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Capítulo 8

El sol de la mañana brillaba en todo su esplendor, con un ambiente caluroso y sin rastros de viento, chocando contra el campo de entrenamiento, donde los estudiantes de primero se preparaban para entrenar. La profesora Irene los formó en grupos de dos para comenzar a trotar por todo el campo.

—Hoy es un buen día para entrenar —dijo la profesora Irene mientras se cubría el rostro del sol con las palmas de sus manos.

—¿A esto le llamas "un buen día"? ¡Demonios! —murmuró Lili.

Los demás estudiantes también murmuraban y se quejaban, cubriéndose del sol.

—Otra cosa, este entrenamiento servirá para la resistencia física, por eso, no pueden usar su elemento, ya que se consideraría trampa —mencionó la profesora Irene mientras levantaba el brazo, mostrando el dedo índice—. Dicho todo eso, ¡comiencen a correr!

Todos, en vez de correr, comenzaron a trotar, siguiendo el ritmo de los primeros de la fila. Aún se escuchaban murmullos de los estudiantes quejándose del sol y del entrenamiento. Luego de 9 vueltas la mitad de los estudiantes comenzaron a cansarse demasiado por el sol el resto aun seguían trotando sin mostrar cansancio.

—¡Vamos, vamos, corran, eso es! —dijo la profesora mientras aplaudía para alentarlos.

—¡Tengo demasiada sed, no aguanto más! —exclamó uno de los estudiantes.

—¡Un hermoso día para estar en la playa con hermosas mujeres! —gritó otro, tratando de aliviar la tensión con humor.

—Profesora, ¿Cuántas vueltas daremos? —preguntó alguien más, visiblemente agotado.

—¡Estoy al límite...! —se quejaba otro estudiante mientras trotaba.

Entre los tropiezos y el agotamiento de los estudiantes, el grupo de Aurora se acercó a los hermanos, tratando de seguir el ritmo y poder charlar.

—¿Estás bien? Ayer te vimos un poco raro —preguntó Aurora.

—Sí, no se preocupen, solo fue por desvelarme —respondió Ash—. No creí que me afectaría tanto, jaja —dijo mientras se rascaba la cabeza con nerviosismo.

—Chicos, ¿por qué sus rostros están como tomate? —preguntó Freya, mirando los rostros de Ash y Kai.

—¡Pero qué pregunta es esa! ¿No ves que hace demasiado calor? —respondió Kai.

—Bueno, perdón —dijo Freya.

Cuando ya iban por las veinte vueltas, solo se podía observar a diez estudiantes trotando; el resto estaba en el suelo, muertos del cansancio, y otros sentados. Al ver eso, la profesora comenzó a gritarles que debían proseguir y que solo podían descansar si ella lo decía. Luego de dos horas corriendo...

—¡Excelente! Ahora vengan aquí —gritó la profesora Irene.

—Bueno, queridos alumnos, hoy era correr hasta más no poder, pero veo que se guardaron eso y comenzaron a trotar. Recuerden que esto lo haremos durante todo el semestre —mencionó la profesora Irene.

—¿Y por qué haremos eso, profesora, si mi especialidad es lanzar hechizos? —dijo uno de los estudiantes.

—Muy buena pregunta. ¿Cuál es tu nombre? —dijo la profesora Irene.

—Amadeo Kaze —respondió con nerviosismo.

—La importancia de entrenar la resistencia, tanto física como mental, es porque al usar su elemento, el desgaste no es normal. Cuando estén en un combate real, especialmente si eres un hechicero, dependerás de tu elemento, y al usarlo durante mucho tiempo en combate, te sentirás cansado. Si no estás preparado, ni siquiera podrás levantarte —respondió la profesora Irene sin apartar la mirada de Amadeo.

—¿Y eso aplica a todos? —preguntó Amadeo.

—Sí, a todos por igual. Lo mejor para cada uno es entrenar mucho, claro, sin olvidar el entrenamiento con sus elementos. Mi mejor manera de entrenar siempre será por separado. Aunque muchos usan su elemento en todo momento, ese no es mi caso.

La profesora Irene seguía respondiendo a las preguntas de sus estudiantes, mientras distraídos, Ash y Kai conversaban.

—¿Lo notaste, verdad? —le murmuró Ash a Kai con el rostro rojo como un tomate.

