Esto es un regalo

—Es suficiente por ahora. Después de que encontremos un lugar para descansar, te llamaré y cumpliré mi parte del trato.

Todavía había muchos puestos en el mercado que Yale aún no había visto, incluido un montón de Terug, pero ya había comprado mucho y no creía que tuviera que comprar más.

—No hay necesidad de que busque un lugar para descansar. El Maestro Terug ya ha reservado un lugar para todos ustedes. El lugar está entre los mejores de la ciudad, y solo los Dioses del Mundo y sus invitados pueden vivir allí.

Una habitación individual en la ciudad ya era extremadamente cara, y las mejores casas ni siquiera estaban disponibles para alquilar o comprar.

Por supuesto, un Dios del Mundo podría permitir que otros vivieran en esas casas después de recibir algunos beneficios, pero no había un precio estándar, y el estado de ánimo del Dios del Mundo influía mucho.

—¿Cuánto es?