Rick y yo seguimos con rapidez a Carl escaleras abajo para encontrar a algunos de los miembros de la manada sujetando a una loba feroz gruñendo. No es la misma loba que me atacó, pero tiene la misma mirada salvaje. Me detengo en seco, con los dedos tintineando de magia, esperando que me dé una razón para usarla.
—Esta es la loba canalla que atacó a la bruja. La pillamos volviendo por la frontera después de oír gritos —dice Sam y luego gruñe enfadada.
Rick da un suspiro de alivio a mi lado y al principio me confunde, luego me doy cuenta de que probablemente se alegra de que no sea uno de su propia manada el culpable. No es que vaya a suponer una gran diferencia para Lavinia, creo. Todos los hombres lobo son iguales para ella y siempre busca una excusa para echarles la culpa.
—Debemos llevarla ante las brujas. Ha hecho daño a uno de sus miembros y querrán venganza —anuncia Rick.
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