Humanos contra demonios.
CAPÍTULO 98
Sinfer sigue construyendo la extraña máquina, junto con el antiguo Rey de Soufla. Hay máquinas enormes y raras conectadas a la máquina, parece un laboratorio muy moderno… Parece el lugar de trabajo de un científico loco.
¿Por qué el Rey está vivo? Los demonios robaron su alma y lo revivieron.
—Ya casi está listo, solo falta unos detalles más.- Dijo Sinfer.
Y ahora que ya le hizo las mejoras a la máquina, ya no necesita al Rey.
Sinfer se acerca al Orco y sonríe diabólicamente.
—Agradezco tu ayuda, pero ya no te necesitamos, ya nos dijiste todo.
Pone su mano derecha en el rostro del Orco.
El Orco está llorando y temblando de miedo. Le tiene demasiado miedo a Sinfer, que incluso se orina en sus pantalones.
Nunca había experimentado tanto miedo en su vida… Supera fácilmente al miedo que le tenía a Daniel.
—¡N-no me mate, por favor! ¡Dijiste que me ayudarías a matar a Daniel…!
—Adiós.
La cabeza del Orco explota y Sinfer se aleja caminando.
—No necesitamos a alguien inservible que fue derrotado por el 50% del poder de Daniel... Tal vez menos.
Sinfer se detiene y suspira.
—Necesitaré reunir bastante energía mágica... Necesitamos a Cano.- Dijo sonriendo diabólicamente.
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(Mundo 15.)
Diego y Cristhela están caminando juntos por las calles de la ciudad.
Diego está usando un pantalón negro y una camisa blanca. Cristhela está usando un pantalón negro y una blusa roja... Una clásica vestimenta para salir a una cita.
—La película estuvo muy buena.- Dijo Diego.
—Sí, pero su final es muy triste, el protagonista se sacrificó para salvarlos a todos.
—Es lo que hacen los héroes, ellos están dispuestos a sacrificarse para salvar a alguien… En sus últimos momentos, las personas demuestran su verdadero ser… El protagonista era alguien admirable… Me gusta mucho ese tipo de personajes.
—¿Tú te sacrificarías por alguien?
—Solo por mis amigos, no me sacrificaría por personas que no conozco.
—Ya veo… ¿Quieres salir de nuevo mañana?- Dijo Cristhela sonriendo.
—Claro que sí, me encantaría.- Dijo Diego sonriendo.
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(Pov- Daniel.)
(Mundo 1.)
Mis compañeros y yo estamos comiendo en un pequeño restaurante. El restaurante está algo lleno, y las personas nos están viendo raro... Después de todo, soy bastante popular en este mundo.
Estamos comiendo huevos y carne... Ah... Comida deliciosa... Debo comer mucho para tener mucha energía... Debo comer para soportar los entrenamientos y no desmayarme.
... Oh... Me quedé pensando en la comida... Debemos discutir sobre un tema importante.
—Matar a Solmar será complicado, es el príncipe de Mismar, tendré que enfrentarme a un ejército completo… Tengo que pensar en cómo derrotarlo sin matar a inocentes.- Digo con un tono serio.
Solmar, el chico que me besó... Debido a la descripción que me dieron sobre el demonio que se llevó a Nadia, supe que era él.
—Llegaremos en tres meses si vamos en carruaje.- Dijo Sandro.
—Sí, lo sé… Llegaríamos en horas si voy volando, pero quiero ver los lugares… Quiero ver un poco de este mundo.
Y no tenemos prisa... Atacar ahora es malo... Debemos prepararnos mejor.
—Sí, lo sé.- Dijo Sandro.
Dos hombres se acercan a Nirfa, parecen muy enojados.
Ah. Discriminación.
—¡¿Qué hace un Elfo en este lugar?!- Dijo uno de ellos.
Uno de ellos golpea la mesa con su puño derecho, frente a Nirfa, pero ella ni se inmutó y siguió comiendo tranquilamente.
Ah... Me dan lástima.
—¡Me das asco!- Dijo enojado.
... Cometieron un error.
Están viendo con asco a Nirfa, y eso no me gusta nada… No me gusta para nada.
Mis compañeros se ríen un poco, excepto mi abuela.
—Pobres.- Dijo Sandro mientras intenta no reír.
—Me dan pena.- Dijo Cris riendo.
—Creo que no conocen a Daniel.- Dijo Sonia.
—Dani, no los lastimes mucho.- Dijo mi abuela.
—Será lo suficiente.- Digo con un tono serio.
Me levanto y me dirijo a ellos.
—Nirfa, ¿entrepierna o cara?
—Veamos… Entrepierna, por favor.- Dijo Nirfa sonriendo y con un tono dulce.
Cadenas rosas aparecen de la nada frente a mí y los toma de las piernas y los brazos.
—¡¿Eh?! ¡¿Qué es esto?!
—¡¿Cadenas?!
—Empecemos.- Digo sonriendo dulcemente… Parezco alguien bueno y dulce, pero lo que estoy a punto de hacer, no es bueno, ni mucho menos dulce… Es algo doloroso y sádico.