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Hechizo.

"¿Estás lista?"

Érica que estaba saliendo de la pequeña torre mágica en el interior de la carpa, escuchó la pregunta de Sasha que seguía igual de pálida que antes.

No importa cuánto pasara, Sasha seguía dependiendo de artefactos para mantenerse viva y la razón era que los pergaminos de curación normales no podían regenerar los órganos que había perdido y era necesario un mago de curación.

Así que ahora que ella estaba finalmente por salir a explorar más lejos, su compañera de equipo estaba preocupada.

"Lo estoy." Respondió Érica y viendo la preocupación de su compañera, añadió. "Ten un poco de confianza. ¿No hemos trabajado duro?"

Ambas trabajaron muy duro con el hechizo y el progreso que hicieron en este punto fue más allá de lo que Érica había esperado en el inicio y ahora tenía confianza para salir libremente.

Todavía existían algunos problemas con su hechizo y defectos que tendrían que solucionarse en la tierra, pero tales problemas no evitaban que el hechizo fuera funcional.

"Estoy impresionada con el hechizo y me alegro ayudar." Dijo Sasha y luego, poniendo una expresión difícil, suspiró y murmuró. "Lo siento, no debería dejar que mis miedos te detengan."

La ayuda de Sasha fue vital para que Érica desarrollara el hechizo y también levantó la moral de la mujer que se sentía inútil ante la situación actual.

Aun así, seguía teniendo miedo de que si ella salía muriera y de ese modo Sasha estaría sola sin ninguna manera de salir… Ese no era un buen panorama y Érica no pensaba morir fácilmente.

"¿Quieres que deje un clon de hielo contigo?" Preguntó Érica y sin esperar respuesta, ella utilizó su anillo espacial.

Al frente de ella apareció una figura de hielo que llevaba una túnica de mago de hielo y al abrir los ojos, observó a ambas antes de sonreír.

"¿Soy tan guapa?" Preguntó Érica provocando un temblor en la expresión de Sasha y sonriendo, pidió. "Hazle compañía y jueguen a algo, volveré pronto."

Su clon de hielo estaba al frente de ella y la fuerza que emanaba era un rango S… Lo que significaba que era un mago de hielo de rango S que podía lanzar sus propios hechizos por su cuenta y hasta podría lanzar otro lancero de hielo.

Como no estaban vivos, ellos podían ser guardados en el anillo espacial, lo que significaba que si Érica estaba en problemas podía sacarlos de inmediato sin tener que lanzar su hechizo o gastar su energía mágica.

Las notas le abrieron el camino para crear esta clase de 'soldados' de hielo autónomos y ella lo llevó aún más allá, creando un clon de sí misma con su réplica y todos los recuerdos.

"Volveré en un momento. Ya tengo el camino explorado y he dejado drones, así que seguiré comunicándome contigo." Dijo Érica a Sasha y mirando a su clon que le devolvió la mirada, ordenó. "Quédate con ella."

No tuvo que decirle que la protegiera con su vida, ya que la réplica era ella y entendió lo que significaba proteger… ¿Un clon de sí misma con su misma mentalidad estaría dispuesto a sacrificarse para proteger a alguien? Tal era una cuestión que le preocupaba a Érica, pero ahora necesitaba confiar en ella misma.

Crear réplicas de sí mismo con toda la libertad era altamente peligroso, ya que si la persona era ambiciosa y no tenía límites, su réplica podría querer reemplazarlo o incluso traicionarlo para convertirse en el verdadero.

La única salvación era que en los cuerpos Érica había puesto algunas medidas de seguridad, pero su clon los conocía y era un mago de hielo de rango S con sus mismos conocimientos y como tal las mismas herramientas para quitarse cualquier restricción.

"Cierra cuando salga." Dijo Érica al salir a la grieta.

Este no era el momento para preocuparse por la fiabilidad de sus clones y lo único que tenía que hacer era confiar en sí misma y en la fuerza que ellos podrían ejercer ahora que eran rangos S.

Los núcleos e incluso baterías que ella había traído eran numerosos y Érica con ellos se preparó mejor que nunca y por tal razón ahora estaba saliendo y a donde iba a explorar no era la parte exterior del acantilado, sino que esa puerta.

Dando una última mirada a Sasha mientras la pared volvía a levantarse y el área con la carpa desaparecía de sus sentidos, Érica avanzó por la grieta en la ruta que tenía en mente.

