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Crónicas en otro mundo

¿Héroe? ¿Elegido? No, solo un hombre común con una vida normal. Después de 3 años de esconderse en la hogar de su hermano, David Martinez, decide mudarse a la casa que heredó donde encuentra el último secreto de su difunta esposa. Este será el inicio de un viaje increíble que lo llevará a lugares donde un terrícola nunca ha estado.

Mach2180 · Fantasía
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103 Chs

Lo olvidé

{20 de Abril}2000

[Rin, rin, rin]

Es temprano por la mañana y la alarma del despertador me despierta en este frío otoño, por lo que no tengo muchas ganas de levantarme de la cama.

Alguien ha entrado y me empuja con un poco de fuerza.

[Tío, tío. Levántate que ya es tarde y mi papá te está llamando.], una voz chillona escucho.

¿Qué hace este niño leventado tan temprano? Los días que va al colegio se levanta tarde y los fines de semana temprano. ¿Quién lo entiende?

[Nnn... Roberto, ¿Qué hora es? Dile a tu padre que no es tan tarde como cree.], digo con los ojos aun cerrados.

[Tío David, mi papá dijo que si no te levantas el vendrá a hacerlo como lo hacía antes.]

[Está bien, dile a tu padre que bajo en 5 minutos], digo acurrucándome nuevamente. Espero que con esto me deje tranquilo, aún es temprano y está frío afuera.

5 minutos después, oigo uno pasos acercándose a la puerta. La puerta se abre y escucho a mi hermano conteniéndose la risa.

[David, hermano, te lo advertí.]

En ese momento siento como un vaso de agua fría cae en mi cabeza.

[Ha... Jorge, ¿¡Que haces!? Hace un frío del demonio, ¡no seas tan bruto!]

[Creíste que no iba en serio. Ja, ja, ja. Te acuerdas como te levantaba cuando teníamos que ir al colegio. Ja, ja, ja].

[Si, por eso no me gustaba ir. No se puede empezar un buen día si lo empiezas así. ¿No crees?]

[Ja, ja, ja. Pensé que mi hermanito ya había superado esa etapa, aún eres un dormilón. Vamos levántate que tú me dijiste ayer que te levantara con cualquier método.]

[Tienes una memoria selectiva ¿no? También te dije que fueras amable.]

[¿En serio? Creí que no lo decías seriamente.]

[Claro, claro. Haaa. Ya me levanto.]

Bajo al comedor de la casa, veo a Jorge y a Roberto desayunando, voy a la cocina para servirme el desayuno y unirme a ellos. Veo a mi cuñada también sirviéndose el desayuno.

[Hola Diana, ¿Cómo estás?]

[Hola David, mejor que tú. Creo que toda la manzana te escucho gritar.]

[Ja! Siempre tan ocurrente, estoy casi seguro que le diste esa idea para levantarme ¿no?]

[No, ¿Cómo crees que le haría eso a mi querido cuñadito?], me dice sarcásticamente.

Recuerdo como llegué aquí el primer día, ella parecía no querer que viva con ellos. Luego, pudimos llevarnos mejor, creo que me tiene un poco de lástima al final.

[No importa... te agradezco por todo lo que hicieron por mí.]

[Sabes que lo hago por Jorge, eres su hermano. Él siempre te va a ayudar con lo que pueda y yo le ayudaré a él.]

[Lo sé, son muy afortunados por tenerse uno al otro.], veo que ella me mira con un poco de pena al decirle esto.

[Sabes, fue muy divertido el tiempo que pasaste aquí, creo que ni Jorge ni Roberto quieren que te vayas. ¿Lo has notado?], sé que trata de cambiar el tema para no recordar penas.

[No lo demuestran. Ja, ja, ja. De cualquier manera, van a tener un nuevo retoño no quiero seguir incomodándolos. Ya es hora de seguir con mi vida.]

[Bueno, vamos a desayunar. No hay que acongojarse que lo único que va a suceder es que te vas a mudar. No te vas a ir para siempre, igual puedes visitarnos.]

Desayunamos como siempre, con las ocurrencias de Jorge y el curioso sentido del humor de Diana, son el uno para el otro. No sé cómo va a soportar esto Roberto cuando me vaya.

