La llegada del Marqués campeón

El rostro de Lin Xueyi era extremadamente sombrío.

—Lin Xueyi, he oído que Feng Wuji es el discípulo del que más te enorgulleces. ¡Te dejaré ver cómo tu discípulo muere delante de ti! —Qiu Wuyang se burló.

En este momento, no tenían prisa por atacar. Querían que Lin Xueyi viera cómo Feng Wuji era asesinado. De esta manera, la mente de Lin Xueyi quedaría destrozada y sería más fácil matarla.

—Feng Wuji, hoy será tu día del juicio final.

El largo cabello de Duanmu Lin ondeaba al viento y estaba lleno de ánimo. Toda su persona irradiaba un aura de supremacía.

Sus ojos brillaban y estaban llenos de arrogancia.

¡BOOM!

Duanmu Lin lanzó otro sablazo y la Luz del sable era extremadamente aguda. Feng Wuji hacía todo lo posible por defenderse, pero estaba gravemente herido y no era rival para Duanmu Lin. Su cuerpo salió disparado como un cañón y una larga herida apareció en su pecho.

—¡Wuji! —exclamaron unas voces.