Matar a dos grandes genios

```

Jiang Taichong se paró frente a Lu Ming y Wang Yan se apresuró desde atrás.

—¡Lu Ming no tenía dónde correr!

Sin embargo, en ese momento, la expresión de Lu Ming era extremadamente calmada. De hecho, incluso había un destello de intención de matar.

—¡Algo anda mal! —Por alguna razón, el corazón de Jiang Taichong de repente dio un salto. Tenía una inexplicable sensación de crisis, pero no pudo descubrir de dónde provenía esa sensación de crisis.

¿Lu Ming? Imposible. El nivel de cultivación de Lu Ming no era partido para ellos en absoluto.

Wang Yan ya se estaba acercando.

En ese momento, Lu Ming dio un paso pesado hacia adelante. Densas inscripciones aparecieron en el suelo y surgieron unas cuantas formaciones grandes.

—¿Quieres lidiar con nosotros estableciendo instantáneamente una formación? ¡Sueña! —Wang Yan se rió fríamente, pero en el siguiente momento, su expresión cambió drásticamente.