—¿Qué si lo noté? ¡Simplemente no dejé de ver! Por favor, que siempre se vistan así —respondió Kai, cerrando los ojos mientras soñaba que entraba al cielo y le abrían la puerta.

—Cambio de planes... tendremos que ir al vestuario de mujeres... es para una investigación —dijo Ash.

—Apoyo tu investigación, hermano. Te juro que te ayudaré a terminar esa investigación... —dijo Kai, mientras le sangraba la nariz.

—Qué bonito es la hermandad y qué pervertidos de su parte —murmuró Lili con el rostro lleno de asco, mirándolos.

—Esa investigación es muy importante para mí, eso me hará más fuerte. No me juzgues —dijo Ash con una mirada llena de orgullo.

—Si es algo importante para mi hermano, yo lo apoyaré sin importar qué —dijo Kai, mientras se miraban mutuamente con Ash.

—Entonces, creo que apoyarás a tu hermano a barrer toda la academia, ¿verdad, pervertido? —dijo la profesora Irene, apareciendo de repente detrás de Ash.

—Hermano... es momento —dijo Kai.

—Claro que sí. ¡Profesora, ¿Qué es eso?! —exclamó Kai, señalando hacia la academia.

—¿Dónde? —respondió la profesora Irene, mirando hacia donde le habían señalado.

—¡Corre! —gritó Ash.

Los hermanos comenzaron a correr, aprovechando la distracción de la profesora, pero Lili y Freya les pusieron el pie, haciéndolos caer al suelo. Mientras estaban en el suelo, ellas comenzaron a patearlos y a gritarles "¡Pervertidos!", al tiempo que la profesora Irene los arrastraba hacia la academia, diciendo que la clase había concluido.

Después de un largo rato, los soltaron y la profesora les dijo que fue gracioso, pero que no hablaran así frente a los demás estudiantes.

—Qué pena... la investigación no será hoy —dijo Ash.

—No te preocupes, esa investigación se hará en el futuro —respondió Kai con una sonrisa.

—Bueno, ahora vámonos a la biblioteca que necesitamos aprender más —mencionó Ash.

Una vez se dirigieron a la biblioteca, agarraron los mismos libros para poder estudiar.

—Buenas tardes, hermosa Nix. Hoy es un buen día para leer, ¿verdad? ¿Quieres que te acompañe? —dijo Kai con una sonrisa coqueta.

—No le hagas caso a mi hermano. Si te aburrías, mejor vayamos a comer los dos y hablemos —dijo Ash, peinándose hacia arriba con la mano.

—¡Hey, no se vale! Yo la invité a salir primero —protestó Kai.

—Que yo recuerde, ella nunca aceptó dicha invitación, querido hermano —dijo Ash con una sonrisa de victoria.

—Disculpen... si saben que están hablando de mí justo al lado, ¿verdad? —mencionó Nix con una sonrisa llena de incomodidad.

Ash y Kai se comenzaron a mirar fijamente tratando de ganar el contacto visual, a lo que Aurora entrando a la biblioteca miro todo y se sintió incomoda por parte de Nix y ella comenzó acercarse y jalar a los hermanos hacia su mesa donde estaban las demás chicas.

—Cuanto lo siento, me encargare de ellos hacia, nuevamente lo siento—dijo Aurora mientras se alejaban de Nix.

—jaja no te preocupes, muchas gracias—respondió Nix.

una vez estando en la mesa Aurora hizo que ellos se sentaran.

—Hola nuevamente par de pervertidos—dijo Lili.

—Lo que estaban queriendo hacer no tiene nombre, qué vergüenza —mencionó Freya, tapándose el rostro con las manos.

Cuando Aurora estuvo a punto de hablarles, Ash la calló levantando el dedo índice.

—Eres mi hermano y todo, pero esa hermosa mujer no se fijaría en alguien como tú —pensó Ash.

—Eres mi hermano y todo, pero no permitiré que coquetees con mi futura esposa —pensó Kai mientras ambos se miraban fijamente sin parpadear.

Mientras estaban viendo quién parpadeaba o quitaba la mirada hacia el otro, Lili, de tanto enojo por ver semejante tontería, se levantó y les golpeó con fuerza a los dos en la cabeza. Ellos reaccionaron al dolor.

