Primera visita a Gantoria

{25 de junio}

Fui a dormir a mi casa en la ciudad después de hacer las preparaciones previas. Regresé temprano a la otra casa para encontrarme con Drivna. La encontré sentada en la puerta de mi casa, medio dormida.

[Despierta, Drivna]

[Pensé que habías huido. ¿Dónde estabas?]

[Lo siento, no creí que vendrías tan temprano.]

[No es tan temprano, todos en Fan estaban contentos con lo que llevé. Hace meses que no comen pescado, el pescado salado que llegaba a Fan.]

[Vaya, que duro.]

Le expliqué el plan. Primero debíamos pesar las monedas de oro que tenía y ver cuánto sería lo que podríamos obtener. Teníamos casi 12 onzas de oro, poco más 3500 dólares o 12000 soles. Ella me dijo lo que necesitaba. Principalmente, herramientas de agricultura, libros, materiales para enseñar a los niños y comida.

Tenemos que ir a la ciudad para hacer las compras, por eso le dije que viera lo que viera, tratara de mantener la calma. Como caballero, ella afirma que puede mantener la compostura. El pueblo se encuentra algo lejos de la ciudad, por lo que todo le parecía bastante común a excepción de los autos. Supongo que la región rural de este y el otro mundo no deben diferir mucho. Pronto, cuando llegamos a la ciudad empezamos a ver casas, urbanizaciones y muchos más vehículos, como motocicletas, camiones y otros.

Le voy explicando para que se utilizan cada tipo de vehículo y que en las ciudades actuales ya no hay murallas. Se sorprende al saber la cantidad de personas que viven en la ciudad y cuán grande es. Al llegar al semáforo, vemos vendedores ambulantes.

[¿Qué hacen esos niños?, parece que están trabajando. No dijiste que la educación básica era obligatoria.]

[Son pequeños vendedores ambulantes, y deberían estar en el colegio. La pobreza en la que viven no les permite estudiar, muchas veces tienen que ayudar a sus padres porque ganan muy poco.]

[Pensé que no había pobreza.]

[Hay mucha desigualdad en el mundo, hay regiones donde casi todos viven en paz y comen bien. En otras hay hambrunas y guerra. Es un mundo complicado.]

[¿No deberían ser todos iguales?]

[No lo sé, a veces creo que no, a veces que sí ¿sabes? Hubo un periodo en el que dos sistemas de gobierno se confrontaron en el mundo. Uno en el que cada uno dependía de sí mismo, no había igualdad en sí. Otro que proponía que todos somos iguales. ¿A cuál crees que le fue mejor?]

[El sistema en el que todos son iguales.]

[Sí, teóricamente debió ser así, pero por la misma naturaleza del humano, ese sistema falló. Se podría decir, unos eran más iguales que otros. Unos igualmente ricos, otros igualmente pobres. Los humanos por naturaleza podemos ser muy egoístas.]

[Entonces, ¿el otro sistema en el que cada uno vale por sí mismo fue mejor?]

[Tampoco, el problema es el mismo. Aunque no ha fallado y caído como el otro, suele fallar cada pocos años. Otra vez, los humanos somos los responsables. Hay ricos muy ricos y pobres muy pobres. Los ricos usan su dinero para volverse más ricos, los pobres trabajan mucho para ganar poco.]

[¿Qué quieres decir?]

[No hay sistema perfecto, el problema viene cuando te das cuenta muy tarde de las imperfecciones. Ambos sistemas pudieron convivir y pudieron fallar menos si solucionaban los problemas que tenían.]

[¿Y porque no lo hicieron?]

[Por el peor gusto de los humanos. El gusto por el poder. Mmm… No debería hablarte de esto, porque te estoy dando mi opinión, debes sacar tu misma tus propias conclusiones. Por eso existe la historia, para reconocer los errores y no volver a cometerlos, pues la historia suele repetirse.]

[Parece que te interesan mucho estos asuntos. ¿cierto?]

[Antes me interesaba.]

[¿Qué sucedió?]

[No sé. Posiblemente me aburrí de pensar en eso y no poder hacer nada.]

Después de eso, solo le respondía las preguntas que me hacía. Al estar en el centro ciudad en sí, nos dirigimos a vender las monedas, primero fuimos al comprador de antigüedades que me recomendaron, quien valuó el acabado primitivo de las monedas y quedo encantado. Las compró por más de lo que valía el oro, en total nos dio 7000 dólares.

Ahora podemos comprar muchas más cosas. El problema de como llevarlo al garaje se solucionó con el anillo de almacenamiento, eso nos salvará de muchos inconvenientes.

Compramos herramientas de agricultura nuevas. Ella me indica que la calidad es muy buena, por eso para poder llevar más le recomiendo que compremos cosas usadas, principalmente herramientas agrícolas y libros, a lo que accedió. Drivna decidió que les enseñaríamos en mi idioma que era "más fácil de aprender". Fuimos a un distribuidor de comida envasada para comprar comida, también compramos útiles de escritorio para poder enseñar a los niños.

Una vez compramos todo, regresamos ya muy tarde a la casa de campo. Decidimos descansar y mañana temprano ir a Fan.

{26 de junio}

Al día siguiente, después de desayunar nos alistamos para ir. Le pregunto si podemos ir en automóvil, pues la cueva es plana y es lo suficientemente grande, ella me dice que afuera de la cueva es llana también y que está cerca de un camino de carretas que lleva a Fan.

Después de cerrar la casa y el garaje por dentro, entramos en la cueva con el auto. La cueva parece llana a primera vista, pero vamos despacio porque se siente algo accidentado, deben ser los cadáveres de los monstruos.

Al salir de la cueva, está de día. No hay mucha diferencia con la Tierra, el cielo es azul, hay algunas nubes y la estrella de este mundo es amarilla como la nuestra. Me pregunto cuánto durará el día y los años, cómo manejaran los calendarios aquí, ¡qué complicada será esta visita a otro mundo! Igual traigo mi celular y un reloj de pulsera para medir el tiempo. Después de acercarnos al camino, veo que tengo algo de señal en el móvil, interesante. La vegetación es verde, si no supiera que esto es Gantoria, creería que estoy en la Tierra, hasta los caminos son parecidos. Después de unos minutos avanzando, vemos una carreta que está volcada, Drivna me pide que nos paremos.

Las criaturas que jalaban la carreta están muertas, digo criaturas porque no sé de qué otra forma llamarles. Son como unas aves gigantes, llenas de plumas, pero sus cabezas son de reptil, tienen la forma de un dinosaurio que se hizo famoso por una película de hace unos años, con plumas azules. Drivna se baja corriendo, se acerca a la carreta y de ella saca a un hombre algo mayor. Pensé que estaba vacía la carreta. Me bajo para ver si está herido.

[¿Está herido?]

[Sí, tiene un corte en la cabeza.]

De la guantera saco un botiquín de primeros auxilios.

[Tenemos que llevarlo a tu pueblo, primero hay que desinfectar la herida.]

Lo mejor será llevarlo en la carreta, le pido que vaya levantando la carreta y poniéndolo detrás del auto, mientras limpio la herida con alcohol y gasa. Luego envuelvo la herida con más gasa para tratar de detener el sangrado.

Drivna, cargó al señor a la carreta, tomé una cadena, la amarré a la parte trasera del auto y a la carreta. Ella se quedó junto al señor en la carreta para vigilar su estado, dice que solo debo seguir el camino que pronto llegaremos.

Después de unos 15 minutos yendo a 30 kilómetros por hora veo la entrada de lo que parece un pequeño pueblo. Parece tener unas 50 a 100 casas aproximadamente.