El lugar en donde fueron emboscados era el último punto en donde los miembros de la expedición se habían visto por última vez.

El camino ya había sido explorado por ella y ahora simplemente se movió, adentrándose en algunas grietas e incluso algunas veces tuvo que pasar por una grieta que apenas dejaba mover su cuerpo y si bien estar encerrada de ese modo era estresante, ella lo hizo.

Para acortar camino tomaba esta clase de atajos y la idea era alejarse de las rutas principales en donde se podía encontrar con los dragones orientales.

Tuvo que moverse durante más de una hora de ese modo y recién en ese punto ella supo que se estaba acercando.

"…"

Al detenerse en una grieta, ella revisó las señales para verificar si había alguien y luego de no notar ninguna señal, volvió a dejar un dron de red y con su varita mágica abrió un espacio en la pared e instaló un artefacto.

En caso de que alguien la siguiera, ella tendría que huir aquí para escapar mientras dejaba que sus clones y lanceros de hielo lucharan para protegerla.

Prepararse de este modo no era extraño cuando uno pensaba en lo que estuvo encerrado detrás de esas puertas y si bien Érica no sabía lo que había sucedido con la Directora Meredith y la batalla con la criatura, tenía que ser cautelosa.

Ya fuera si la Meredith había muerto o logrado huir dejando atrás ese ser.

Luego de dejar todos sus preparativos, reflexionó sobre dejar uno de los clones que tenía guardado en sus anillos espaciales o si lanzar uno, pero negó tal acción.

Uno de los defectos actuales del hechizo era que, una vez creados los clones o lanceros, no podían deshacerse y recuperar el núcleo e incluso si eran destruidos, el núcleo no podría ser reutilizado.

Tal defecto sería fácil de solucionar si estuviera en la tierra, pero aquí carecía de las herramientas y mayor que todo, el tiempo para perfeccionar su hechizo.

También no tenía todos los recursos que le gustaría y a pesar de que había traído varios núcleos de rango S y una mayor cantidad de rango A, no era suficiente como para desperdiciarlos.

Tomando su decisión volvió a moverse y siguió volando para no hacer ruido, pasando por una grieta hasta que avanzó y luego se detuvo de repente.

El camino que había elegido fue de tan modo que la llevaría cerca de la entrada, pero la destrucción del acantilado la sorprendió.

"…"

Ya no había un acantilado a los lados, sino que una enorme abertura de cien metros con cráteres y desprendimientos por todo el suelo.

La batalla que había sucedido aquí causó tanta destrucción que la entrada a la cueva estaba destruida y Érica se dio cuenta de que no iba a encontrar rastros.

"Esa criatura debió ser poderosa." Murmuró Érica sin poder evitarlo.

La batalla también la llevaron hacia arriba, provocando que porciones de las rocas cayeran por toda el área, prácticamente enterrando todo.

Aun así, en esta área no había cuerpos aparte de las criaturas que lucharon.

Justo cuando Érica estuvo por dudar, percibió un brillo entre los escombros y rocas, entonces al entrecerrar sus ojos notó que era en donde había estado la entrada.

La entrada fue enterrada entre las rocas, pero había una porción que quedaba libre al interior que revelaba que el interior no fue destruido, al menos no completamente.

Érica de inmediato sacó un dron en miniatura de su anillo espacial y lo manejó enviándolo a volar.

El dron era minúsculo como pequeña pelota de ping-pong y estaba altamente encantado para ocultarse, así que era el medio perfecto para explorar.

"Espero tener suerte…" Murmuró Érica mientras miraba la proyección de la pantalla de su reloj holográfico.

No importa lo excelente que fuera el dron, si la criatura que enfrentó a Meredith estaba viva no podría pasar desapercibido y si tenía muy mala suerte, ella se lo encontraría.

¿Esa criatura era un rango SSS? Érica no quería averiguar la respuesta por su cuenta y fue por eso que, aunque nerviosa, manejó el dron para que entrara por la abertura y se adentrara a la sala del interior.

Gran parte de la entrada estaba destruida, pero el trono y otros caminos hacia atrás estaban todavía en buen estado.

Al parecer, Meredith no quiso causar destrucción a la sala del trono y llevó la batalla afuera.

El dron voló y en un momento Érica frunció el ceño y al ver una figura y de inmediato bajo del acantilado y cuando vio la entrada, utilizó la capacidad de parpadeo de su traje para entrar.

