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CAPITULO 93: UN PROFUNDO CORAZÓN

CHONT-SU le ha dado la espalda a KEKI, quien tiene la espada apretada en sus manos, indecisa, sudando, ella lo observa, tras un breve silencio.

CHONT-SU le dice que ella volverá a ser su reina, su ángel.

KEKI, comienza a caminar hacia CHONT- SU, quien comienza a caminar por la orilla del lago.

KEKI lo sigue muy despacio sin soltar la espada.

INKU está muy tenso, desea salir corriendo, pero, sabe que sería darse por descubierto.

Si ese hombre en verdad desea tener a KEKI a su lado, no será capaz de matarla.

¿o sí?

CHONT-SU relata que ha esperado 1,000 años para que fuera posible la reencarnación de su amada esposa AMELIA…

Después de tanto tiempo, sin duda alguna, ella es la mujer que espera.

KEKI, dolida, traga saliva.

Con enojo, le reclama preguntando.

¿Entonces, ella nunca pudo elegir?

Esto llama la atención de CHONT-SU quien se gira para voltear a verla.

Observa a KEKI con su rostro rojo de ira.

KEKI piensa que, entonces, ¿esto es un plan egoísta de los dos para volver a vivir de su pasado?

Los ojos de CHONT-SU reflejan sorpresa y consternación.

En un instante, KEKI, con un tono de voz apagado: ¿nunca pude elegir?

CHONT-SU queda impactado ante tal declaración y se pierde en sus pensamientos.

En este instante, KEKI se lanza sobre CHONT-SU, atacándolo con tremenda fuerza y velocidad con la espada dispuesta a cortar su cuello.

La espada, en cuanto toca el cuello de CHONT-SU, se rompe en mil pedazos como si fuese de cristal, aunque, si le cortó algunos cabellos que caen al suelo.

KEKI está muy sorprendida, CHONT-SU no mentía, sobre la especialidad de sus armas.

KEKI aun empuña parte de la espada rota.

CHONT-SU la observa, sorprendido, esta vez, su mirada refleja ira.

Él posee una seriedad inquietante.

Un aura oscura comienza a brotar de CHONT-SU.

Dentro del pecho de KEKI, surge un sentir de dolor, se duele del pecho, esto fue el alma de AMELIA, por haber herido a CHONT-SU.

La mirada de CHONT-SU se transforma en infinita tristeza mezclada con ira.

CHONT-SU le especifica que, sus armas no pueden dañarlo en lo absoluto, pero, ella sí.

CHONT-SU desaparece en su aura oscura y reaparece detrás de KEKI, él baja la mano de KEKI donde ella trae la empuñadura de la espada, KEKI está asustada.

El aura de CHONT-SU deja sentir su ansiedad de sangre.

INKU, teme lo peor, no creyó capaz a CHONT-SU de herir o matar a KEKI, no sabe si hacer algo o no.

Cuando se da cuenta, él ya va corriendo en dirección al lago.

KEKI suelta el resto de la espada.

CHONT-SU, la tiene atrapada por el hombro y brazo, con ese mismo brazo hasta el vientre.

Con el otro CHONT-SU acaricia el rostro y cuello de KEKI.

KEKI siente que este es su final.

CHONT-SU declara que, al igual que se ha roto su espada, se ha roto su corazón… la ama, la ama con toda su alma, pero, a veces, hay que tomar decisiones difíciles.

KEKI reacciona, trata de soltarse, ella lo va a atacar con magia.

Logra soltarse y, al tratar de darse la vuelta, CHONT-SU la ataca primero con su poder de fuego.

La fuerza de este ataque es tan potente que, lanza el cuerpo de KEKI por los aires hasta caer dentro del lago, el cuál no es muy profundo.

INKU ha frenado su carrera aterrado.

No hay manera de que ella haya podido salir con vida de eso.

Intenta contener las lágrimas y algún grito.

CHONT-SU se ve severamente molesto y dolido, lanza unos alaridos de coraje.

Al cabo de un instante, se da la vuelta.

INKU se sabe observado, no está muy lejos del lago.

Se muere de ganas de correr hacia el lago y verificar si acaso por algún milagro, KEKI no ha muerto.

Sabe que no debe moverse, pondría en peligro a OKE y a KEKI de seguir con vida.

CHONT-SU, con un semblante muy demacrado de la ira.

Pasa por un lado de INKU, él va de regreso al castillo.

Ordena a INKU ir por KEKI, deberá llevarla a sus aposentos.

Esta orden, le da un poco de esperanza a INKU de que ella aun viva.

Se dirige de manera normal hacia el lago, deseando poder ir corriendo.

INKU llega al lago, al ver el agua llena de sangre, su preocupación crece.

Las ropas de KEKI flotan por sobre la superficie, de esta manera fue fácil encontrarla.

INKU se apresura a sacarla a la superficie para que respire.

Descubre a KEKI semi- inconsciente, totalmente pálida.

Ella, tiene una herida profunda en la espalda, su mayor preocupación es que haya perforado algún pulmón.

La sangre de la joven, ha teñido el lago de color carmín.

fin de capitulo 93