—Dejen de hacer el ridículo y escuchen lo que Aurora quiere decir —dijo Freya.

—Está bien —dijeron los hermanos mientras se rascaban la cabeza por el dolor.

—Chicas y pervertidos, me enteré de que la profesora hará los entrenamientos más duros que como los hacía con otros estudiantes, así que hay que estar preparados —dijo Aurora antes de sentarse.

—¿Y tú cómo lo sabes? Hace unos días que ingresamos a la academia, ¿o será por nues...? —dijo Kai antes de ser interrumpido por Freya.

—No, para nada. Es porque la escuché en el pasillo mientras hablaba con otros profesores, así que nosotros somos los únicos que sabremos —respondió Freya.

—Magnífico, a nosotros nos gustan los retos difíciles —dijo Ash con mucho orgullo.

—Entonces sigamos leyendo más sobre los elementos para poder practicar fuera de clases uno de estos días —mencionó Aurora.

—Me parece una buena idea —respondieron Ash y Lili.

Mientras los demás seguían leyendo y respondiendo a preguntas que no sabían, nuevamente Ash se distrajo leyendo el libro que contenía la historia de este mundo, o eso parecía.

—No entiendo, mi padre dijo que antes no había guerra y todos eran unidos... y este libro dice que siempre lo estuvieron y que simplemente hicieron un tratado de paz entre los cinco reinos. También dijo que esa explosión donde murieron los héroes más fuertes fue provocada por unos dioses desconocidos. Aquí dice que esa explosión fue un suicidio de los héroes. No tiene sentido ni lógica, eran los más fuertes, ¿suicidarse? ¿Por qué lo harían y no se menciona a dioses o criaturas en el cielo? ¡No entiendo nada! —dijo Ash en sus pensamientos. Mientras más leía, más dudas y preguntas surgían.

Y así pasó el resto del tiempo, mientras los demás leían y practicaban, Ash estaba tratando de entender el libro y la historia que le contó su padre. Al mismo tiempo, decía que sí entendía a los demás para que pensaran que todos estaban practicando. Fue en ese entonces cuando los días pasaban y Ash comenzaba a distraerse demasiado con el libro. En los entrenamientos, sin querer, comenzaba a destacar entre los mejores corredores. La profesora los sometía a entrenamientos que incluían mover rocas, nadar en el lago cercano a la academia a pesar de la presencia de monstruos, intentar vencer a un oso sin usar sus elementos y muchas otras pruebas que ella consideraba fáciles. En todo esto, Ash se destacaba junto con otros estudiantes, mientras Kai se preguntaba por qué lo hacía. ¿No era su plan todo lo contrario? Meses después, la relación entre Kai y las chicas comenzó a fortalecerse, al igual que la de Ash, aunque este último estuviera distraído por encontrar respuestas sobre la historia de este mundo. Quería entender si existían dioses u algo de ese estilo, para saber por qué llegó aquí, quién lo trajo y por qué. Todo esto lo tenía intrigado, dejando de lado su objetivo inicial en esta academia junto a su hermano.

—Bueno, este es un pequeño calentamiento. Preséntense y comiencen a batallar —dijo la profesora Irene.

—Me llamo Amadeo y hoy seré tu rival. Por favor, no te contengas —dijo Amadeo mientras agachaba la cabeza en saludo.

—Soy Ash, un gusto. Igualmente, no te contengas —respondió Ash, agachando también la cabeza para saludarlo.

Comienzan a alistarse para el combate. Amadeo corre hacia Ash gritando e intenta golpearlo, a lo cual Ash se agacha con mucha velocidad y golpea su estómago, terminando así el combate.

—Vaya... A pesar de notar que está pensando en otra cosa, fue capaz de esquivarlo como si nada y terminar el combate con un solo golpe —pensó la profesora Irene—. ¡El siguiente! —gritó.

—¿Crees que gane? Ese sujeto le gana en estatura y músculos —mencionó Lili.

—Pase lo que pase, espero que con esta paliza se le quite lo pervertido —respondió Freya.

—Jajaja, vamos chicas, él podrá. A darle ánimo si pierde —dijo Aurora.

