos en el animal, debilitándolo con cada golpe. 

 

La bestia retrocede, herida y aturdida por el combate, pero aún no está derrotada. Se lanza hacia mí una vez más, pero esta vez estoy preparado. Con un movimiento preciso, clavo mi karambit en el punto débil que he identificado en su cuello. 

 

El animal emite un último gemido de dolor antes de desplomarse en el suelo, rápidamente le asesto con el filo del karambit una apuñalada en su columna vertebrar matándolo de una forma rápida y sin sufrimiento. Respiro profundamente, sintiendo la adrenalina correr por mis venas, pero también un profundo alivio al saber que he salido victorioso de esta batalla. 

 

Examinando al animal caído, puedo percibir que la bestia se parecía a un jabalí salvaje, pero de una apariencia más agresiva y corpulenta. Recojo mi karambit impresionado por su resistencia y efectividad en combate. Agradezco haber tenido esta arma a mi disposición en este momento de necesidad. 

 

"Al parecer aquí tengo una especie de jabalí salvaje en buenas condiciones, bueno exceptuando lo cortes que le aseste."  

 

Mientras me he de asegurar de que el animal estuviera realmente muerto, examino su cuerpo y decido aprovechar la carne para obtener un poco de alimento. Le coloco un poco de hierbas comestibles en su boca y le agradezco al animal. 

 

 "Es habitual ponerle comida en la boca, para que cuando pasen a la otra vida tengan algo que comer, es una señal de respeto por el animal" 

"Es triste el matar a un animal, hace que se me salte alguna lagrima, son unas criaturas preciosas." 

 

Estoy emocionadísimo ahora mismo, han sido unos días largos con una batalla inesperada, esto me ha dejado exhausto y hambriento, tengo muchísimas ganas de comer. Con todo el cansancio de caminar y la pelea de hace unos instantes, me veo en la necesidad de hacer un refugio y pasar otra noche en el bosque. 

 

Pero antes de nada tengo que degollar a la bestia rápidamente para evitar que le crezcan bacterias en el cadáver aun caliente. Con la habilidad adquirida a lo largo de los años, me acerco al agua del arroyo para comenzar a desmontar cuidadosamente la bestia cortando trozos de carne magra. Dejando las entrañas cerca de un árbol, lo cual permite que el espíritu vuelva al bosque. 

 

Aunque la situación es un poco desagradable, sé que necesito la energía que proporciona esta comida para mantenerme fuerte y continuar mi viaje. Enciendo un pequeño fuego cerca del río y coloco los trozos de carne sobre unas ramas improvisadas. 

 

Mientras la carne se cocina lentamente sobre las llamas, aprovecho para recoger algunas hierbas comestibles que encuentro cerca y también ramas verdes, para hacer con el humo que estas producen carne ceca, que será su comida de reserva. Una vez que la carne está lista, me siento y disfruto de mi comida improvisada. Aunque el sabor es un poco salvaje y la textura un tanto fibrosa, siento cómo la energía y el calor se extienden por mi cuerpo, dándome la fuerza que necesito para seguir adelante. 

 

|Día 3| 

 

Al día siguiente después de comer, recojo mis cosas y apago el fuego, dejando el lugar tal como lo encontré. Agradezco al animal por su sacrificio, sabiendo que me ha dado la oportunidad de seguir vivo en este mundo desconocido. Con el estómago lleno y el espíritu renovado, continúo mi viaje. 

 

Joel llega a las orillas del sereno río. Este lugar, más despejado y abierto que el bosque, le brinda un respiro bienvenido. Se sienta en una roca junto al río, dejando escapar un suspiro de alivio mientras observa el agua cristalina que fluye suavemente. 

 

El sonido calmante del río y la brisa fresca le permiten relajarse un poco y tomarse un breve descanso. Después de todo, lleva muchas horas caminando por el bosque junto al rio, y el sol está empezando a descender en el horizonte, indicando que la noche se acerca rápidamente. 

