—Tía, la verdad es que... Mike es un poco viejo. No creo que eso sea un problema. Al contrario, sabe cómo cuidar a su hija. Usted misma lo dijo. Sarah Lee es su única hija. ¿Quiere obligarla a casarse con alguien que no le gusta para que no sea juzgada por la sociedad?
—Pero... —Katherine frunció el ceño.
—Tía —dijo Oliver Walker con una sonrisa—, debería saber que Sarah Lee ya no es una niña. Este año cumple veintidós, ¿verdad? Ya tiene su propia opinión.
—Debe haber algo en Mike que la atrae. ¡No existe tal cosa como el amor inexplicable en este mundo!
El aspecto de Mike era de hecho un poco ordinario. Junto con el cruel entrenamiento que había recibido, su piel era oscura y parecía un amable viejo granjero. Quizás a los ojos de un snob, este tipo de apariencia no era agradable.
Sin embargo, era obvio que Katherine era el tipo de persona que era razonable y no buscaba la riqueza, sino solo la paz. Por lo tanto, ser honesto y amable se convirtió en la mayor fortaleza de Mike.
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