La Prueba de las Posibilidades (IV)

Viene un estoque, lo recibiré con mi puño izquierdo que sostengo en mi pecho para soportar el impacto. En el último momento giro el brazo con toda la fuerza que tengo para desviar su espada a un lado, doy un paso adelante y al tenerlo cara a cara me apresuro a golpearlo en el rostro. Esto lo hace retroceder un poco.

[...]

Lo conseguí. Finalmente logré alcanzarlo.

[¿Ves que puedes hacerlo si lo intentas? Eso si, no dejes que eso se te vaya a la cabeza]

Enterrando su arma en el suelo todo comienza a temblar y destruirse. Varios pedazos de tierra se empiezan a elevar hacia el cielo, bajo mis pies el movimiento brusco me hace tropezar y quedó atrapado sobre una de ellas. Mi enemigo también flota en otra a la lejanía y se queda mirando, como si me esperara.

Estoy bastante alto, de regreso en mi hogar estaría acabado en el mismo instante que caiga. Pero esta dimensión es diferente, se rige por otras reglas.

Como dijo, estamos en su mundo.

Bien, en ese caso creo entender una de las formas de sobrepasar esto, no debería haber problema. Doy un par de pasos atrás y tomando velocidad salto a la próxima isla. Conseguí recorrer más distancia de lo que normalmente haría. Al confirmar que llegué intacto continuo de esta manera hasta llegar a donde esta él.

[¡Esta vez te tengo!]

Ya había comenzado a cargar el poder de mi dedo indice, solo le faltan unos 3 segundos para que este salga expulsado.

[Puedo ver lo que pretendes. Tu vida es como un libro abierto]

El levantó la espada y con la punta desvió mi mano hacia un lado justo antes de que se completara el disparo.

[¡Maldición!]

He fallado, tendré que esperar un tiempo antes de que se recargue. Rápidamente cambio a mi habilidad de destreza para caer de pie y darme la vuelta. Ahora soy yo quien lo empuja y sin soltarlo ambos caemos al piso. A pesar de que lo usé para que amortiguara el golpe los 2 nos levantamos como si nada. También debe estar afectado por las leyes de su mundo, la gravedad no causa daño alguno.

Me acerco a él y esta vez voy a la ofensiva. Con mi guante intento desviar sus cortes mientras que aprovecho de contraatacar pateándolo o golpeando con mi puño derecho.

[Estás mejorando, aunque aun te falta mucho si quieres controlarme]

[¡Gracias por el consejo!]

Los cortes que recibo de su parte no me impiden que continúe arremetiendo. Quizás mi cuerpo ha olvidado la capacidad de sentir, en ese caso puede que mi enemigo sea igual. Por más que golpee no veo ningún cambio en sus reacciones.

He abandonado el estar a la defensiva y abrasado completamente la agresividad. Siento como que por fin logro predecir sus patrones de combate. No se si ya estoy perdiendo la cabeza, pero su silueta comienza a tener más sentido.

A cada paso que el daba adelante podía comprendelo. Se me hizo más claro. Ahora puedo observarlo, su verdadero ser.

Encontré la respuesta, comencé a cargar mi dedo índice.

Ahora he perdido por completo mi destreza, soy un objetivo fácil de atacar. El lo sabe y viene preparado para enterrar su espada en mi.

[¡No tan rápido humano!]

Esta vez levanté mi mano derecha aceptando el golpe. Su ataque atravesó por completo mi palma y quedá a mitad de camino de cortar mi brazo.

[¡Ahh!]

Por primera vez sentí dolor. Una fuerte sensación que solo duró un instante.

[Desde el principio lo que haz hecho ha sido en vano. ¿No te habías dado cuenta?]

[... si, porque todo este tiempo estuve mirando a lo que no debería]

De esta manera sostuve su espada para que no se fuera y lo acerqué hacia mi.

[¿Qué?]

[¡Ahora te tengo!]

Apunté a quemarropa y el disparo golpeó exactamente entre el mango y el filo. Esta se hizo trizas explotando en un brillante espectáculo, sus fragmentos salieron disparados por el lugar.

La tensión del momento pareció disiparse.

La batalla ha terminado.