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CAPITULO 20: MARCAS EN EL ALMA

Aún no ha amanecido, TOIRE está recostado a unos cuatro metros de la entrada, recargado en una de las paredes, tapado con una manta.

KEKI duerme junto a la chica.

OKE, duerme en la parte mas cercana en la fogata apagada.

INKU permanece cerca de la entrada de la cueva, observando desde ahí a través del agua, cómo van apareciendo los primeros rayos del sol.

Que van subiendo por un costado de la montaña hasta llegar a su cima y de ahí saltar hasta llegar a la siguiente montaña.

El está muy concentrado que, no advierte que, OKE se había levantado y se está acercando hacia INKU, unos dos metros antes de que ella llegara, el advierte su presencia, ella se sonroja al saberse descubierta.

OKE advierte lo hermoso que es ver el amanecer.

Este gesto es del agrado de INKU, aunque no lo demuestra.

Mientras el voltea la mirada hacia el paisaje, piensa que OKE le ha sorprendido, el juzgaría por su apariencia que era de las personas que no apreciaban esos pequeños detalles, pero, al ver su mirada tan emotiva con solo ver el amanecer, le ha agradado mucho.

No es que la conozca, sin embargo, quizá no solo sea una chica tonta.

INKU ve que OKE regresa a su lugar y toma una bolsa de cuero, ella se la cuelga.

INKU pregunta si ¿ella va a salir?

La joven, se estira y hace un sonido de alivio, le dice que sí, ha de ir a recolectar algunas cosas para desayunar.

INKU la mira, luego de un breve silencio.

Ella se acerca hacia la salida, el, le dice que espere, la acompañará.

Esto hace que ella le regale una sonrisa.

INKU le dice que no mal interprete, después de todo, el aún está de guardia.

Entonces, inspeccionan el panorama, al notar que aparentemente no hay nadie afuera, ambos bajan de la cueva.

Caminan por la orilla, ella se interne un poco en el bosque, no muy lejos de ahí hay arbustos de moras que ya habían localizado el día anterior.

Los que habían cortado, para hoy no serían suficientes, por eso es que OKE decidió madrugar.

INKU ayuda a OKE para terminar más rápido.

El sol ya está en un buen punto para despertar a los demás, en una hora más o menos, empieza el turno de TOIRE para vigilar.

De regreso, INKU localiza un conejo entre algunos arbustos, cautelosamente se le acerca, algo despistado, al momento de que lo va a agarrar se le escapa, lo persigue haciendo que tropiece algunas veces, le está dando algo de problema, OKE va a cierta distancia detrás de INKU, al que le lanza una daga, él toma la daga y la redirige al conejo, al cual, logra derribar, INKU va hasta él, lo ha cazado.

Es un conejo grande.

Llegan al campamento improvisado, van despertando a todos menos a TOIRE y a la chica.

Acuerdan bajar a registrar la carreta, está en buenas condiciones para viajar, hay pocos víveres, pero al menos podrán descansar por un periodo.

Los caballos están pastando cerca de la cascada del acantilado.

KEKI ha preparado una fogata cerca de la orilla del río, dejaron a la chica y a TOIRE aun dormido recargado en la pared sentado.

La chica aún inconsciente, se mueve poco, tiene una pesadilla, suda frio y habla muy bajo, al tornarse un poco mal su pesadilla da un grito ahogado, esto fue suficiente para despertar a TOIRE, el reacciona ubicando el lugar donde esta (desorientado pues despertó de golpe) mira a la joven pataleando, va hasta ella y trata de tranquilizarla, ella grita asustada, los gritos se escuchan hasta afuera y más cuando abre los ojos, al ver que es un hombre el que la sujeta, por causa del terror, ve en TOIRE al hombre de la noche anterior.

Aquél que la torturó en la cueva.

Todos corren hacia la cueva.

KEKI es la primera en entrar a la cueva, ve la escena, TOIRE la sujeta mientras le dice que se calme, que ella está a salvo, más la chica no lo escucha, KEKI se acerca y le habla a la joven quien, dentro de su histeria, la logra escuchar.

La chica se calma un poco al ver a KEKI, se queda inmóvil, ella en un vago momento, la recuerda.

TOIRE suelta a la joven, más sostiene sus manos como si trajera algo malo en ellas.

KEKI ve a TOIRE algo desubicado, siendo un joven con el corazón noble, ver a la joven en ese estado, le ha afectado.

Están en la entrada de la cueva OKE e INKU.

TOIRE, siente algo de culpa de haberla tocado, debido a lo que sucedió con la chica.

KEKI en tono suave, pregunta a TOIRE si pudo dormir algo.

KEKI toca las manos de TOIRE, él, la mira a los ojos.

El reaccionando con mejor ánimo, se levanta, apartando sus manos, más tranquilo.

El comenta apenado que si, al fondo distingue la figura de INKU y él se levanta para ir a ayudar a INKU sea lo que sea que este haciendo.

INKU le sonríe, le dice que sí.

La comida no cae del cielo.

De alguna manera, el salir de la cueva representó un alivio para los dos.

(durante un tiempo la chica no soportara el contacto con ningún hombre hasta que sienta confianza en ellos).

OKE dice a KEKI que bajará a terminar de cortar las verduras.

KEKI le agradece, pronto bajará a ayudar.

OKE se va, está haciendo la sopa con las verduras y algo de carne que había en la carreta, de ahí sacaron la olla y otras cosas más.

INKU está destazando el conejo y TOIRE fue a limpiar la piel.

Dentro de la cueva esta KEKI con la muchacha, la chica aún está temblorosa y encoge su cuerpo pegando sus brazos a sus piernas, temerosa, KEKI le habla suave, le hace saber que está a salvo, la muchacha llora con más tranquilidad, KEKI solo le pide una cosa, que no se aleje de ellos.

Ella aún necesita cuidados y le dice con seriedad que, mientras ella este con ellos no habrá nadie que pueda causarle daño, nunca más.

La joven alza la mirada hacia KEKI.

La ve tan joven y con esta actitud tan fuerte que, la llena de esperanza.

FIN DE CAPITULO 20