CAPITULO 118: SUEÑOS

OCEANÍA, se apresura a tomar del cabello a TOIRE y lo besa con un poco de fiereza, él, al no saber de lo que trata, por un momento, trata de resistirse, luego de unos instantes, TOIRE suelta el cuerpo, ha quedado inconsciente, INKU se apresura a ayudar a OCEANÍA a retener el cuerpo de TOIRE a bajarlo lentamente, ella no lo ha soltado, aun lo besa, el color de la piel de TOIRE se ha hecho pálida.

INKU pregunta sino piensa matarlo.

OCEANÍA continúa un momento más.

Al separar su rostro de TOIRE, pueden ver con angustia que, ojeras profundas y unos labios amoratados ha dejado la marca de OCEANÍA.

Ella, al ver la preocupación de sus amigos, les explica que, TOIRE, aún vivirá.

Sólo los mortales tienen acceso al mundo de LA OSCURIDAD además de ellos, a los que, si su padre lo desea, puede bloquearlos, pero, a un alma expuesta, no.

TOIRE, se encuentra en un estado de alma expuesta, dejando su cuerpo como un envase vacío… las almas de los humanos no pueden ser detenidas ni por el poder de su padre.

TOIRE, se encuentra dentro de una oscuridad perpetua, le parece que va cayendo en el vacío, poco a poco abre sus ojos, puede ver que solo hay oscuridad.

OCEANÍA, explica que, el caso de KEKI es diferente, ella no es mortal del todo, al menos, en este momento en que fue raptada, no lo era.

El hecho de que su padre se la haya podido llevar… fue para que el poder llegar a ella fuera inaccesible.

Sabe que el alma de AMELIA no está completa, al menos, desde que KEKI fue embarazada, ya no está completa, parte de ella, vive dentro de ese bebé.

El hecho de que ese bebé haya podido sanar el cuerpo de la madre sin haberle causado algún daño severo, fue porque, el alma de AMELIA estaba presente, de no haber sido así, hubiera sido perjudicial para KEKI, que sí es mortal.

OCEANÍA pide no ser interrumpida, todos deberán cuidar de ella en caso de que sean atacados, ella guiará a TOIRE hasta KEKI.

Con ayuda de INKU, colocan a TOIRE con su cabeza en el regazo de OCEANÍA, ella le habla al oído.

La voz de OCEANÍA llega hasta TOIRE dentro de aquella oscuridad, como si una ráfaga de luz llegara a él desde lo alto, TOIRE estira su mano hacia la luz.

En aquella oscuridad, se escucha cómo cae una gota de agua que resuena en todo aquél espacio.

El espacio total se cubre de agua y TOIRE cae dentro de él.

Mientras va cayendo bajo el agua, escucha la voz de OCEANÍA advirtiéndole que, si TOIRE muere dentro de aquél estado de su alma expuesta, no podrá volver a su cuerpo, entonces, morirá en la vida real.

TOIRE reacciona, nada hacia arriba, puede ver la luz en la superficie.

Nada con todas sus ganas y, al llegar a la superficie.

El espacio de agua se rompe, TOIRE se encuentra dentro de un camino de luz dentro de toda la oscuridad.

El trata de orientarse volteando a todas direcciones, puede ver que los caminos se alejan y se conectan con otros.

OCEANÍA le recuerda que, si él fracasa, KEKI se quedará sola y no podrá volver con ella.

OCEANÍA pide la atención de todos, con mucha seriedad, advierte que, YUEL dará una prueba difícil de pasar… todos y cada uno de ellos, son un punto clave para que TOIRE pueda llegar hasta KEKI, esto se debe a la conexión de los lazos afectivos que hay entre todos, la fe logra traspasar mundos, la prueba es que ellos están aquí.

OKE pregunta a OCEANÍA: ¿por qué los ayuda?

OCEANÍA con algo de resignación, contesta: no te confundas… no los estoy ayudando a ustedes… en realidad, lo que hago es pagar mi penitencia… por el hecho de haber protegido a mi hija, permití que mis hermanos fueran tratados vilmente, por el temor de que la mataran… mi cobardía dejó que todas las consecuencias los alcanzaran… incluso ahora a ese bebé inocente al que le espera un final trágico.

ESU: ¿trágico?

OCEANÍA: es parte del legado de un ángel.

WASHI tenía razón, lo que hice, no es diferente a lo que mi padre hizo… una penitencia más a la lista.

Mientras TOIRE sigue caminando a paso rápido por uno de los caminos de luz en el que aparentemente lo lleva a la nada.

OCEANÍA prosigue: Amé mucho a mi hermano y le ha roto el corazón la manera en que CHONT-SU amó a KEKI, aún después de su muerte… ella supo que la amó tanto por ser AMELIA, terminó enamorándose de KEKI también, caso raro en un hombre tan fiel como CHONT-SU… por eso… ella tiene el deber de protegerla también, eso es todo.

Ahora deben callar, TOIRE ha encontrado un camino.

OCEANÍA se concentra de lleno en TOIRE, ella visualiza lo que TOIRE está mirando.

OKE se abraza a INKU, sin duda, son los amigos más cercanos de la pareja.

En la dimensión de EL CIELO, LUNA está junto al pozo, ella ha sacado agua del mismo y camina lentamente hacia su casa, el embarazo de ella está en estado avanzado debido a su especie, el lapso de gestación es corto en comparación con los humanos.

En un momento, ella siente miedo al ver que, bajos sus pies, se abre un abismo negro que se la traga.

TOIRE observa por un lado del camino al sentir unas sombras, la curiosidad es potente, llaman su atención, así que, se asoma hacia abajo, puede ver que las sombras, ahora que las ha visto, se pueden alzar por la orilla del camino y tratan de alcanzarlo.

TOIRE se aleja y corre para tratar de avanzar lejos de aquellas sombras, no sabe con certeza, pero, no es fácil imaginar que, si cae del camino, estará muerto.

OCEANÍA, con sus ojos cerrados, narra que TOIRE ha entrado al purgatorio, donde las almas que yacen en el camino por no poder alcanzar la paz, vagan eternamente en lamentos.

También todos aquellos que no lucharon por nada en el mundo… es decir, despojos de almas fracasadas.

TOIRE, al sentir algunas manos, se asusta, reacciona separándose de la orilla, tratando de centrarse todo lo posible.

Él, se gira sobre sus pasos, al ver hacia atrás, todo el camino recorrido se ha borrado, solo hay oscuridad, hacia un lado, se ha abierto otro camino de luz, alcanza a ver una luz lejana, TOIRE se dirige hacia allá.

fin de capitulo 118