 

Joel sabe que no puede detenerse por mucho tiempo, pero sentado en la orilla del río, con el murmullo suave del agua en sus oídos, Joel se permite un momento de reflexión. Recuerda las enseñanzas de su abuelo en el campo, cuando le enseñaba a reconocer los signos del clima y los secretos de la naturaleza. Su sabiduría siempre le había sido útil, incluso en su vida en la gran ciudad de Buenos Aires. Ahora, en este nuevo mundo, esos conocimientos cobran aún más importancia. 

 

Mientras observa el río, Joel rememora los cálidos recuerdos de su infancia en los campos de la Pampa. Las noches que pasó acampando con su abuelo y sus amigos de la infancia del pueblo, cocinando bajo las estrellas y contando historias alrededor del fuego. Esos momentos le brindaban una sensación de conexión con la tierra y lo preparaban para enfrentar los desafíos de la vida. 

 

Abuelo: (sentado alrededor del fuego con los niños, mirando el cielo oscurecerse) "¿Ven cómo el sol comienza a esconderse detrás de las colinas? " 

 

Joel y los niños asienten con curiosidad. 

 

Abuelo: " Eso significa que la noche está por llegar. Y cuando la noche llega al campo, es importante estar preparado. " 

 

Joel: " ¿Preparado para qué, abuelo? " 

 

Abuelo: "Para muchas cosas, Joel. La oscuridad trae consigo sus propios desafíos. Pero si saben cómo enfrentarlos, estarán bien. Por ejemplo, ¿qué deberían hacer cuando la luz del día comienza a desaparecer? " 

 

Pedro, uno de los amigos de Joel, levanta la mano. 

 

Pedro: "¡Yo sé! ¡Debemos encender más leña en el fuego para tener más luz! " 

 

Abuelo: "Exacto, Pedro. Encender más leña nos dará luz y calor, pero también necesitamos pensar en otras cosas. ¿Qué pasa si necesitamos encontrar el camino de vuelta a casa y ya es de noche? " 

 

Juan, otro amigo de Joel, responde emocionado. 

 

Juan: "¡Usamos nuestras linternas! " 

  

Abuelo: "Buen pensamiento, Juan. Las linternas son muy útiles, pero ¿qué pasa si no tenemos linternas? " 

 

Los niños se miran unos a otros, pensativos. 

 

Joel: " ¿Podríamos usar las estrellas para guiarnos? " 

 

Abuelo: "¡Exactamente, Joel! Las estrellas son como pequeñas luces en el cielo que nos pueden mostrar el camino a seguir. Pero debemos aprender a reconocerlas y entender cómo nos guían." 

 

Pedro: " ¿Cómo hacemos eso, abuelo? " 

 

Abuelo: Vamos a ver. (Se levanta y camina hacia un lugar donde puedan ver claramente el cielo estrellado) "Miren hacia arriba. ¿Ven esas tres estrellas brillantes en línea recta?" 

 

Los niños asienten. 

 

Abuelo: "Eso se llama el Cinturón de Orión. Apunten hacia allí y caminen en esa dirección. Las estrellas siempre nos señalan hacia el este, donde el sol sale por la mañana." 

 

Los niños escuchan con atención, absorbiendo cada palabra de su sabio abuelo. 

 

Abuelo: "Ahora, ¿qué tal si practicamos un poco antes de que se haga completamente de noche? " 

 

Joel y los otros niños se levantan emocionados, listos para aprender y practicar lo que su abuelo les ha enseñado. Juntos, bajo el cielo estrellado de la Pampa, se preparan para enfrentar los desafíos de la noche con valentía y conocimiento. 

 

La imagen de su abuelo, con su mirada sabia y su risa contagiosa, se cuela en su mente, recordándole la importancia de la perseverancia y el coraje. Joel sonríe con nostalgia al recordar las travesuras que solían hacer con sus amigos, explorando los rincones más remotos de la Pampa y compartiendo aventuras que parecían sacadas de un libro de cuentos. 