Después de terminar el desayuno, regreso a mi cuarto a terminar de empacar las cosas que faltan para llevarlas a la casa a donde me mudaré. Ya he llevado algunas de mis pertenencias, después de todo no tengo mucho y allí viviré solo.

Jorge y Roberto me ayudan a subir las cajas a mi automóvil y luego nos quedamos a despedirnos en la puerta de su casa.

[David, cuídate mucho. Avísame cuando llegues, llámame si necesitas ayuda en lo que sea.]

[Gracias Jorge, gracias a ti también Diana por el tiempo que me dejaron quedarme en su casa. Gracias por apoyarme todo este tiempo. También cuando me necesiten, llámenme… No me olvido de ti Roberto. Has sido un gran sobrino, por favor cuida y quiere a tus padres.]

[Lo sé tío. Te extrañaremos.]

[Buena suerte David.]

[Cuida de mi hermano y de su futuro hijo o hija, cuando nazca vendré a visitarles. Nos vemos.] Al decir esto siento un nudo en la garganta. No es que no quiera quedarme, pero debo dejarlos tranquilos y seguir adelante.

Llego a mi casa y descargo las cajas. Como no tengo muchas cosas ya que solo utilizaré un dormitorio, el de invitados, el resto de la casa la he dejado tal y como estaba. Además, no tengo tiempo para revisar y ordenar los demás cuartos, mañana debo ir a trabajar.

{27 de abril}

Estoy de salida de mi trabajo, pedí mañana como un día de descanso para comprar cosas para mi casa. Mi mejor amiga, Ada, se ofreció a ayudarme. Como no conozco mucho de lo que necesito para vivir solo estoy seguro que va a ser difícil ir a comprar sin que me atolondren los vendedores. Ada me ha apoyado en los momentos más difíciles de mi vida, la conozco hace mucho tiempo desde mi época como universitario, estudiamos juntos incluso en los peores momentos de la universidad, siempre confiaré en ella.

[Ada, muchas gracias por ayudarme con esto. Estaría perdido sin ti.], digo abrazándola.

[David, siempre cuenta conmigo. Por cierto, ¿a dónde te mudaste?]

[Como te dije, a mi antigua casa, no tengo a otro lugar donde ir.]

[Te dije que podías vivir conmigo hasta que encuentres otro lugar.]

[No quiero incomodarte como lo hice con mi hermano, además, los dos juntos… en la oficina empezarían a hablar.]

[¿Y? Eres mi invitado, no tienen derecho a decir nada.]

[Vamos, eres una mujer … muy bella e inteligente, todos allá te persiguen.], digo un poco tímido, me cuesta halagar a una mujer.

[Gracias. Lo sé.], siempre ha sido una mujer con mucha confianza en sí misma, por eso me gusta salir con ella.

Horas más tarde, estoy justo en la puerta de su casa dejandola.

[Ada, me has ayudado mucho. Ten esto es para ti.], digo mientras le alcanzo una pequeña caja.

[David, no debías …]

[Vamos pontelo, es un collar.], digo mientras ella abre la caja y se ve un collar de color plateado con un ópalo como colgante.

[Es hermoso, gracias David.], dice mientras se lo pone veo como ella levanta su cabello para ajustar el collar [¿Me ayudas?], sus palabras me traen de vuelta, ella me alcanza el broche del collar. Nunca la había visto así, es muy bella ¿Por qué sigue soltera?

[¿Me veo bien?], dice con una sonrisa brillante.

[Claro.]

[¿Estás bien?]

[Sí, solo un poco cansado. Será mejor irme. De nuevo, gracias por hoy.], digo mientras la abrazo para despedirme.

[De nada. Nos vemos el lunes.], siento un poco apagada su voz.

Es tarde será mejor llegar rápido.

{29 de abril}

Ha pasado una semana desde que vivo aquí, mi cuarto está listo, pero debo ordenar todos los dormitorios, pues están cubiertos de polvo, son tres años desde que nadie ha entrado aquí.

