webnovel

CAPITULO 128: RECONOCIMIENTO

TOIRE Y KEKI llegan a una habitación grande y lujosa que les habían reservado para después de la boda, para su luna de miel.

Es lujosa, con muebles de madera labrada, la cama tiene techo y cortinas de velo, están cerradas a cada lado de la cama, sólo las de un costado están sujetas con un listón, en la cabecera está el sello de CHOSEN con letras de oro.

Esta fuera la antigua recámara de la PRINCESA SATORI.

Las cortinas del cuarto son tan grandes como sus ventanales.

KEKI y TOIRE están aun de pie, TOIRE es el primero en dejar sus armas en la mesa de la habitación.

KEKI lo observa, luego de que TOIRE se sienta en un sillón cerca de la mesa, ella se va a sentar a la cama, se siente muy cansada, TOIRE también lo está, más que nada, ambos, emocional que físicamente.

Al ver que ella se recuesta luego de sentarse, TOIRE se aproxima a ella para desatar los zapatos, ella, al sentir que TOIRE comienza a desatar sus zapatos, ella se endereza.

Lo observa, él está serio, su rictus es mas amable y tranquilo, ella piensa que, TOIRE es un hombre muy fuerte emocionalmente, ha pasado por mucho y aun así se preocupa por pequeños detalles.

KEKI, acaricia el rostro de TOIRE.

Con preocupación, sin dejar de mirarlo, ella pregunta a TOIRE: ¿estaremos bien?

TOIRE mientras termina de quitarle los zapatos, con la mirada baja, dice que sí… lo estarán.

KEKI: ¿cómo lo sabes?

TOIRE se pone de rodillas frente a ella, la mira a los ojos, toma su mano.

TOIRE pregunta a KEKI con mucha seriedad: KEKI… tú, ¿me amas? ¿me amas de verdad?

KEKI llorosa le dice que si, está sonrojada, aguantando el llanto.

TOIRE dice que, si han logrado vivir hasta ese momento es porque su amor los ha protegido.

KEKI está a punto de llorar.

TOIRE ama a KEKI y es por esto que ha decidido vivir su vida a su lado.

KEKI pregunta con voz algo apagada: ¿has olvidado que ya no poseo virtud que entregar a mi esposo?

Aparte, no pueden olvidar que, hay un ser dentro de ella y es claro que es un hijo que no lleva su sangre.

KEKI llora.

TOIRE la abraza y limpia sus lágrimas con besos en su rostro.

KEKI lo mira un poco sorprendida.

TOIRE dice que, si ella lo ama de verdad… si lo ama con toda su alma, será capaz de entender que, él no puso requisitos como ese antes de casarse con ella y ahora tampoco.

Él, no recuerda haber exigido una virtud como esa.

Sólo puede estar seguro de algo… si él, fue el que sucumbió ante aquellas mujeres, hermanas de LUNA y con la misma LUNA, es como si hubiese sido planeado por CHONT-SU, sólo así lograría que TOIRE comprendiera por lo que KEKI pasó.

Quizá, si no hubiese sido así, él no hubiera podido comprenderla con esta profundidad.

Además, lo que sucedió con LUNA, como con CHONT-SU, tampoco fue voluntario, entonces, él también quedaría mal parado frente a ella, dado que, él tampoco tiene virtud que entregarle a su esposa, la perdió en brazos de otra persona, pero, ni por un segundo ella puede pensar que no la ame.

TOIRE, por KEKI, hará hasta lo imposible.

Le pide que, por favor, le deje ser el padre más amoroso para su hija, le pide que la deje ser tan suya como de él.

KEKI no puede evitar el llanto, profundamente agradecida y se siente tan amada por TOIRE que, ya no se siente tan culpable.

KEKI, se disculpa con TOIRE, por haber sentido amor por CHONT-SU, no solo fue AMELIA, ella misma lo sintió.

Esto entristece a TOIRE, como si su mundo se acabara, pero, está consciente de todo.

Comprende un poco lo que KEKI dice, él mismo también desarrolló un sentimiento por LUNA.

El declara que supo muchos detalles porque, habló con INKU y él le contó sobre su estadía en el castillo.

De hecho, TOIRE se siente celoso, él mismo cree que, de haber sido él quien fuera llevado en lugar de ella, tampoco hubiera podido evitar querer a ese hombre.

De la misma manera, en que él, ha desarrollado cariño por LUNA y por su hijo no nacido.

KEKI, lo abraza un poco desesperada, no puede evitar sentir un poco de miedo, de que, TOIRE termine decidiéndose por su hijo legítimo, se siente egoísta al permitir que él se quedara junto a ella.

TOIRE le acaricia el cabello y le promete que todo estará bien.

Poco a poco KEKI deja de llorar, se disculpa por su debilidad, el miedo la había controlado.

TOIRE, con una leve sonrisa, le da unos pañuelos, le dice que debe limpiarse esos mocos.

Por un momento, la hace reír.

TOIRE, se incorpora sobre ella y la besa, KEKI en un principio, está un poco tensa, puede sentir el calor de los labios de TOIRE, sus ansias por tenerla cerca, TOIRE va recostándola mientras la besa, KEKI lo abraza con una de sus manos en su espalda y la otra en su nuca, donde se enreda el cabello de TOIRE, se pierden en los besos, relajando su mente, perdidos en las sensaciones que apagan su sed de tranquilidad.

Mientras TOIRE besa a KEKI con pasión algo subida de tono, deslizando su mano por la cadera de KEKI, ella, jala el listón que detenía las cortinas y ésta se va cerrando.

TOIRE dice con ansias a KEKI: ¿puedo?

KEKI responde agitada: debes…

La noche ha sido larga.

OKE e INKU están dormidos, recostados en la cama, abrazados… al menos eso es lo que piensan, cada uno por su lado, no ha podido dormir, pero, se mantienen quietos para no despertar al otro.

En la habitación de TOIRE Y KEKI, están los dos, abrazados, muy quietos, con ella recostada en el pecho de él.

Es un sentimiento extraño.

Necesitaban fundirse en un solo ser para calmar sus ansias, sus temores.

Ahora que, han consumado su matrimonio, las sensaciones que sienten, dan un poco más de miedo.

Ella no puede evitar comparar esta sensación con la que sentía con CHONT-SU después de hacer el amor, cuando platicaban, el sentir su respiración, su olor… es diferente.

TOIRE también se siente igual…

Tantas veces que compartió la cama con aquellas mujeres… con LUNA, él se sorprende al acariciar el cabello de KEKI, la sensación de su cabello, es totalmente diferente.

Siente un hueco en el estómago, es una sensación diferente, hay algo de temor, nunca sintió duda de su decisión de quedarse con ella.

Solo que, es algo nuevo para él.

Sin duda, ambos piensan que, tienen mucho camino por recorrer.