 

Sacude la cabeza para alejar los recuerdos y se enfoca en el presente. Se remueve en su mochila y saca la cantimplora de agua, bebiendo con gratitud el líquido fresco que saciar su sed. Luego, toma un poco de comida de su reserva y disfruta de un bocado mientras contempla el paisaje. 

 

Joel buscó un lugar adecuado cerca del río para acampar. Encontró un pequeño claro entre los árboles, lo suficientemente espacioso para hacer un refugio improvisado. Primero, reunió algunas ramas gruesas y flexibles para construir la estructura básica del refugio, recogió hojas grandes y ramas más pequeñas para cubrir el techo y las paredes, creando una barrera contra el viento y la lluvia. 

 

Con el refugio listo, Joel encendió un pequeño fuego cerca para mantenerse caliente, observaba el río fluir suavemente y el cielo oscurecerse lentamente, pensando en todo lo que había sucedido desde que despertó en este extraño mundo. A pesar de sentirse más fuerte que nunca, como si hubiera ganado habilidades misteriosas, Joel sabía que no estaba en su mejor estado. Había pasado por mucho en estos días y necesitaba descansar para recuperarse por completo. 

 

Joel, consciente de que se adentraba en un territorio desconocido, decidió tomar precauciones adicionales. Tomó un trozo de madera gruesa y lo talló en forma de arpón, afilando cuatro puntas en uno de sus extremos con su cuchillo karambit. Esta arma improvisada le proporcionaría un mayor alcance y sería útil para pescar mañana bajo la luz del sol. 

 

Decidió que pasaría la noche en el refugio y partiría al día siguiente. Quería estar preparado por si se encontraba con otras personas que pasaran por el área. Además, sentía que necesitaba tiempo para asimilar todo lo que había experimentado y descubrir más sobre este mundo nuevo en el que se encontraba. 

 

Con esa decisión tomada, Joel se acomodó dentro del refugio, sintiendo la calidez del fuego y el sonido reconfortante del río cerca. Cerró los ojos, listo para descansar y recargar energías para lo que el nuevo día le deparaba. 

 

|Día 4| 

 

Al amanecer del día siguiente, Joel despertó renovado y listo para continuar su viaje. Desmontó su refugio improvisado y, tras asegurarse de no dejar rastro, emprendió su camino siguiendo la orilla del río. Mientras caminaba, Joel recordaba consejos de supervivencia que había visto en numerosas series y películas, así como su propio sentido común. Mantuvo su atención alerta, observando su entorno y buscando signos de vida humana. 

 

Después de caminar un buen tramo en la dirección de su destino, Joel divisó una escena interesante más adelante. Un grupo de comerciantes estaba siendo custodiado por un par de aventureros que se encontraban descansando cerca del río y alimentando a sus animales. Decidió acercarse con precaución, sin querer llamar demasiado la atención. Observó la interacción entre los aventureros y los comerciantes, tratando de discernir si eran amigables o representaban algún peligro. 

 

Mientras tanto, recordó algunos principios básicos de seguridad que aprendió como policía. Mantuvo una postura relajada pero vigilante, y se aseguró de tener acceso rápido a sus armas en caso de que la situación se tornara hostil. 

 

Con cuidado, Joel se acercó al grupo, manteniendo una distancia respetuosa. Estaba dispuesto a presentarse y preguntar sobre la dirección a la ciudad, pero también estaba preparado para reaccionar si las cosas tomaban un giro inesperado, notó que el río desembocaba en una curva que llevaba a un lago más amplio. El agua tranquila reflejaba los primeros rayos del sol de la mañana, creando una vista serena y hermosa. 

