La luz brillante se oscureció mucho más de inmediato después de entrar a la Torre de Refinamiento de Qi del Cielo Ardiente. Xiao Yan levantó su mirada solo para ver que Su Qian se detuvo en ese lugar pareciendo estar esperándolos.
Su Qian le sonrió a Xiao Yan cuando vio que fue el primero en entrar. Vio la expresión que mostraba que había recuperado su anterior ser y asintió, sintiéndose complacido. Elogió silenciosamente en su corazón.
—Este muchacho no solo posee un talento impactante, su carácter también es tan duro. No es una coincidencia que tenga tantas hazañas.
Lin Yan, Lin Xiuya y los otros entraron uno tras otro poco después de que Xiao Yan entró. Las once personas se detuvieron ante Su Qian. Aparte de Zi Yan, quien tenía un rostro impaciente, los otros parecían un poco entusiasmados.
—Oye, Xiao Yan, he comido todas mis cosas. Debes ayudarme a refinar algo más una vez dejemos este lugar.
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