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Cachorro temible

Año 981

POV MC

Apenas se algo más que mi nombre, mi madre me lo dio y murió no hace mucho mi padre ni se sabe dónde está ni se le espera.

Todo, todo es culpa de esta putrefacta ciudad con todo este gas tóxico, químicos y demás bilis autóctona de Zaun sería muy fácil echarle la culpa a las condiciones de vida para que este sitio sea nada más que un basurero gigante pero no hay nada más lejos de la realidad, no es sólo el lugar, la gente también es una de las razones por las cuales este sitio es un foso de desgracia y decadencia.

Pero no es sólo eso el mayor problema está ahí arriba la brillante Piltover que pisa el cuello de esta moribunda ciudad y su población todo para alzarse por encima de nosotros aprovechandose y reprimiendonos a su antojo para que no levantemos cabeza, los odio odio lo ostentosos y derrochadores que son, los odio por sus vigilantes que vienen a nuestra ciudad para abusar de su poder...juro que un día los Zaunitas tendrán todas las oportunidades que se merecen y por fin Zaun se alzará...

Al menos eso es lo que dice Vander, un hombre que quiere sacarnos a todos de este agujero es bastante heroico ha convencido a una gran parte de las líneas para que sigan su causa, organizo una especie de resistencia, pero de todas maneras la cosa se lleva calentado unos meses y creo que dentro de poco van a cruzar los puentes para intentar tomar una parte de la ciudad para que al menos nos hagan caso yo me uniré, soy pequeño pero precisamente por eso me será fácil dar golpes furtivos, precisos y contundentes sin que nadie me vea.

Soy mucho más fuerte de cualquier persona de mi edad, mi fuerza incluso supera a un adulto promedio y se que solo me haré más fuerte a medida que crezca, he robado un par de martillos de minería no son nada especial simplemente hierro corroído por el óxido y madera, quizás son un poco grandes para mí tamaño pero gracias a mi fuerza son manejables, en la parte posterior a la maza tienen una especie de pico afilado, sinceramente no quiero saber nada las peleas que se producen en las minas o fabricas como para necesitar algo así.

Ha pasado una semana desde que robe mis armas improvisadas, la vida en la calle está pasando factura a mi salud no tardaron en desvalijar mi casa al saberse la muerte de mi madre, malditas ratas, al menos aún conservo mis martillos pero se hace más difícil evitar incidentes cada día que pasa he escuchado que el ataque será mañana...al fin llega el momento de luchar por mi libertad.

POV Narrador

El ambiente en Zaun había alcanzado su punto álgido el descontento de la población ha llevado a resistirse a la represión de los vigilantes y en consecuencia de Piltover, se quieren reclamar derechos y condiciones de vida dignas, pero para eso hay que cruzar los puentes, tarea déficit para los zaunitas por la diferencia entre las dos fuerzas mientras estos van con cuchillos y armas contundentes los vigilantes están equipados con pistolas y carabinas de repetición es una batalla dispar, la resistencia liderada por Vander tiene asumido un número absurdo de bajas.

El día había llegado en los puentes se ven dos fuerzas tan diferentes como el día y la noche unos armados hasta los dientes y otros con restos, con un ensordecedor grito de batalla los zaunitas comienzan a correr para llegar lo más rápido posible a la barricada impuesta por los vigilantes que estaba dispuesta a la mitad del puente, pronto la batalla real empezó con Vander liderando la carga, los vigilantes empezaron a disparar consiguiendo algunas bajas pero en su mayoría heridas no fatales debido a la distancia.

Con cada paso aumentaban las bajas para la resistencia hasta que por fin llegaron a la barricada la cuál no aguanto la carga de cientos de personas personas e inevitablemente se derrumbó dejando relativamente vulnerables a los vigilantes, pero todo fue una ilusión lo que empezó fue una carnicería por cada vigilante caído había entorno a cinco zaunitas que corrieron el mismo destino.

Cada segundo que pasaba el suelo se llenaba con más cadáveres de los dos bandos en el lado zaunita había todo tipo de personas de todos los rangos de edad desde ancianos hasta niños pero no hubo distinción todos acabaron muertos por igual

El fuego y el humo envolvía el puente solo se veía rojo y en medio de ese caos un niño vestido como un habitante cualquiera de la ciudad subterránea, estaba volcando todo su odio, su odio por el mundo, el rencor por sus enemigos dejándose llevar por la rabia mataba cada vez más, de las formas más brutales que podía pensar cada golpe pulverizaba su objetivo, rotulas, cráneos, costillas, columnas, cuellos, etc...las armaduras y los cascos se rompían como el papel.