 

El lago se extendía majestuosamente, pareciendo abrirse a un mundo de posibilidades. Sin embargo, también significaba que, si bien había llegado a un punto clave en su viaje, tendría que tomar una decisión sobre el camino a seguir. 

 

Joel observó detenidamente el grupo cerca del lago. Los comerciantes estaban descargando suministros de sus carros mientras los aventureros cuidaban de sus caballos y preparaban un pequeño fuego para cocinar el desayuno. Decidió acercarse con cuidado, aprovechando la distracción del grupo con sus tareas matutinas. La conversación animada entre los aventureros y los comerciantes le recordó los días de acampada con su abuelo y amigos de la infancia en los campos de la Pampa. 

 

Joel se acercó a los aventureros y los comerciantes mientras sostenía un arpón improvisado hecha de madera, con varias puntas afiladas en su extremo. Dejó sus cosas a un lado del río y se adentró en una parte poco profunda con la lanza, tratando de atrapar un pez. Esperando que el río le brindara algo de comida para el desayuno. 

 

 Los aventureros lo miraron con curiosidad, pero al ver su intento de pescar, no parecieron sospechar de él, pensando que simplemente era un viajero más tratando de alimentarse. Los aventureros y los comerciantes lo observaron mientras intentaba pescar, algunos de ellos bromeaban entre ellos sobre la habilidad de Joel para la pesca. 

 

"Parece que tienes una técnica única para pescar, amigo", dijo uno de los aventureros con una sonrisa. "¿Has estado mucho tiempo en el bosque para aprender eso?" 

 

Joel rio, sacudiendo la cabeza. "No exactamente. Pero es mejor que nada, ¿verdad?" 

 

Tras un rato de paciencia y perseverancia, Joel logró atrapar un pequeño pez. No era mucho, pero sería suficiente para satisfacer su hambre en la mañana. 

 

 

"Tu desayuno será bastante ligero, amigo", comentó sonriendo uno de los aventureros. 

 

Joel se unió a la risa. "Sí, parece que sí. Pero al menos es algo", respondió con una sonrisa. "Y ustedes, ¿hacia dónde se dirigen?" 

 

Los aventureros, agradecidos por la distracción, comenzaron a hablar animadamente sobre sus últimas aventuras en la Dungeon y los desafíos que habían enfrentado. Los comerciantes, por su parte, explicaron la variedad de productos mágicos que tenían a la venta. 

 

(Joel en su mente estaba desconcertado, se preguntaba así mismo, "¿Dunegon?, es que acaso estoy en un mundo como el de Badldurs Gate de Dungeon and Dragons") 

 

Joel escuchaba atentamente, tratando de averiguar más sobre el mundo en el que se encontraba de manera discreta. Hizo algunas preguntas inteligentes sobre la Dungeon, mientras mantenía su actitud relajada y amigable. Los aventureros y los comerciantes parecían dispuestos a hablar, ya que también disfrutaban de la oportunidad de compartir sus experiencias con un viajero interesado. 

 

Mientras charlaban, Joel se dio cuenta de que estaba obteniendo valiosa información sobre el mundo en el que se encontraba y las oportunidades que este ofrecía. Aunque su situación era inesperada y desconcertante, estaba decidido a aprovechar al máximo esta nueva aventura. Joel asintió mientras escuchaba atentamente las historias de los aventureros y los comerciantes. Sin embargo, su mente estaba en otra parte, pensando en su situación actual y en cómo podría encontrar un lugar estable en este nuevo mundo. 

