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Después de que Huanhuan bailase con Xue Ling, estaban a punto de regresar cuando vieron a Xuan Wei y Bai Di bebiendo y charlando. La atmósfera era armónica.

Por lo tanto, Huanhuan se detuvo. Planeaba darles este tiempo a Bai Di y Xuan Wei para que los hermanos pudieran hablar más.

Ella le dijo a Xue Ling —¿Jugamos en otro lado?

—Me gustaría eso.

Xue Hui pasó por ahí en ese momento. Le entregó dos frutas a Huanhuan —Las flores de crisantemo rosado solo dan fruto esta noche. Estas son las frutas de las flores de crisantemo rosado. Tómalas.

Huanhuan le agradeció.

Notó que no muy lejos, muchas hembras y bestias macho caminaban más adentro del bosque. Curiosa, preguntó —¿Qué están haciendo esas personas en el bosque?

Xue Hui dijo con significado —Van al bosque a jugar un juego más interesante.

—¿Qué juego es ese?

Xue Hui sonrió misteriosamente —Si quieres saberlo, ¿por qué no los sigues?

—¿Podemos ir nosotros también?

—Por supuesto. Te recibirán con agrado.