Existía un silencio sepulcral. No había voz ni ruido que interrumpiera este estado sin igual. La oscuridad rondaba intentando tragar toda indice existente de luz restante, pero una leve producida por unos minerales exóticos no permitía eso.
El espacio en cuestión se trataba del interior de una cueva. En esta crecían variedades de hierbas y minerales que salían al exterior. En el lugar central, siendo el ojo matriz de todos estos elementos, se encontraba un arroyo el cual dirigía sus corrientes a lugares desconocidos.
Sobre este había un individuo demostrando acciones sobrehumanas, al sentarse sobre él y no hundirse en lo más mínimo. Esto no era producto de profundidades bajas ya que ni siquiera el 1% de su cuerpo se hundía en este.
Ni siquiera su vello corporal se mojaba en lo más mínimo. El hombre en cuestión se posaba sobre el arroyo en una posición meditativa con una espalda recta y sobre sus muslos y manos, se encontraba una espada desenvainada.
Mantenía los ojos cerrados con una expresión de serenidad. Sus facciones no eran toscas pero tampoco excesivamente delicadas, con incluso una cicatriz de corte en su mejilla izquierda. Tenía una barba exuberante pero no exagerada, desaliñada y un cabello que le llegaba hasta los pectorales entrenados.
Su vestir era una simple prenda de cuerpo completo de un color azul marino, con un carácter dibujado en el lado izquierdo.
Si Federick lo viera definitivamente diría que sus facciones eran propias de un hombre oriental, asemejándose específicamente a un japonés; También qué era su Padre, que había conocido hace poco.
El reconocido como Amagatzu, de repente abrió los ojos liberando una intención de espada creciente. Observó su alrededor lentamente, dibujandose una sonrisa en su rostro.
Había recibido los recuerdos de su clon dharmico. Finalmente vio el rostro de su hijo sin tener que forzar al destino.
Se paró de su posición sentada e inmóvil, volviendo sereno al anterior arroyo, produciendo ondas como si se tratara de una piedra. Observó bajo sus pies como la imagen acuática empezaba a cambiar lentamente, intercambiandose por una imagen diferente reflejada.
El anterior arroyo reflejó la imagen de un joven Federick, quien estaba en su intimidad mientras vomitaba.
"Maldito bastardo". Dijo en un susurro Amagatzu mientras contenía una sonrisa.
"Disfrutemos". Fue la frase de Amagatzu, acompañada por una larga risa.
La cueva no pudo contener su fuerte risa, extendiéndose rápidamente al exterior de ella. Se podía observar como está estaba ubicada en un terreno salvaje y primitivo.
Siendo el espacio circundante a la montaña que contenía la cueva, una infinidad de naturaleza sin orden.
...
Federick había disfrutado un momento de... Soledad... vomitando al contenido de su corazón. La extraña técnica utilizada por su Padre, había provocado efectos secundarios en su equilibrio anímico.
Finalmente regresó a su posición original, en la cual había aparecido violentamente y sin previsto. Se sentó intentando recuperarse, allí observó los elementos extras con los que había aparecido.
'Sistema, dime qué fue esa habilidad de mierda'. Pensó Federick, afectado.
[Mí señor, no tengo ni la mera posibilidad de poder adivinar la pregunta en cuestión, pero debido a mí naturaleza innata, puedo asegurarle que fue con la participación de elementos Espacio-tiempo]
'¿Qué?... ¡¿Me estás jodiendo?! No me digas que reencarne en un universo de ciencia ficción, dónde mí Profesor universitario experimenta con los viajes en el tiempo, quedando varado en un bucle eterno'.
[Su intento de satirizar no está muy lejos de la realidad, Señor. Pero más bien, supondría con el género televisivo y literario de tu antiguo mundo, "Xianxia"].
"Xian... qué". Federick tuvo un mal presentimiento repentino.