 

"Todo esto de la Dungeon suena emocionante, pero ¿hay algún otro tipo de trabajo aquí?", preguntó Joel, con interés genuino. "Me gustaría encontrar algo estable, ¿saben si hay oportunidades en la ciudad?"* 

 

Los aventureros intercambiaron miradas antes de responder. "Bueno, la ciudad de Orario es la única ciudad en el mundo que tiene un Dungeon. La mayoría de los Dioses y Diosas viven allí y siempre está en busca de mano de obra", dijo uno de ellos. "Desde trabajos en las tabernas hasta tareas administrativas en la Guild, hay algo para todos. Y si tienes habilidades útiles, podrías encontrar un buen trabajo en el mercado o en alguna de las tiendas de artesanías" 

 Joel no sabía porque el nombre de Orario se le hacía familiar restándole importancia asintió, agradecido por la información. "Eso suena prometedor. ¿Cómo es la vida en la ciudad? ¿Y qué hay de estos Dungeons? ¿Por qué la gente los desafía?" 

 

Los aventureros y los comerciantes intercambiaron miradas antes de que uno de ellos, un hombre mayor con una larga barba hablara. 

 

"La vida en la ciudad puede ser bastante bulliciosa, pero también ofrece muchas oportunidades", comentó. "La mayoría de la gente vive bajo la protección de los dioses, quienes descendieron y otorgaron sus bendiciones a la humanidad. Esas bendiciones permiten a las personas volverse más fuertes y capaces de desafiar a la Dungeon" 

 

"La Dungeon posee diferentes niveles de pisos que son lugares peligrosos llenos de monstruos y tesoros", continuó otro aventurero. "Muchos vienen aquí en busca de riquezas y gloria, desafiando a los monstruos y recogiendo los cristales mágicos que se encuentran dentro. Pero ten en cuenta, cada piso de la Dungeon tiene su propio nivel de dificultad, y no todos regresan con vida" 

 

Joel asintió, procesando la información y es su cerebro hacia corto circuito porque no sabía de dónde le sonaba tanto estas explicaciones. "Así que la ciudad es como un punto de partida para las aventuras en la Dungeon. Tal vez debería dirigirme allí y ver qué puedo encontrar" 

 

Los aventureros y los comerciantes estuvieron de acuerdo con la idea, animándolo a explorar la ciudad y descubrir sus posibilidades. Y le comentaron que por la ruta que ellos vinieron rodeaba un desfiladero y que tardaría unos dos días llegar a la ruta principal y otros dos días más en llegar a la ciudad caminando, o si estaba lo suficiente mente loco y confiado podría atravesar el desfiladero y llegar a la ruta principal. 

 

Con esta nueva información en mente, Joel se despidió del grupo, agradecido por su ayuda y consejos. Ahora, con un destino claro en mente se planteó el ver si era posible cruzar por el desfiladero de montañas, se encaminó hacia la ciudad con renovado propósito y determinación. 

 

Decidido a llegar a la ciudad, Joel eligió el camino del desfiladero porque era el más corto que lo llevaría a la carretera principal. A pesar de los desafíos que se le presentaban, Joel se sintió confiado en sus habilidades para superarlos. 

 

Mientras Joel avanzaba a través del estrecho desfiladero de la montaña, cada paso era una mezcla de emoción y desafío. La vista de las paredes rocosas que se alzaban a ambos lados lo dejaba maravillado por su imponente majestuosidad. El viento soplaba con fuerza, haciendo que las ramas de los árboles se balancearan y los sonidos de la naturaleza llenaran el aire. 

 

A medida que se adentraba más en el desfiladero, se encontraba con nuevos obstáculos que ponían a prueba su ingenio y habilidades. Los senderos estrechos y resbaladizos requerían un equilibrio cuidadoso, mientras que las rocas sueltas bajo sus pies aumentaban el desafío de avanzar. 

 

El eco de sus pasos resonaba en las paredes del desfiladero, recordándole la soledad de su viaje. Sin embargo, también sentía una sensación de libertad y aventura que lo impulsaba hacia adelante. Cada paso lo acercaba un poco más a la ciudad, un lugar lleno de misterios y oportunidades. 

 

A pesar de los desafíos que enfrentaba, Joel se sentía vivo y lleno de determinación. Cada obstáculo superado era una victoria, y cada vista panorámica que se abría ante él era una recompensa por su valentía. Con cada paso, se acercaba un poco más a su destino, listo para enfrentar lo que el futuro le deparaba. 