La oscuridad la cubrió, pero ella pudo ver el trono en donde la criatura había estado sentada y luego más allá del trono un pasillo y ella se dirigió hacia esa zona, volando para no provocar ruido y al atravesar el pasillo entró a otra área abierta.

Un área con murales de todo tipo y revisando esos murales estaba Morgan, la amante del príncipe borrando el contenido de los murales.

"¿Qué haces?" Preguntó Érica en voz alta.

Morgan reaccionó de inmediato y se dio la vuelta lanzando una serpiente de fuego que se detuvo a la mitad de camino al reconocerla.

Érica había levantado un muro traslúcido de hielo preparado para el combate y estaba jugando con su anillo lista para abrumarla con sus clones.

A pesar de la relación que Morgan tenía con el príncipe, ella era una maga de elementos y no era alguien simple de vencer.

"¿Qué estás haciendo?" Preguntó Érica de vuelta al ver que la serpiente de fuego se apagaba.

Su voz fue fría y su mirada punzante y la razón fue Morgan quien tenía una expresión indescifrable.

Érica estaba segura de los murales eran importantes o al menos eso creía. Meredith los dejó intacto en medio de la batalla y si pensaba en lo que Aurora le había mencionado sobre que algunos buscaban recompensas o aprendizaje superior, ella entendía la razón por la cual Meredith no llevó la batalla al interior de este sitio.

Ahora Morgan acababa de borrar los murales.

"Así que eres tú, Érica. Me alegro de que estés a salvo." Dijo Morgan en un tono lleno de calma y al ver que ella levantaba la varita sin bajar la guardia, pidió. "Tranquila, no deseo luchar contigo."

Érica al escuchar esa palabra mantuvo su varita en lo alto y dejó que su presencia saliera congelando el suelo, las paredes y el mismo aire.

A diferencia de Edward, que creaba una tormenta a causa de su afinidad, Érica al soltarse liberaba hielo que congelaba su alrededor y aunque era en pequeña escala, era sumamente frío.

"Dime que es lo que hacías." Ordenó Érica en un tono gélido.

¿Por qué borraría los murales? Porque ya los había leído.

La respuesta era fácil de encontrar y fue por eso que Érica miró a la mujer detenidamente mientras notaba que Morgan apenas cambiaba de expresión al sentir la frialdad en su voz.

"¿Crees que puedes ganarme?" Preguntó Morgan sin inmutarse.

La expresión que esa mujer tenía era llenada calma y confianza, similar a la confianza del príncipe, y tal confianza le parecía a Érica estúpido.

"Sí." Respondió Érica en calma provocando cierta seriedad en Morgan.

Una sola palabra fue suficiente para dejar en claro que si ella no obtenía respuesta, la encontraría a la fuerza y en caso de que la respuesta no fuera satisfactoria… La sangre podría correr.

A Érica no le importaba el contenido de los murales, pero si era algo importante y Morgan lo había borrado, entonces toda la expedición podría estar en peligro y ella no estaba dispuesta a morir y menos por la ambición de una mujer que ni siquiera conocía bien.

La seriedad aumentó y ambas se miraron hasta que Morgan levantó las manos en calma.

"Te lo dije. No quiero luchar contigo, Érica." Dijo Morgan mirando el contenido restante de los murales.

La mujer volvió acercarse a los murales y antes de que lo pudiera tocar el hielo se extendió por el mural para cubrirlo y ella sonrió al volver alejarse.

"¿No tienes curiosidad por qué han aparecido estos portales abismales? ¿Por qué la humanidad tiene que enfrentarse a estos portales? ¿Cuál es la enseñanza de estos dioses?" Preguntó Morgan y al ver que ella no respondía ni mostraba rastros de curiosidad, reveló. "Bueno, muchos afuera de este portal si tienen curiosidad."

Aurora no le había contado sobre las enseñanzas de los portales y fue porque Érica nunca preguntó… Ella no tenía curiosidad sobre las razones sobre los portales o los dioses y si bien estaba algo intrigada era mínimo.

Sin embargo, era normal que alguien en la tierra tuviera curiosidad no solamente sobre la enseñanza y el significado, sino que el contenido.

"¿Y tú estás con ellos?" Preguntó Érica con seriedad.