[Xianxia es un género televisivo y literario de su antiguo mundo, mí Señor. En su terminología directa podría ser identificado como "Héroe Legendario". Siendo inspirados en elementos propios de la mitología china y corrientes filosóficas y religiosas chinas, siendo el Taoismo una]
[Considerando las palabras y demostraciones utilizadas por el señor Amagatzu, especuló que podría ser cierto. Lamentablemente la energía no es suficiente para descubrirlo con exactitud]
[Su Padre utilizó el término "Tao" y dividió una montaña. Elementos exasperantemente difundidos en este género; Considero que su Padre es un ancestro, Joven Maestro]
"..."
"Aún sigo pensando que lo más increíble de este encuentro, fue el repetir del concepto taoista en un mundo diferente". Mencionó en un susurro Federick.
"¿Reconoces este término de mis recuerdos?". Preguntó Federick dudoso.
Aunque sólo había pasado siete años con un nuevo nombre, él no disponía de una súper memoria; Especialmente respecto a términos relativamente desconocidos para él.
[Por supuesto, mi Señor: Durante su juventud disfrutó de ejemplares televisivos, junto a su primo. Él era fanático de distintos géneros televisivos, y lo instaba a compartir tiempo con él y una televisión]
"Mí primo..." Dijo Federick nostálgico.
La imagen poco cuidada y joven de él, le recordó vividamente recuerdos lejanos. Aunque no era un fanático del género, habían compartido varias cintas con su Primo.
"Je... Ahora recuerdo; Había un individuo que meaba como cascada". Mencionó Federick.
[...]
[De hecho, existe una mezcla variada de elementos fantásticos. "Cultiva la energía exterior e interior, cultiva la longevidad, cultiva ancestros, para que tu culo sea eterno"]
"..."
"Poético... Como disfrutar esta botella de vino bajo la luz de la luna". Dijo asombrado Federick.
La botella en cuestión se trataba de uno de los elementos con el cual había reaparecido en su habitación. Tenía un extraño aspecto estético, de un color verdoso y en su interior había un flamante líquido.
"No me digas que con este licor se emborracho el hijo de Ren Zu en la antigüedad". Dijo satiricamente.
[No. Pero es un vino que mantiene cualidades mágicas en su interior. Además de su sabor fragante, incluye una gran dosis energética, ardiente como ningún ejemplar]
Federick quedó anonadado ante está información. Aunque estaba seguro que su contenido era licor, aún dudaba al ser un regalo de su Padre y él ser un niño de siete años.
Pero quedó estupefacto al ver otro de los elementos que lo acompañaban; Definitivamente se trataba de un ejemplar de ropa interior femenina. Sus bordados incluso eran sexys y seductores...
[...]
También había un extraño tablero, de color blanco y negro, dividido en dos. Era muy similar a una pieza de ajedrez, pero diferente a la vez. Las piezas no tenían forma alguno y estaban hechas de un material transparente.
Rápidamente guardó estos elementos en lugares seguros, con la intención que no lo descubriera alguna criada, siervo o familiar.
No tenía mucho tiempo, ya que al observar el reloj, se dio cuenta que la hora era cercana a las seis de la tarde. Él a esa hora tenía una sesión de estudio, y siempre vendría una criada a avisarle.
Finalmente, quedó sólo la carta. La observó por un momento, pero rápidamente decidió abrirla para ver su contenido.
Está estaba escrita con una letra espléndida, a tinta.
"Querido hijo:
Estos son unos regalos que te entregó. Valorarlos y enconmiendate al espíritu filial.
Estos elementos fueron muy populares durante mí juventud y generación.
Estudia y comprende el conocimiento sellado.
Amagatzu".
No había mucho contenido en la carta. Era simple y concisa, al grano; Como si fuera el escrito de un periódico.
[Mí Señor... Mis descubrimiento son razón de admiración y valorización; Estos elementos conforman las bases del 'Gran Arte del Joven Maestro': Alcohol, juegos de azar y mujerzuelas, son parte del Dao infinito]
Federick lanzó una mirada extraña a la información repentina. Estaba pensando seriamente si había recibido una IA con un error fatal...
[Mí señor... ¡Bienvenido al mundo Xianxia!]
Donar piedras de poder para que su Gran Padre se convierta en un Ancestro del Dao.
¡Gracias!