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ALICE FAIRY TALE

Alice Stingray nunca pensó que su vida cambiaría drásticamente. Lo que empezó como un sueño recurrente se convertiría en una realidad. Lejos de su hogar, sus amigos, su mundo, Alice se ve envuelta en una aventura que la llevará a conocer y experimentar el amor y el dolor. Todo comienza cuando conoce a John Dark, un joven que guarda un secreto, su encuentro abrirá la puerta a una dimensión cuyos habitantes viven en un mundo medieval, entre leyendas, caballeros, criaturas del bosque, hechiceros, hadas, dioses y demonios. Ambos buscarán su destino y el porque de su existencia.

Darkmaiden1 · Fantasía
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36 Chs

CAPRICHO

Años atrás cuando todavía divagar por el bosque no era peligroso para los seres de Avalon, pero sí para los simples terranos, ella había encontrado vagando al parecer un hombre, el deseo de probar su sangre fue frenado cuando sintió algo extraño, algo puro y algo no tan puro en él, no era humano y no era sobrenatural, era un cascarón de lo que antes había sido un también hijo de Avalon, intrigada de cómo había logrado un camuflaje casi perfecto quiso indagar en su hechizo, más este, enloquecido, empezó a balbucear una historia, en ella susurraba atrocidades cometidas en su existencia.

Sin dudarlo rápidamente logró dormirle mediante un embrujo, luego cayó con ligereza al piso, esa "mujer" de cabellos rojizos largos y ondulados se acercó con cierta precaución, percatándose que su color oscuro era a causa el barro y mugre que tenía adherido a su cuerpo.

Lo arrastró por el bosque, su curiosidad le impedía dejar abandonado a eso que había encontrado. Se aseguro que su invitado no se despertara con facilidad, luego removió su suciedad con sabanas húmedas y retiró aquellos ropajes que putrefactamente hedían.

Poco a poco se percató de la apariencia humana que poseía y su cabello rígido ébano fue tornándose en un blanco plata, le tomó horas retirar todo aquello, por supuesto que había sido desagradable al inicio pero al tomar forma se dio cuenta del rostro esculpido del que se dibujaban dos marcas negras casi tatuadas bajo sus ojos que formaban una lagrima puntuda que llegaba a sus mejillas. Su expresión lucia rígida pero serena y su falsa humanidad se diluyó con su inconsciencia.

Una vez limpio, la "mujer" posó su cabeza en el tronco desnudo de aquel ser y con su dedo índice empezó a dibujar círculos en este.

--- No lo sé, puede ser un error, pero tú serás mi amuleto, mi mascota, mi guardián.

A las horas una Glaistig arribó al lugar, aquello era una cabaña cubierta con el follaje de un árbol de mil años. Cuando se anunció no tardó en llamarle su atención un joven que estaba mirando con atracción el fuego de la chimenea.

--- ¿Y este?

Desde el fondo pudo escucharse la voz de una mujer que dijo en voz alta

--- ¿Y qué será lo que trae a una Glaistig por acá?

--- No te hagas la importante Skuld... tu misma me llamaste.

--- ¡JA! Lo olvidé.

--- Tan caprichosa como siempre, sabes que tus hermanas te están buscando. Y todos están preocupados porque los hilos del futuro no pueden hilarse. Ya sabes que las cosas no están saliendo bien y los humanos descubrieron que pueden ser más fuertes.

--- Si... lo sé... pero eso a mí ya no me importa.

--- ¿Qué te crees tú insensata?... y... ¿Quién es ese? ...

--- Corrección ¿Qué es eso ?--- Le dijo Skuld con firmeza.

---¿Eso?

--- Eso es mi mascota.

--- No existen esa clase de mascotas, ¿Qué hiciste?

--- Nada, yo solo lo encontré. Y si lo encuentro es mío.

Los ojos de aquel ser eran de color azul profundo y a medida que veían el fuego se tornaban de color miel sumergidos en un embrujo que lo tenía absorto.

--- La verdad... parece que esta hechizado, además sus alas fueron arrancadas.

--- Me sorprendes Skuld.. tan piadosa cuidando del enfermo. Lo dijo con sarcasmo la Glaistig.