Morgan hizo referencia a 'muchos', pero estaba hablando de un grupo específico que iba más allá de la Reina Margaret o de gobernantes de la Unión Europea.

Si Morgan estaba con un tercer grupo aparte de la realeza, entonces tenía sentido de que leyera y destruyera el contenido de los murales y si no fuera porque ella la había atrapado, probablemente nunca hablaría del tema.

Ni a Meredith, Cécile o la Reina Margaret… Se guardaría el contenido para sí misma.

La seriedad con la cual Érica la miraba provocó que Morgan pusiera las manos en los labios soltando una sonrisa divertida.

"No siento lealtad a la reina, al príncipe o a cualquiera de la realeza, ni la nación o a ningún grupo. Solamente soy leal a mí misma." Respondió Morgan y señalándola a ella, declaró. "Al igual que tú, Érica."

Sin dejar que ella respondiera, continuó.

"¿O eres lealtad al Príncipe Heredero que te abandonó tan casualmente? ¿A la princesa? ¿Al príncipe menor? Tampoco creo que seas leal a la Reina, no importa cuánto se hable de la lealtad de tu padre. Esa no eres tú." Dijo Morgan sonriendo casualmente.

Érica mantuvo su varita en lo alto.

¿Tenía un significado hablar de lealtad en este momento? Para ella no lo tenía y no le importaba para nada la charla que Morgan le estaba dando.

"¿Cuál es tu punto?" Preguntó Érica manteniendo la varita en lo alto.

Morgan trataba de hacer un punto y era probable que, si cualquier otro miembro de la expedición la hubiera atrapado, ella lo hubiera asesinado, pero se detuvo con ella.

Ambas no tenían una relación de ninguna clase y se conocieron durante esta expedición, así que no tenía sentido de que quisiera parecer tan cercana.

"Estos murales hablan de una necesidad y como la raza de este mundo trató del llenarla. Cuentan la historia de cómo quisieron poner a uno de ellos ocupando esa necesidad y lo hicieron por medio de entrar en contacto con un 'ser superior' de un reino donde la mente lo era todo. Fracasaron. Lo que quedo fue una criatura encerrada en una armadura de metal con parte de ese ser y con parte mortal. Una calamidad dormida esperando ser despertada y liberada." Contó Morgan y observando a Érica, señaló. "Pero de cierto modo tuvieron éxito. Esas serpientes con bigotes del exterior no son de este mundo. Son los protectores de aquel que se sentaba en el trono. O específicamente la porción del ser superior en él."

¿Qué clase de historia era esa? Érica a pesar de que no bajo su guardia, frunció el ceño ante la complejidad de lo que estaba escuchando.

"La necesidad de este mundo es la falta de alguien fuerte que protegiera a la raza local. Alguien que los bendijera y los cuidara, un protector. Un guardián. Para bien o para mal no pudieron conseguirlo." Dijo Morgan y mirando los murales, señaló. "Sin embargo, sus fracasos son nuestras enseñanzas. Señales de caminos a seguir y cualquiera en el poder le gustaría conocer estos caminos."

La manera que Morgan hablaba fue similar a la forma que algunos religiosos se referían a los Dioses de la Tierra… Tomándolos a ellos como guardianes y protectores que cuidaron la raza humana.

¿Esto buscaba aquellos que vivieron en este mundo? ¿Obtener un guardián? Si fuera así, entonces el método iba más allá de lo mundano.

"Y en los murales estaba ese camino." Murmuró Érica en un tono serio y analizando a la princesa, señaló. "Supongo que ahora tú lo quieres."

El camino para convertirse en un dios… Si se refería a eso, no resultaba descabellado que cualquiera persona con un mínimo de ambición lo quisiera para sí misma sin compartirlo.

Incluso ella se sintió atraída por la idea de obtener una fuerza que iba más allá de una 'calamidad' y si bien el método que los de este mundo usaron fracaso, Morgan tenía razón. Del fracaso viene el aprendizaje similar a los fracasos que la llevaron a mejorar su hechizo.

"No estoy interesada en un método que me obligue a conectarme a otro ser para obtener poder. Soy leal a mí misma, ¿no te lo dije? Sin embargo, es un conocimiento valioso." Dijo Morgan y mirándola a ella, señaló. "Te lo daré."

Érica frunció el ceño de inmediato al escucharla y Morgan levantó la mano para que la dejara terminar.