Reviso el dormitorio principal, es la primera vez que entro, parece que todas las cosas ya estaban empacadas para mudarse, en fin, ellos querían dejarnos la casa para vivir y tener una buena vida familiar. A pesar que les pedí que se quedaran ellos dijeron que se iban a mudar a su casa de campo. Solo encontré algunos libros sin empacar y fotografías de las ciudades y países que habían visitado. Les tuve un cariño especial pues siempre estuvieron apoyando los proyectos de ella. Inesperadamente cuando se fueron me enteré que nos habían dejado todo, pues nosotros éramos su única familia.

Luego de limpiar ese dormitorio, reviso el cuarto de ella, es el lugar que más recuerdos me trae, tantas sonrisas y alegría que esperaba que eso nunca terminara. Luego se llenó de lágrimas, tristeza y amargura que aún siento, el cuarto esta tal y como lo dejé la última vez, aún están los pañuelos que usé. Me duele mucho volver a este lugar, después de 3 años aun siento como si estuviera aquí.

Reviso el escritorio, dentro de un cajón veo que aún están los borradores de las nuevas novelas que estaba escribiendo, aún recuerdo como muchas veces me las leía por horas y era casi como si me relatara su propia vida, a veces me quedaba dormido por el cansancio y ella me despertaba con una mirada muy fija en mí, algo muy dulce. Creo que nunca debí dejarla ir sola.

Ella ya era una escritora conocida, yo solo era un empleado común que leía sus novelas de fantasía, sentía que sus libros me transportaban a un mundo diferente y me olvidaba de mis problemas. Antes de conocerla había terminado una relación que me dejó muy devastado, pensé que nunca más me enamoraría o confiaría en alguien más. Creo que el destino nos unió, por eso a veces siento que tal vez si nunca me hubiera conocido ella seguiría aquí, tal vez feliz con alguien más.

Tan pronto como la conocí noté que no era igual a las demás personas que conocía, era tan especial y peculiar que parecía de otro mundo, sentía que todo lo que hacía era magia. Nunca supe que fue lo que vio en mí, solo decía que era todo. Me dijo que era su primer novio, pero a veces sentía que pensaba en alguien más, pudo haber sido mi imaginación o solo celos irracionales. Aunque estuvimos juntos, nunca le dije que la amaba lo suficiente. Ahora que no está, me arrepiento no decirle directamente más veces, olvide lo que realmente era importante, todo parecía que iba a durar para siempre. Son lecciones duras que uno aprende en el camino de la vida.

Aún recuerdo aquel fatídico día, sucedió el día que se iba de viaje con sus padres. Habíamos planeado ir juntos, pero debido a una reunión de emergencia en el trabajo le dije que les alcanzaría en el destino. Cuando estaba a punto de salir para allá, me llamó un oficial de policía para decirme que el auto en el que viajaban se desbarrancó y explotó al instante. No pudieron hacer nada para salvarlos. Los peritos me informaron que aparentemente hubo un problema con los frenos, también encontraron que la explosión fue tan fuerte que no se pudieron reconocer los restos de los ocupantes.

Después de recibir la noticia, estaba tan confundido que no entendía que sucedía, no lloré, creí estar en una pesadilla que terminaría pronto. Llamé a mis padres y tan pronto como les dije ellos vinieron a verme, no sabían cómo hablarme, ellos estaban tan sorprendidos como yo. Les pedí que me llevaran a donde la policía me dijo que fuera para reconocer sus pertenencias. Después de eso no recuerdo nada, estaba actuando de forma automática, creí que mi alma había dejado mi cuerpo. Solo al momento de ir a dormir me di cuenta que todo era real y me sentí un dolor tan profundo en mí que quería que acabara.

Realmente hubiera preferido que no despertar al día siguiente y seguirle los pasos a ella. No podía creer que todo se hubiera acabado con tanta facilidad, el amor de mi vida ya no estaba más. Realmente no sé si algún día podré volver a amar de la misma manera e intensidad como lo hice. Mi mundo se derrumbó en tan solo un día, incluso pensé en seguir sus pasos. Esto hizo que mi hermano me llevara por la fuerza a vivir con su familia.

Ahora, todo lo que queda de ella son mis recuerdos y sus novelas. Tres años han pasado, y aun el solo regresar a este dormitorio me trae sensaciones que había intentado olvidar.

Una pérdida que no se supera, un dolor que sigue allí. Espero que en el más allá la vuelva a ver, pero como me decía ella debo seguir y nunca renunciar.