No importaba si estaban desprevenidos o si era una pelea frontal todos acababan igual muertos sin posibilidad de sobrevivir a medida que pasaban los minutos sus métodos solo eran más brutales y viciosos provocando el máximo dolor posible incluso así el muchacho no salió indemne tenía varias heridas por golpes he incluso varías heridas de bala, en la pierna derecha, el vientre y hombro

A la media hora desde el comienzo del conflicto los disparos parecieron bajar el ritmo, probablemente a falta de munición para carabina, dejando solo pistolas como opción de todas maneras mermaron lo suficiente a la resistencia como para obligarlos a retirarse, muchos heridos hacían todo lo posible pero incluso así no tenían escapatoria, los vigilantes no dejarían que se fueran del puente con vida y los remataban de un simple disparo en el cabeza, fusilando sin importar quien fuera.

Un par de niñas estaban en shock pues acababan de presenciar como la gente a su alrededor se convertía en otro cadáver más del cuantioso montón recién formado en el sangriento puente, cuando escucharon un ensordecedor disparo justo delante de ellas que les provocó terror, era un vigilante, acababa de ejecutar a un zaunita moribundo el vigilante las observó y se dirigía hacia ellas lentamente de forma intimidante de pronto un objeto voló directamente a su cabeza con una velocidad aterradora dejándolo más que aturdido, una figura más pequeña salió rápidamente del humo atacando al vigilante tan imponente con un martillazo en la rótula dejando la pierna doblada en un ángulo antinatural lo cual hizo que cayera al suelo, la figura pequeña coloco rápidamente su rodilla derecha en el pecho del vigilante mientras que su pie izquierdo sostenía pegado al suelo el brazo derecho del mismo dejándolo vulnerable para lo que venía, un martillazo calló, luego otro y otro más el casco del vigilante era una mezcla sangrienta de metal y carne pero eso no evitaba que el muchacho golpeara con toda su furia mientras soltaba un alarido que dejaba ver el odio en su corazón tanto así que por un momento algunas venas de su cuello, cara y manos brillaron en un intenso color carmesí, todo esto bajo la atenta mirada de las dos niñas y de Vander que hace apenas unos segundos estaba pulverizando la cara de otro vigilante, ellos no pudieron ver la reacción anormal del cuerpo del joven por la posición en la que estaba este a parte de estar distraídos con el espectáculo sangriento que les estaba mostrando.

Luego de lo que pareció una eternidad pero que el realidad fuero un par de segundos y varios golpes de martillo más, el muchacho recogió sus armas y cojeando se estaba retirando del puente en el que había liberado su furia y se dirigío al grupo cojeando debido a las heridas.

Vander estaba pálido del arrepentimiento ahí mismo habían tres consecuencias de sus acciones y no le gustaba ninguno, la culpa empezó a carcomerlo, miro los guanteletes metálicos que portaba sangrientos por todas las vidas con las que acabaron, también miro los cadáveres de lo que probablemente serían los padres de las chicas las cuales volvieron la mirada en esa dirección y se derrumbaron por la noticia ya que el humo antes no les dejaba reconocer los cadáveres a medida que Vander y el muchacho se acercaban a ellas estás retrocedían hasta que Vander dejó caer sus guantes de metal, lo cual les dio una sensación de seguridad pero seguian paralizadas por el shock, cuando el muchacho se acercó lo suficiente como para ser visto Vander se sorprendió por su apariencia un niño de 5 pues de alto, piel de color blanco pálido, pelo negro como la noche y unos inquietantes ojos azul electrico vibrante que parecían brillar en la oscuridad, el chico estaba lleno de sangre prácticamente todo su cuerpo y ropa tenía sangre propia y sobretodo ajena cubriendolo.

— Muchacho... necesitas un médico, tienes a alguien con quien quedarte?

—Vander...no me queda nada ni nadie...

—Ven conmigo entonces chico, no será perfecto...pero tendrás una familia...

—Gracias...

—Vamos necesitas que alguien te revise esas heridas.

—Vosotras también vendréis conmigo, ahora cuidate de vosotras.

Las pobres chicas apenas pudieron asentir con la cabeza antes de empezar a llorar y ser sostenidas por Vander que las levantó y así el cuarteto abandonó el puente que hizo que sus vidas cambiarán por siempre.