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Musica

Abel tomó el objeto oculto en la caja y tras retirarlo del fondo descubrió que se trataba de una caja de madera de un tamaño similar a un cuaderno y un ancho parecido al de una cartuchera.

Con cuidado de no caer en una trampa escondida en otra trampa, Abel abrió el estuche de madera manchado de sangre y descubrió que se trataba de una caja de música, en donde un cilindro lleno irregularidades debía chocar las mismas contra unas varillas de metal para asi lograr reproducir la canción.

Con curiosidad Abel comenzó a girar la pequeña manivela que sobresalía en el mecanismo de la caja, tras girarla lo suficiente el viudo puso la caja de música arriba de otra de las tantas cajas en el almacén y soltando la manivela dejo que el mecanismo comenzará a funcionar.

Inmediatamente el cilindro en la caja comenzó a girar y una canción de estilo clásico, melancólico y algo monótono comenzó a reproducirse llenando el silencio de la mansión.

—Esta canción ya la habia escuchado antes…—Murmuró Abel reflexivamente mientras se sentaba en una de las cajas del almacén y se alejaba de la realidad, distanciandose del cadáver al lado de él, buscando hacer espacio entre sus recuerdos para recordar dónde es que había escuchado esta canción.

Fue entonces cuando un chispazo se encendió en el cerebro del viudo y le permitió recordar que esta canción era extraordinariamente parecida a la que había escuchado hace no tanto tiempo atrás, provocando que el hombre murmura:

—La policía, es la canción de espera que escuche mientras llamaba a la policía...mierda, eso solo significa que de verdad nunca vendrán, ya que nunca los llame de verdad. Pero eso tambien trae preguntas, como por ejemplo: con quien estuve hablando y por que fue tan idiota como para hacerse pasar por un policia?. O tal vez de verdad era la policía, solo que estos malnacidos pusieron esta canción a propósito. Pero la pregunta más importante de todo esto, es como es que esta caja de música comenzó a sonar por su cuenta?

Lleno de dudas Abel inspeccionó de un vistazo la caja de música y no noto nada raro, por lo que en su lugar inspeccionó el mecanismo de la trampa de la caja grande y efectivamente encontró algo que le llamó su atención: por la parte trasera de la caja grande, había una pequeña abertura del tamaño de un dedo por la que salía un hilo de pesca.

Abel tomó este hilo de pescar y siguiendo el hilo descubrió que él mismo parecía extenderse por la estantería en la pared que rodeaba toda la habitación, Abel fue retirando estas latas oxidadas y sigo al hilo hasta finalmente llegar hasta la ventana.

—No me digas que yo fui el que provoque que la caja de música comenzará a sonar cuando salte por esta ventana!, Carajo, condene al joven que me salvó la vida por error!—Grito Abel desesperadamente mirando al acechador que como siempre permanece pacientemente esperando del otro lado de la ventana. Sin embargo al ver al acechador los ojos de Abel por poco se le salieron de la cuentas por el descubrimiento que estaba presenciando: el hombre en el patio por primera vez no lo estaba mirando a él y en su lugar estaba mirando la caja de música sonando en la habitación, más importante aún era el hecho de que el hombre finalmente había dejado de sonreír y una expresión tan melancólica como la canción había surgido en su rostro.

Sintiendo una corazonada espantosamente cruel pasando por su pecho, Abel de inmediato se dio la vuelta, corrió hacia la caja de música, sacó el cilindro de música y hizo que la música se detuviera y miro como el asechador había cambiado su expresión de forma abrupta y le sonreía de forma más forzada que nunca.

Alterado por lo que estaba descubriendo, Abel corrió nuevamente hacia la caja de música y trato de poner nuevamente el cilindro en la caja de música, sin embargo la tarea le resultó algo engorrosa porque había un papel que estaba interfiriendo en la tarea, el viudo reconoció el problema y sacó el papel con apuro tirándolo al suelo, puso el cilindro nuevamente y girando la manivela nuevamente le dio vida a la canción de esta caja de música.

Sintiendo la canción vibrando en todos sus huesos, Abel se acercó a la ventana y comprobó que el acechador nuevamente había dejado de mirarlo: efectivamente había un gran secreto envolviendo esta canción!.

Muchas emociones se confrontaban en el interior de Abel en estos momentos, las cuales terminaron provocando que el viudo se acercara nuevamente al cadáver de Martin y lo mirara con pena; este pobre joven no solo le había salvado la vida, sino que tambien habia sido el que habia pagado por su intento de escapar de esta mansion, comiendose la tampa que probablemente el se hubiera comido si no hubiera saltado por la ventana como si su vida dependiera de ello y se hubiera puesto a correr como un demente, ignorando completamente la existencia de esta cansion.

Fue entonces cuando Abel noto algo le llamo la atencion al lado del cadáver de martin y ni más ni menos que el papel en suelo que acaba de tirar escondido entre la niebla, si bien el mismo era solo un papel doblado de forma bastante prolija para no ocupar mucho espacio, Abel aun se preguntaba por qué alguien podría esto en una caja musica, claramente este papel estaba en principio guardado de forma tal de no molestar el juego de engranajes de la caja musical o el giro del cilindro metálico, sin embargo al sacar el cilindro una sola vez el papel se volvió una molestia para hacer funcionar la caja, lo cual demostraba que este papel fue puesto con mucho cuidado en algún lugar de la caja música y la pregunta claro está : Para que?, la idea más obvia era pensar que este papel fue una arreglo improvisado para que el mecanismo funcionara, pero la canción rellenando el vacío de la habitación impedía pensar eso como opción válida. Tampoco podría tratarse de un papel puesto ahí de forma aleatoria, ya que el mismo no era un bollo de papel, sino que un cuadrado de papel muy finamente doblado y colocado con cuidado, por lo que parecería que alguien lo había colocado en la caja a propósito.

Abel tomó el papel algo escondido entre la débil niebla en el piso y con lentitud lo abrió. Inmediatamente, Abel cayó al suelo de culo y comenzó a respirar agitadamente tras siquiera ver de un vistazo una parte del contenido del mismo.