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CAPITULO 92: EL FORJADOR

CHONT-SU mira hacia el lago, observa el movimiento del agua, es relajante para él.

KEKI, al llegar hasta unos 10 metros de distancia de CHONT-SU, se da cuenta de que está desarmado, puede ver su cinturón y su espada envainada en el mismo en su suelo, cerca de un árbol.

Justa en medio de la distancia entre los 2.

CHONT-SU la sabe cerca.

KEKI, tomento un respiro, toma una pausa para comenzar a hablar.

Aunque, no sabe bien cómo comenzar.

KEKI agradece a CHONT-SU por todo su esfuerzo en atenderla.

CHONT-SU mira más cerca de la orilla permaneciendo la mirada baja, serio.

KEKI declara que, sabe que no es fácil tratar de agradar a una persona y mucho menos tratar de recuperar a un amor perdido.

Pero, también le pide que entienda que, un amor que ha muerto, no vuelve a renacer en otro cuerpo.

Esto causa molestia en CHONT-SU, el cual, comienza a girarse hacia KEKI mientras se levanta.

Al voltear a verla, KEKI, observa ira y tristeza en el rostro de su enemigo.

KEKI siente algo de compasión por él.

Debe superar esta nueva debilidad que ha nacido en ella.

Hay algo en él que la hace bajar la guardia.

KEKI, luego de un instante, se concentra.

Ella reclama el hecho de que CHONT-SU haya tenido que secuestrarla de su mundo para lograrlo.

CHONT-SU en tono un poco sarcástico o animado, pregunta ¿lo he logrado?

Este sentimiento de calidez, intenta traicionar a KEKI.

Ella se sonroja, aquella pregunta fue demasiado directa y no entiende ¿por qué le alegra?

KEKI, con enojo, se cachetea a sí misma.

CHONT-SU la observa.

KEKI declara que, de ser posible, es probable que fuera el alma de su difunta esposa... al menos, esto es lo que ha estado sospechando.

CHONT-SU declara que no hay confusión.

KEKI firme asegura a CHONT-SU que, ella no es su esposa.

Pide una explicación.

¿Qué ha hecho con ella?

¿Por qué siente que hay otra alma peleando por dirigir su mente desde que llegó AL CIELO?

CHONT-SU, le regala una sonrisa, no contesta, el joven se da la vuelta para mirar de nuevo el agua.

Reitera que, no hay confusión.

KEKI es su esposa reencarnada.

El reflejo del agua se ve afectado por una corriente de aire, el cuál, mueve las flores a su alrededor.

El vestido de KEKI ondea.

No ha podido quitar esa idea de la mente de aquél hombre, es tanta la insistencia de aquella alma imaginaria que, está pensando que es muy real.

KEKI se siente presionada, de alguna forma, debe actuar, antes de que aquella alma llegue a superar su propia consciencia.

Su esposo TOIRE, sus amigos, dependen de esto.

En silencio, KEKI avanza hasta llegar a un lado de la espada, ella mira la espada, su corazón se agita.

INKU observa detenidamente a los dos.

CHONT-SU, como si leyera sus movimientos, pregunta a KEKI ¿la espada es hermosa?

¿verdad?

KEKI se siente descubierta.

Voltea a verlo, el sigue de espaldas a ella, mirando el lago.

El viento comienza a soplar con algo más de fuerza.

CHONT-SU explica que, otro de sus talentos, es forjar armas poderosas y especiales ante él, es decir, que sus armas no son capaces de matarlo o si quiera causarle daño... si es lo que ella estaba pensando.

KEKI se pone alerta, ella, en realidad, la ver la espada, si lo pensó.

Se pregunta si el es capaz de leer la mente.

CHONT-SU, se gira de su lugar y avanza hacia ella con paso decidido.

KEKI retrocede un par de pasos, siente que sus piernas le fallan.

La mirada de CHONT-SU, refleja amor y nostalgia mezcladas.

Es justo esta mirada de cariño lo que la confunde, y es justo esa mirada la que le duele ver.

CHONT-SU se agacha muy cerca de ella, toma el cinturón con la espada del suelo, CHONT-SU toma la mano de KEKI, ella lo suelta, CHONT-SU, un poco decepcionado, le pide que lo siga.

Se acerca al árbol. INKU sale del umbral, pero, se mantiene a cierta distancia.

CHONT-SU corta una manzana del árbol, extiende su mano con la espada hacia KEKI, del lado de la empuñadura, le pide que la toma, KEKI, no muy convencida, toma la espada.

CHONT-SU, jala la funda, quedando la espada al descubierto, con el filo hacia arriba.

La espada por sí sola es intimidante.

Es muy hermosa y se ve muy afilada.

CHONT-SU se parta un poco, mirando a KEKI a los ojos, CHONT-SU deja caer la manzana sobre la espada y ésta se parte deslizándose como una hoja.

KEKI lo ve fijamente a los ojos sorprendida.

CHONT-SU le devuelve la mirada.

CHONT-SU declara que, con esa mirada le roba el corazón.

KEKI se sonroja de nuevo.

CHONT-SU, se da la vuelta, con pasos lentos se dirige de nuevo al lago.

KEKI tiene la espada entre sus manos, la duda nace en ella, comienza a sudar de la tensión, siente la necesidad de usarla, ella aprieta la empuñadura, como si de una esperanza única se tratara.

INKU observa preocupado.

FIN DE CAPITULO 92