Sálvame de mi crisis

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Ahora que era un momento crítico, ¿qué le importaba?

—Destruir a un mercenario de Sangre Demoníaca era equivalente a reducir la amenaza a la base. Por lo tanto, la estrategia de lanzar una línea larga para capturar un pez grande no era aplicable en este momento.

—¡Sí, señor!

—Zooey parecía seria. Sabía que la mayor parte de la presión recaía sobre el departamento de inteligencia. No era que no pudieran aniquilar a los elites de Sangre Demoníaca, ¡pero no tenían suficiente información!

La biblioteca volvió a sumirse en el más absoluto silencio.

Todo el mundo pensaba en cómo darlo todo, pensando en la mejor manera de lidiar con la situación.