Día de San Valentín y años después III

Luego de disfrutar una pizza familiar de champiñón, guardamos todo y dimos otro paseo donde había una linda cueva y arriba de ella cristales de varios colores, blancos, azules, lilas y había en el centro uno grande de color arcoíris, tenían muchas formas y colores, aunque todas eran con el mismo poder ya que era un templo de Cupido con Venus.

Ya era de tarde y Cedric me pidió bailar con el, aunque le expliqué muchas veces que tenía dos pies izquierdos ni caso me hizo y al final accedí a bailar con el, fue al mirador y busco mi celular para poner la canción, al empezar a sonar me deje guiar por el aunque costaba un poco pero lo logré y logramos bailar un buen rato, mientras estaba la música notaba a Cedric nervioso así que le pedí que contará que pasaba y entre enredos y pausas curiosas dijo al fin

Cedric: quiero ayudarte a que es escojas un caballo -luego hace una curiosa pausa y afirma- si eso, eso quería decir.

No sabía por qué pero note que no era del todo verdad, pero accedí y preferí hacerme la que le había creído y luego indagar un poco más, no muy lejos de allí habían caballos salvajes y mire a Cedric curiosa y me dice

Cedric: antiguamente mi tribu hacia esto, dejaba que un salvaje lo escogiera.

Lo miro curiosa y le pregunto: ¿Cómo es ahora?.

Se lleva la mano a la cabeza y dice desviando un poco la mirada: ahora es en un corral, pero para mi es más divertido así.

Negué un poco con la cabeza y le susurro: verás como huyen y no me acepta ninguno.

Cedric me explico el porque había llamado a su caballo Licht que significa luz en Alemán, asombrada por eso me dijo que antes tenía un tío viajero que amaba Alemania y por eso colocó ese nombre a su caballo cuando aún era potro, eso me asombró mucho y decidí intentarlo tal como me había explicado, no era buena en el sigilo así que rápido supieron de mi, corrieron un poco pero aún estaban cerca.

Los caballos eran realmente hermosos había un caballo blanco con manchas marrones y cabello marrón, otro que era gris con tonos más oscuros, habían adultos y jóvenes e incluso crías, es cierto que las vi pero no fijamente no quería que me vieran como amenaza, sólo que hubo algo que ninguno presenció y era que había un hermoso Jaguar cerca de todos nosotros.

Me senté en el césped y miraba al cielo pero de rato en rato giraba levemente mi rostro y los observaba hasta que decido soltar mi cabello para que no note que los veo, sabía por vista rápida que habían 4 que me miraban fijo, intuí que uno de ellos era el líder y vigilaba por si hacía un mal movimiento.

No supe como pero un ruido me alertó y decidí sacar mis dagas, Cedric que no estaba lejos y al notar la magia noto que algo andaba mal, y se acercó a mi, claro que los caballos no huyeron al verlo ya que con los Elfos eran un poco mas confiados.

Cuando íbamos a hacer correr a la manada escucho un caballo hacer ruido y allí fue donde muchos empezaron a correr excepto el Líder que debía pelear, corrí tan rápido como pude y me coloque delante del caballo y como si todos pudieran entenderme dije

Yo: ya basta.

El caballo dejo de hacer el ruido al igual que la Jaguar pero seguía mostrando sus colmillos y dije: por favor para -note su cuerpo algo débil y sus tetas caídas, así que sin mirar a Cedric dije- tiene crías Cedric, tal vez se sintió amenazada por mi… ¿Qué hago?.

Este suspira y con su arco preparado dice: la idea será irnos.

Como si el caballo le hubiera entendido relincho y se acercó a el enojado y digo: tranquilo que no los dejaremos solos Líder.

Mientras me ve por alguna razón calma su gesto, ambos podían huir y dejarnos a nuestra suerte pero su curiosidad era grande.

Decidí guardar mis dagas mientras recitaba un hechizo de protección para los caballos, los 3 ya que Licht se unió a escuchar al Líder relincharle a Cedric.

Cedric sólo miraba lo que hacía sin soltar el arco listo para atacar, no quería que atacara ya que eso le dolería más a el que a mi, así que decidí sacrificarme un poco, podía invocar cosas, así que decidí invocar un poco de comida y agua, la Jaguar a un estaba enojada pero su olfato pudo más que ella, Perla me había enseñado un hechizo de invocar cualquier cosa, aunque ella lo veía en parte inútil, pero eso en ese momento me fue de ayuda, recordé la comida en pollo.