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CAPITULO 136: EL DOLOR DE LA PARTIDA

WAPURO es la que va al frente, con pasos lentos llega hasta TOIRE, ella le extiende sus brazos a TOIRE, con un leve ruido de su bastón, hace que él abra sus ojos.

TOIRE la mira, ella lo abraza, deja que él se desahogue un poco en sus brazos.

Ella dice a TOIRE: ¿puedo?

TOIRE le cede a la niña con la poca fuerza que le queda, nunca antes lo habían visto en tales condiciones.

WAPURO toma a la niña en sus brazos, TOIRE se arrodilla para acercarse a la cama y se aferra al cuerpo de KEKI.

Al llegar los demás, está la imagen que encuentran.

Es una gran puñalada para OKE E INKU, quienes son más cercanos a ellos.

NEMU está muy dolida, FALCOR la consuela.

NAIFU también busca el abrazo de su padre, KIRO.

El rey llora en silencio, con mucha tristeza.

La maldición de la sangre los persigue.

Tiene miedo de que, esto alcance a NEMU.

WAPURO, al fin habla, ella dice que lo ayudarán a cuidar de la niña.

OKE se acerca a TOIRE, se arrodilla junto a él y lo abraza, INKU, pone su mano en el hombro de TOIRE en señal de apoyo.

INKU, si siente muy triste, vivió demasiadas cosas con ella, aun en los momentos difíciles.

Le cuesta trabajo creer que todo termine así, además, no sabe lo que pasará con su mejor amigo.

TOIRE está totalmente devastado, indefenso.

Él jamás lo había visto así, tan destrozado, como si hubiera perdido el deseo de vivir.

Y la niña, que, desde el vientre de su madre, dio muestras de su gran poder, incluso más del que poseía su madre, eso es la muestra de que posee un poder gran poder supremo, después de todo, es la hija de CHONT-SU, de cuando estuvo poseída por el alma de AMELIA y por KEKI, heredando el poder de la PRINCESA DE LOS MIL AÑOS.

No será una tarea fácil cuidar de ella.

Y sin un padre que la guíe…

Ellos lo harían como si fuera su propia hija, pero, no desea perder a su mejor amigo.

TOIRE ha permanecido en silencio.

OKE ha contenido sus lágrimas, ella desea ser fuerte para apoyar a su amigo, aunque, por dentro, al igual que INKU, tiene el corazón encogido de dolor.

WAPURO, al ver la situación de TOIRE, con respeto y seriedad, dice que ellos se encargarán del funeral y… (como TOIRE no ha respondido nada, ni si quiera ha reaccionado, WAPURO siente que, él, no está en condiciones de quedarse con la niña) ella se llevará a la niña.

TOIRE reacciona con ansiedad, mira a WAPURO, esto si lo escuchó.

TOIRE, con un hilo de voz que se irá haciendo más fuerte, dice a WAPURO que, eso no es posible.

Él es el padre de esta niña, él será quien cuidará de ella.

Los demás no están muy convencidos de esto.

TOIRE, reitera que, él pactó con KEKI que, esta niña es tan suya como lo era de ella, esto es lo único que le queda de su amada esposa, el hecho de no ser su padre biológico, se compensa por ser el padre que la ha estado esperando todo este tiempo, el que la ame y la cuide por sobre todas las cosas.

Con una mano extendida hacia WAPURO, TOIRE, incorporándose, se gira hacia ella, le pide que por favor, le devuelva a su hija.

La niña reacciona, comienza a llorar.

WAPURO lo observa con cuidado, puede ver la ansiedad de él por calmar a la niña.

WAPURO piensa que, esta niña es su único consuelo.

Le cede a la niña, TOIRE, entre nuevas lágrimas, le habla a su hija, la niña, al escuchar la voz de su padre, deja de llorar y chupa de nueva cuenta sus deditos.

OKE al ver que tiene hambre, va hasta la cocina, ella pregunta a ESU si de casualidad ha comenzado a lactar.

ESU dice que todavía no. OGLAE recuerda que en el establo tienen una cabra.

Él toma una jarra y se marcha hacia el establo, va a ordeñar a la cabra.

TOIRE, jura a WAPURO que, va a cuidar a su hija y que KEKI estará orgulloso de ellos, sabe que, algún día, estarán juntos de nuevo y podrá contarle todos los momentos vividos al lado de su pequeña hija.

Él, trabajará duro para verla convertida en una gran mujer, una mujer feliz.

Con un nudo en la garganta, hace una pausa.

Se disculpa, solo pide un momento para llorar.

Al poco rato, OKE regresa con TOIRE, le pide que le permita cargarla para darle de comer, OGLAE ha traído la leche.

Con ayuda de un tallo hueco, tapando uno de los lados, OKE retiene leche y la coloca en la boca de la niña.

La niña ávidamente bebe la leche.

Esta operación la repite un par de veces.

TOIRE se acerca, limpiándose las lágrimas, se dice así mismo que, deberá aprender muchas cosas.

Ahora es él quien da de comer a su hija que está en brazos de OKE.

La pareja se quedará por unos días para ayudar a TOIRE con esta nueva forma de vida.

OGLAE Y FALCOR están haciendo un ataúd para KEKI, quien ha permanecido en la cama, solo que, han limpiado la casa y el cuerpo.

TOIRE se ha encargado de vestirla con un vestido blanco.

La abraza y la besa al terminar.

TOIRE le habla, le dice que su hija está muy bien, come demasiado y gusta de dormir jalando el cabello de TOIRE, el día de mañana será la última vez que pueda verla.

Le pide que los espere, si todo va bien, tardarán muchos años antes de volver a verse.

ESU, desde la cocina, puede escuchar las palabras de TOIRE, siente tristeza, ella mira hacia el cielo.

En la cocina, ESU, tiene a la niña, dentro de una canasta con paja y una sábana, se encuentra dormida.

OKE fué al pueblo a conseguir un mamotreto para la niña, facilitando así su alimentación.

Es un día parcialmente nublado, el viento empuja lentamente las nubes.

En la casa, se han quedado OKE, INKU, ESU Y OGLAE.

Los demás, volverán con sus familias, al velorio de KEKI.

INKU Y OGLAE han formado el altar donde, pondrán a KEKI en el velorio, hecho esto.

Se disponen a hacer un hueco en la tierra para enterrarla después.

Ambos, se sienten consternados con la situación, en realidad, no lo esperaban, es tan poco creíble la forma en que todo se desarrolló que, parece un mal sueño.

OGLAE habla de ESU llorando en la noche, teme que se ponga mal en cualquier momento.

INKU piensa que OKE, ella por ahora está ayudando en el cuidado de la niña, pero, siendo tan sensible, puede quedar afectada.

Era una amiga muy querida, siente que ella, no le ha sido sincera en cómo se siente, ya que, desde aquello.

No ha derramado ni una lágrima.

En verdad, le preocupa. Los dos siguen trabajando, hace mucho calor afuera a pesar de estar algo nublado.