—Por supuesto, las bebidas seguirán costando dinero, pero los platillos son gratis —añadió An Jing—. Además, es mejor si son gratis por tres días. Un día parece muy corto, tres días debería estar bien.
—¡Hagámoslo como dices! —aplaudió Wang Youbao.
Viendo a Wang Youbao muy confiado, como si un montón de plata estuviera a punto de saludarlo con la mano, An Jing se rió entre dientes y dijo:
—Si terminas perdiendo dinero, no me culpes.
—¿Cómo podría? Fue mi decisión. Creo que tu idea es grandiosa. Incluso si pierdo dinero, ¡estoy dispuesto a aceptarlo! —respondió inmediatamente Wang Youbao.
Si no perdía dinero, eso significaría ganar un puñado de plata, así que, por supuesto, estaba dispuesto a arriesgarse y probar.
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