 

Su experiencia en el parkour le permitía moverse con agilidad incluso en terrenos difíciles, y su cuerpo, tras el descanso reparador de la noche anterior, se sentía renovado y más fuerte que nunca. De alguna manera, Joel notó una mejora sobrenatural en su agilidad y resistencia. Incluso cuando llegó a un puente improvisado, Joel no dudó en cruzarlo. 

 

Con movimientos precisos, equilibró su peso sobre las cuerdas tensas y los troncos resistentes. Aunque la estructura se tambaleaba bajo su peso, Joel mantuvo la calma y la concentración, confiando en sus habilidades y en esa extraña mejora en su cuerpo. 

 

Con la determinación en su mirada, Joel se adentró en el desfiladero, avanzando con cautela. A medida que progresaba, se encontró con una serie de obstáculos naturales que pusieron a prueba sus habilidades. Puentes rotos colgaban sobre abismos profundos, obligándolo a encontrar rutas alternativas para cruzar. Rocas resbaladizas obstaculizaban su camino, exigiendo un equilibrio preciso y una concentración absoluta. 

 

Sin embargo, Joel se movía con una gracia y agilidad impresionantes. Saltó de roca en roca con la gracia de un felino, encontrando agarres donde otros solo verían peligro. Cada desafío que enfrentaba solo parecía aumentar su determinación con cada paso, cada salto, estaba calculado con precisión. Su entrenamiento en parkour le había enseñado a adaptarse a cualquier terreno, y su agudo instinto de supervivencia lo mantenía alerta ante cualquier peligro. 

 

A pesar de los desafíos, Joel avanzaba con confianza. La adrenalina corría por sus venas, alimentando su determinación de llegar a su destino. A medida que el sol se elevaba en el cielo, iluminando el desfiladero con una luz dorada, Joel sintió una sensación de victoria al divisar la carretera que conducía a la ciudad. 

 

Con un último esfuerzo, Joel superó el último obstáculo y alcanzó el final del desfiladero. Se detuvo un momento para recuperar el aliento, admirando la vista que se extendía ante él. Desde su posición elevada, podía ver la carretera serpenteando a través de la campiña, llevándolo directamente hacia la ciudad que tanto ansiaba alcanzar. 

 

Con una sonrisa de satisfacción, Joel se lanzó hacia adelante, listo para enfrentar lo que le deparara el siguiente tramo de su viaje. Con paso seguro y decidido, Joel avanzó por el desfiladero hasta que finalmente divisó la carretera que los comerciantes le habían mencionado. 

 

Joel se detuvo un momento para recuperar el aliento y contemplar el paisaje. Como ya se acercaba la noche y avía avanzado bastante por la carretera, decidió encontrar un lugar para acampar y descansar, con un poco de suerte mañana podría toparse con una carreta que se dirija hacia allá. 

 

|Día 5| 

 

A la mañana siguiente sintiéndose renovado, emprendió su rumbo ya que le quedaban unas horas más pero ya podía ver a lo lejos la ciudad. Pero de repente, una idea cruzó su mente. Con una expresión de curiosidad, miró sus manos y flexionó los músculos, notando una extraña sensación de fuerza en su cuerpo. 

 

"¿Qué tal si pruebo esto?" pensó para sí mismo con una sonrisa traviesa. 

 

Joel escaneó su entorno en busca de algo para golpear y poner a prueba su nueva fuerza. Sus ojos se posaron en un árbol grande que yacía cerca. Sin pensarlo dos veces, se acercó y lanzó un golpe. 

 

Al golpear el árbol con bastante fuerza, Joel esperaba que este cediera un poco. Sin embargo, en lugar de moverse, el árbol pareció desafiar su fuerza, sin inmutarse ante el golpe. 