--- Esta bien, Serena. Te llamé porque necesito sellarlo.

--- ¿Desde cuándo soy tan buena Skuld? Dijo Serena, así se llamaba la Glaistig.

--- Desde que guardas secretos y todavía tienes confianza en mí. Le respondió inmediatamente la belleza de cabellos de fuego.

--- Estoy empezando a dudar de esa confianza, tu egoísmo nos va llevar a la destrucción y el destierro.

--- Tu sabes que intentan culparme, y la verdad es que el destino ya está escrito. Que los hilos de este puedan ser tejidos no significa que yo pueda cambiarlos totalmente. Solamente que deseo darles a todos una nueva oportunidad.

--- ¿Oportunidad? Nooo Skuld. Ningún ser de Avalon ha hecho nada sin conocer los hilos del destino, los hilos del futuro.

--- PUES TENDRÁN QUE APRENDER. Los humanos ya no quieren nuestra presencia aquí, nos están ignorando, nos están olvidando, antes éramos admirados y temidos, nuestros bosques y nuestros hogares eran templos, eran resguardos, pero ya no lo son, ellos se esparcen como hiedra por doquier, al inicio me desagradaba pero al fin y al cabo ellos dominarán su propio mundo, y yo quiero permanecer en él así tenga que crear nuevas raíces.

-- ¿De qué hablas Skuld? No eres humana y los hijos de Avalon jamás podrán serlo.

--- SÍ PUEDEN. Sí pueden. Desde que muchos humanos dejaron de creer en las criaturas de Avalon las criaturas débiles han perdido poder y se han convertido en bestias, aquellos de poder antropomórfico a duras penas logran transformarse. Sabes, esta es nuestra oportunidad, de volvernos seres simples, seres que no nos desquiciemos por beber la sangre humana, seres que no transmitan el terror y vivan cuidándose de la traición y el orgullo de sus iguales.

--- No te comprendo Skuld. Más bien no deseo comprenderte ... estás loca.

--- Ayúdame Serena. Te lo ruego.

La Glaistig miraba con preocupación e indignación a la pelirroja, ellas se conocían desde hace años.... muchísimos años, ella la había visto crecer junto a sus hermanas mayores y sabía del vacío interno que tenía en el árbol del destino, sabía de su soledad.

--- ¿Ayudarte en qué?

--- Quiero ser humana

--- Estás Loca.

--- Si, tal vez lo esté, pero no lo suficiente para saber que necesito de un guardián. Sabes que no me dejaran tranquila una vez logre mi objetivo.

--- Lo que me pides es traición.

--- Ah... mmmm. Como si fueras tan obediente a tu pueblo y el destino. Yo se que tú has tratado de cambiarlo Serena.

--- No te atrevas Skuld. No te lo permito.

--- Qué..Qué. No me vengas con el cuento de que tú has sido una santa. Sé que concebiste un híbrido.

--- MIENTES...MIENTES desde tu alma Skuld.

--- Tu eres la que miente. ¿Sabes? Ser la Norna del futuro te da poder. Desde pequeña Leí el tuyo.

--- SI SIGUES HABLANDO TE MATARÉ...--- Dijo airada la Glaistig.

En ese instante levantó su mano y creó en su palma una espada de agua que se tornó rígida como un cristal, luego saltó para embestir a la Norna. Cuando iba a llegar al pecho de esta se interpuso "Eso" quien tomó su brazo y apretó con fuerza mientras chispas evaporaban su mágica arma.

--- ARDE... Gritó con dolor.

Los ojos de "Eso" se fueron tornando blancos, el cielo se puso gris y el poder del trueno se apoderó de él.

Un rayo cayó en una de las ramas que cubría la caballa y la estática hacia que el cabello de los presentes empezaran a elevarse, los platos empezaron a agrietarse, el agua a hervir y los muros vibraban.

--- AYÚDAME SERENA... DEBEMOS SELLAR A MI MASCOTA.

--- PARA ESO ME NECESITAS... PARA QUE TU MASCOTA TE OBEDEZCA. LOS HUMANOS NO USAN GUARDIANES Y MENOS DIOSES.

--- ¿QUÉ? ... Skuld miró a Serena con sorpresa. ¿DIOSES?