Kai, nervioso, se acercó a Kenjiro, lo miró hacia arriba, saltó y quiso darle un golpe en el rostro. Kenjiro, sonriendo, lo detuvo con la mano, lo agarró fuerte y quiso darle un golpe en el estómago aprovechando que estaba en el aire. Kai pateó el brazo y este lo levantó, cambiando la dirección del golpe. Kai logró zafarse y retrocedió. Los dos, sonriendo, corrieron uno hacia el otro y comenzaron a darse puros golpes como si de boxeo se tratase, esquivando y golpeando con mucha velocidad, apostándolo todo con un golpe. Kenjiro, con una sonrisa, murmuró: "Ya me aburrí", y golpeó el rostro de Kai con mucha velocidad y potencia. Aunque Kai pudo detenerlo cubriéndose, no impidió el impacto y voló muy lejos.

—Esplendido, los siguientes!—dijo la profesora Irene.

Las chicas, junto a su hermano Ash, se acercaron y dieron ánimos al hermano, aunque este haya perdido estaba feliz. Ash aún seguía comportándose así porque seguía muy enfocado en ese libro. Luego, comenzaron a pelear las chicas y ganaron con facilidad. La profesora Irene mencionó que en la siguiente clase harían otro entrenamiento, pero esta vez se podía usar su elemento y el arma que usen. Después de eso, se dirigieron a la biblioteca para seguir estudiando. Kai intentaba tener una cita con Nix, a lo cual ella siempre lo rechazaba. Hoy tampoco sería una excepción, pero él dijo que nunca se rendiría. Regresó a su asiento, pero esta vez alguien nuevo se acercó al grupo.

—Disculpen, ¿podría unirme y estudiar con ustedes? —preguntó Amadeo, agarrándose las manos nerviosamente.

—¡Claro, por qué no! ¿Quién eres? ¡Disculpa! Ha ha —respondió Aurora.

—Mi nombre es Aurora Lune —mencionó Aurora.

—El mío es Freya Mizuki —dijo Freya con voz tímida.

—Yo me llamo Lili Nakamura, y estos dos que ves son unos pervertidos. Te recomiendo no juntarte con ellos —mencionó Lili mientras apuntaba a los hermanos.

—¡Oye! Eso no es verdad. Nosotros no somos ningún pervertido. Simplemente estábamos en una investigación muy importante y todo fue una coincidencia. Por cierto, mi nombre es Kai Starwind, y él es mi hermano, Ash Starwind. Ahora está en modo automático —dijo Kai mientras miraban a Ash leyendo el libro que estaba a punto de terminar.

—Bueno, ¿en dónde nos habíamos quedado? —dijo Aurora.

—La profesora dijo que toda esta semana nos hará practicar entre nosotros para prepararnos para el torneo que se viene dentro de unos meses —respondió Amadeo.

—Lo siento chicos, no me siento bien otra vez. Iré a descansar un rato. Nos vemos mañana —dijo Ash mientras se levantaba de la silla y se iba.

—Está bien, no te preocupes Ash. Mañana te diremos los detalles —dijo Aurora.

—Muchas gracias. Con su permiso —dijo Ash mientras se iba.

—¿Todo bien con él? Lo noté raro —mencionó Amadeo.

—Tranquilo, estas semanas estuvo así, pero mi hermano está bien. Más tarde le preguntaré qué le pasa —respondió Kai sonriendo.

Ash estaba caminando hacia su cuarto, pensando en muchas cosas

—Este libro dice que solo conocieron a diez usuarios que pudieron dominar todos los elementos, pero que al poco tiempo perdieron toda esa habilidad y solo podían usar magia oscura o magia luz. ¿Será... que acaso no serán esas llamadas Elemento oscuro y Elemento luz? —dijo Ash en sus pensamientos.

—Ahora que llegué intentaré una cosa que se me ocurrió —pensó mientras abría la puerta de su cuarto.

Ash cerró la puerta y se sentó en el suelo mientras meditaba, con las manos juntas como si tratara de agarrar un balón. Entre sus pensamientos, primero imaginó el fuego. De la nada creó una bola de fuego entre sus manos, luego cambió al agua, tierra, hielo y, por último, cambió a una bola de viento. Pero esta vez, alrededor de él hubo mucho ventarrón que hacia volar las cosas del cuarto y cuando estaba a punto de conectar con ese elemento, la bola explotó y Ash se desmayó.