 

"Vamos, un poco más..." murmuró Joel, frunciendo el ceño mientras concentraba toda su fuerza en el golpe. 

 

De repente, sintió algo golpeando su cabeza, seguido por el sonido de un *plop*. Joel se llevó las manos a la cabeza, sorprendido y un poco aturdido, mientras miraba hacia arriba. Una fruta había caído del árbol y había impactado directamente en la cabeza de Joel, dejándolo un tanto desorientado. 

 

"¡Ay! ¡Eso sí que fue un golpe inesperado!" exclamó, mientras se sacudía la cabeza y recogía la fruta del suelo. 

 

Miró al árbol y notó una grieta que se había formado justo donde había golpeado. 

 

"¿Qué? ¿Acaso...? ¡No puede ser!" se sorprendió Joel, pasando una mano por la grieta. 

 

Absorto en la sorpresa de haber agrietado el árbol, Joel se olvidó completamente del dolor en su mano. Sin embargo, cuando volvió a la realidad y se dio cuenta del dolor, soltó un grito gracioso que resonó por los alrededores. 

 

"¡Ay, ay, ay!" exclamó, sacudiendo la mano afectada como si eso pudiera aliviar el dolor. "¡Qué distracción más tonta! Deberé tener más cuidado con mi nueva fuerza...". 

 

Se rio de su propia torpeza mientras masajeaba su mano adolorida, consciente de que, aunque había ganado fuerza, todavía tenía que aprender a controlarla adecuadamente. Miró a su alrededor y vio a un pequeño animal observándolo con curiosidad desde un arbusto cercano. 

 

"Supongo que esta fruta me ha dado la despedida del bosque", bromeó Joel, dirigiéndose al animal. "Pero creo que a ti te gustaría más que a mí"

 

Con una sonrisa, Joel arrojó la fruta hacia el animal, que la atrapó ágilmente en el aire. Pareció saborearla con deleite antes de escabullirse entre los arbustos, dejando a Joel riendo por la situación tan peculiar. 

 

Mientras se aproximaba a las altas murallas de la ciudad, Joel sintió un cosquilleo de emoción recorrer su espina dorsal. La magnitud de la ciudad lo impresionó; era mucho más grande de lo que había imaginado. 

 

A lo lejos, pudo distinguir las majestuosas puertas de la ciudad, decoradas con elaborados diseños que parecían contar historias antiguas. A medida que se acercaba, el sonido de la actividad de la ciudad se volvía más evidente: voces que hablaban en diferentes idiomas, el crujir de carros y carretas, y el ir y venir constante de la gente. 

 

La vista que se presentó ante Joel era simplemente espectacular. Las enormes murallas que rodeaban la ciudad se alzaban imponentes, como guardianes protectores ante los peligros que pudieran acechar en el exterior. Sus altos muros estaban decorados con estandartes de vivos colores, ondeando al viento con gracia y llenando el aire con un aura de celebración y vitalidad. 

 

A medida que se acercaba a las majestuosas puertas de la ciudad, Joel se vio inmerso en una escena de actividad bulliciosa. Comerciantes y mercaderes apresurados iban y venían, transportando sus mercancías de un lado a otro. Aventureros y guerreros se preparaban para entrar al Dungeon, buscando fortuna y gloria en las profundidades de sus laberínticos pasillos. Ciudadanos de todas las razas y clases sociales se mezclaban en las calles, cada uno con su propio propósito y destino. 

 

Joel se detuvo un momento, observando maravillado el ir y venir de la gente a su alrededor. La energía vibrante y la vida pulsante de la ciudad lo llenaron de emoción y anticipación. Inspirando profundamente, se preparó mentalmente para lo que le esperaba dentro de esas murallas. Estaba decidido a sumergirse en este nuevo mundo y a encontrar su lugar en él. Con determinación, dio un paso adelante y cruzó las puertas de la ciudad. 

 

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Fin del Capítulo 1 | La Llegada |