"Tú obtendrás el método y puedes ocultarlo o decírselo a todos los demás. Decirle lo que encontraste aquí. Que luego de que encontraras el conocimiento buscando a los demás, todo se borró por sí solo." Dijo Morgan.

"Y tú pasarás desapercibida." Dijo Érica y viendo que Morgan sonreía, reveló. "No estoy ganando nada de esto."

Ella podía estar curiosa del método y toda la historia y fue obvio que Morgan estaba dispuesta entregar todo sin ocultar nada y lo haría porque su objetivo era mantenerse ella misma oculta.

Evitaría las miradas de Meredith y Cécile mientras que al mismo tiempo obtenía conocimiento que probablemente no saldría entre aquellos más poderosos.

Sin embargo, Érica no obtendría nada de esta situación y no tenía razón para aceptar un trato que no le diera beneficios, incluso si eso la llevaba a una batalla.

Su hechizo y los clones que había guardado en su anillo espacial le brindarían una ventaja abrumadora en contra de Morgan y ganaría… Tal era su confianza en su hechizo y en sí misma.

Morgan, que la miraba atentamente, supo que la batalla sucedería si no la convencía.

"Soy una buena aliada y creo que tú también lo eres, Érica. Me gustaría cooperar contigo y trabajar a tu lado." Dijo Morgan con un tono serio y mirándola, agregó. "Y puedo ser útil. Más útil de lo que el príncipe y su tonta lealtad pueden ser."

Más útil que el príncipe que la abandonó en un instante y más útil que la lealtad de la que su padre siempre hablaba y le instaba tener… Érica ni siquiera tuvo un cambio de expresión al escucharlo y Morgan continuó.

"Tengo contactos con personas que pueden ser de mucha ayuda, pero sobre todo yo puedo ayudarte." Reveló Morgan.

La mujer no trataba de convencerla por miedo o temor a la batalla, ella había mostrado su confianza al atacar de inmediato cuando la interrumpieron y en vez de eso, se detuvo al verla a ella.

Era una confianza demasiado cegada por sus propias habilidades o quizás había algo más que ocultaba, pero de igual forma, Érica no sentía que Morgan la estuviera engañando con la idea de que no quería luchar.

"Promesas vacías." Murmuró Érica y mirando a la mujer bajando la varita, declaró. "No gano nada ni pierdo nada."

Hizo parecer que bajaba la guardia porque quería ver la verdadera cara de la mujer y averiguar si la atacaba, pero Morgan ni siquiera se inmutó.

En este trato ella recibía promesas vacías, pero al final no ganaba nada ni estaba perdiendo nada.

Podía seguirle el juego y contar la historia que Morgan le hablaba a los demás y ella descubriría lo que esos murales dijeron y también lograría obtener una mejor opinión de Meredith y Cécile por contarles la historia.

Sin embargo, eso no se podían considerar ganancias cuando Morgan lograría salir sabiendo la historia sin recibir consecuencias.

Así que las promesas que daba a sus ojos eran vacías.

"Podemos hacer que esas promesas queden grabadas en piedra." Dijo Morgan y sacó un pergamino de color rojizo y señaló. "Los sectarios venden estos pergaminos en nombre de dioses. Es una forma de ganar dinero usando a sus dioses como medio y lo bueno es que estos contratos no conectan a esos dioses con quienes lo firman, pero mantienen las consecuencias de romperlos."

La mujer al explicarle tales detalles creó una aguja de tierra y se la clavó en el dedo para firmar los pergaminos con su sangre.

Una presencia que daba pensamientos de libertinaje apareció en los alrededores y si bien fue sutil, Érica supo que se trataba de Larzura.

Era imposible que alguien imitara esa presencia, pero todavía se podía engañar esos contratos y los creyentes de esa diosa indudablemente serian favorecidos por ella y Morgan podía ser parte de esa secta.

Tal duda desapareció cuando Morgan hizo lo mismo con otro pergamino que liberó una presencia abominable antes de apagarse y luego al sostener ambos pergaminos, ella sonrió.

"Yo juro que no lastimaré al poseedor de estos pergaminos y le deberé un favor que cumpliré cuando lo pida, incluso si pone mi vida en riesgo. Si incumplo pagare con mi vida." Anunció Morgan y ambos pergaminos brillaron cubriéndola a ella completamente y luego de terminar la mujer lo lanzó con magia de viento y sonrió. "De verdad quiero cooperar contigo, Érica. Creo que podemos ser grandes amigas."

En este punto era imposible decir que Morgan mentía y si bien probablemente tenía sus secretos, fue honesta en el deseo de cooperar.

Tan honesta como poner contratos en nombre de dos dioses diferentes y aunque fuera creyente de uno de ellos, el otro no lo dejaría libre.

¿Qué vio en ella para que fuera tan lejos? Iba más allá de salirse con la suya y Érica tomar los contratos, suspiró.

"Estás dando un gran salto de fe en esto." Murmuró Érica y leyendo las palabras del contrato y sintiendo la fuerza restrictiva conectada a Morgan, agregó. "Falto que pusieras que me contarías toda la verdad sobre los murales que has borrado. Si me dices una mentira lastimarás mi corazón."

La expresión seria de Morgan tembló al escuchar hablar que la 'lastimaría', pero al darse cuenta de que ella aceptaba sonrió débilmente y se acercó bajando totalmente la guardia.

"Déjame agregar esa parte antes de que el contrato se asiente totalmente." Respondió Morgan y luego de tomar los contratos y agregarlo, declaró. "Y lo vales. No todos los días puedo ser amiga de una futura rango SS."

La manera que dijo rango SS mostraba que Morgan había visto potencial en ella y Érica esta vez no pudo negarlo.

Quizás Morgan no se equivocaba… Al final guardó los pergaminos en su anillo espacial y señaló la salida.

"Vamos. Hay mucho que hacer." Dijo Érica en calma.

Ya que Morgan estaba poniendo tanto esfuerzo en acercarse, Érica quiso aceptarlo y más cuando esa mujer parecía que ocultaba mucho más.

******

Aurora miró su reflejo en el espejo y giró sutilmente mientras en el reflejo su figura se veía completamente.

Estaba usando pantalones de vestir de color negro y arriba llevaba una camisa de vestir de color blanco, mientras que su cabello largo estaba recogido casualmente.

"¿Qué tal?" Preguntó Aurora al dron que estaba detrás de ella grabando el reflejo y a la vez a ella.

"Te ves guapa."

La voz fue dulce y Aurora se giró hacia el dron que proyectó a Kairos y notó que él miraba embelecado hacia ella.

"Eso dijiste con los últimos seis conjuntos." Respondió Aurora sin ocultar la sonrisa al ver que Kairos la volvía a mirar y se rascaba la mejilla.

El hombre la observaba tontamente perdido en ella y Aurora no iba a negar que su autoestima estaba en el punto más alto.

Los ojos tan encantadores del hombre revelaban una intensidad que era fascinante… Y eso que ella estaba usando ropa de vestir y no se estaba probando nada atrevido.

"No puedes culparme. Eres demasiado guapa." Dijo Kairos y sonriendo al mirarla, añadió. "Y cualquier conjunto te queda bien. Aunque este conjunto sobresale por los demás. Me gusta la confianza con lo cual lo llevas."

"Oh, eres todo un donjuán." Respondió Aurora y viendo que la expresión de Kairos temblaba, ella revisó la hora y suspiró. "Ya es hora de irme."

Estaba preparándose para ir a la reunión en la cual recibiría la medalla y si bien ella había logrado evitar que se hiciera una ceremonia o un acto solemne con periodistas, fue imposible rechazar la premiación privada.

A pesar de que era en parte un tema político, la verdad era que muchas personas estaban esperando esta premiación tomándolo como un cierre de una calamidad que se llevó miles de vidas.

Pedirle ayuda a Kairos con la vestimenta fue para Aurora un modo de hablar con él y de pasar el tiempo.

"Te deseo suerte."

Junto a la respuesta de Kairos la videollamada finalizó y Aurora, luego de acomodarse mejor, salió de la habitación notando que su hermana la esperaba leyendo un libro.

"¿Lista?"

"Sí." Respondió Aurora.

Esperaba terminar rápido la reunión, ya que luego tendría que ir a una cita más importante… Pagarle a su hermana varios almuerzos y cenas, acompañándola por un tour de varios restaurantes de la zona satélite.

Lo de Egipto salió caro y Alice exigía su pago y un rango SS no era barato.

Nos estamos acercando a un punto muy importante en la historia y estoy emocionado para ver como es recibido por ustedes los lectores… No dire demasiado. El próximo capituló entenderán a lo que me refiero.

Evil_Warlordcreators' thoughts
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