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CAPÍTULO 7- No todo tiene un final feliz.

CAPÍTULO 7- No todo tiene un final feliz.

Mientras Dann estaba a punto de pelear, Kevs y la primera esposa del héroe luchaban una épica ba... Ah, no, olviden eso último, ya la mató.

—Era una inútil que solo sabía crear escudos.- Dijo Kevs, mientras retiraba sus garras del cuello de la mujer.

—¡¡Mindy!!

—Maldita sea, más inútiles.

El resto de las esposas del héroe llegaron y Kevs suspiró.

—Terminemos esto rápido.

Dann lo intentó, realmente lo intentó con toda su voluntad. Dio el mejor esfuerzo que pudo dar, pero su enemigo es literalmente un héroe con un gran poder mágico, que mejora todas sus habilidades de pelea.

Un humano normal vs un héroe. Era más que obvio quién ganaría.

Ninguna de las habilidades únicas de Dann le sería útil en una pelea. Podría comprar cuchillos, pica hielos, cualquier otro utensilio de cocina que sirviera como arma, pero incluso si lo atacara con un arma, no serviría de nada. La resistencia física del héroe es superior y no recibiría ningún daño.

Dann estaba condenado a perder, pero...

—Debo de admitir que tu perseverancia me sorprende bastante, calvito. ¿Esa es tu habilidad única? Una mierda de habilidad. Hubieras escogido otra mejor. ¿Ya no estaba disponible la habilidad [Slime Supremo]? Esa sonaba increíble, pero escogí el teléfono inteligente para no perderme el final de One Piece.

—¿Qué es One Piece?

—Supongo que vienes de un mundo diferente al mío. Bueno, no importa.

Dann seguía de pie frente a un héroe ileso, pero a duras penas se mantiene de pie. Su cuerpo está destrozado, los huesos de sus brazos están hechos pedazos, su ojo izquierdo explotó, su oreja izquierda fue cortada, perdió los dedos de sus manos, tiene heridas profundas en la mayor parte de su cuerpo... Dann está sufriendo un infierno en este momento, realmente está sufriendo demasiado, pero no se queja y soporta el dolor por una razón: no quiere darle la satisfacción de verlo sufrir.

Un charco de sangre inunda el suelo en sus pies, su piel morena se está poniendo pálida por toda la sangre que ha perdido, su cabeza le da vueltas, está mareado, tiene náuseas, su cabeza está a punto de explotar por tanto dolor de cabeza, su cuerpo no soporta estar de pie más tiempo, pero se niega a caer.

Se niega a darse por vencido. ¿Por qué? La razón principal está detrás de él: Emilia.

—¡Por favor, ríndete! ¡Déjame entregarme para salvarte!

Durante la pelea, Emilia intentó convencer al héroe de perdonarle la vida a Dann a cambio de su propia libertad, pero Dann detuvo a Emilia y siguió peleando, porque no quiere que Emilia regrese al infierno del que escapó.

—El héroe de pito chico de todas maneras me matará. De héroe solo tiene el nombre. No se puede confiar en él.

Emilia no escapó porque no quería que Dann muriera para salvarla, y ahora que aceptó la cruel realidad del destino, decidió morir junto a Dann. Prefiere morir a su lado que regresar con el héroe.

Dann no tiene planeado quedarse muerto para siempre. Él sabe que Kevs tiene la habilidad [Resurrección], que es parte de la habilidad única [Mago Supremo]. En otras palabras, Kevs le regresará la vida si él muere. No tiene miedo de morir.

Esa es la otra razón por la que sigue peleando, soportando todo ese dolor. Sabe que morirá, pero al menos ganará tiempo para que Kevs regrese y derrote al héroe.

—Fufu. Vaya, vaya, vaya. Señor calvito. Veamos cuánto más podrás soportar.

Apuntó con su dedo índice a Dann y un rayo rojo salió de la punta de su dedo, atravesando el hombro izquierdo de Dann por completo.

Dann se quejó por el dolor que sintió, pues aunque trate de soportarlo, sigue siendo un humano normal que no está acostumbrado a esta clase de dolor. Dann no es un super humano ni alguien con un cuerpo especial, es un humano común y corriente. Dann es tan débil, que el héroe lo ataca con su ataque más débil, para evitar que muera tan rápido.

Con esos rayos, el héroe penetró la piel de Dann, dejándole heridas profundas y extremadamente dolorosas por todo el cuerpo a Dann, por simple diversión y maldad.

No quiere matarlo rápido, quiere verlo sufrir, pero no está obteniendo los resultados deseados.

—D-Dann...- Dijo Emilia, llorando de impotencia.

Dann le sonrió, lleno de esperanza. No era la sonrisa falsa de alguien asustado, era la sonrisa genuina de alguien que sabe que todo saldrá bien al final. Una sonrisa verdadera, que contrasta demasiado con el terrible estado de su cuerpo.

Una sonrisa que no solo conmovió el corazón de Emilia e hizo enojar más al héroe, sino que también logró relajar a Dann, pues al ver a Emilia, le recuerda que todo el dolor que está sufriendo, valdrá la pena sentirlo, pues su dolor salvará a una inocente mujer, y saber eso le facilita un poco el seguir de pie, a pesar de todo el sufrimiento que siente.

—No permitiré que te ponga un dedo encima de nuevo. No volverás a sufrir. Volverás a ser feliz.

—Jeje... Fufu... ¡Hahahahahaha! ¡¿Volver a ser feliz?! Apenas se conocen, ¿verdad? Esa mujer nunca ha...

—Sí, sí, bla, bla, bla. Entonces cambio mis palabras. Emilia, finalmente serás feliz. Te doy mi palabra.

—¿No quieres saber su pasado? Con mucho gusto te lo diré.

Emilia bajó la mirada, llena de tristeza y dolor, y al ver eso, Dann supo que su pasado posiblemente esté lleno de muchísimo dolor. Tal vez fue abusada sexualmente, tal vez era una esclava, etcétera. Dann podría usar esta oportunidad para que el héroe cuente la historia y así ganar tiempo, pero prefirió no hacerlo, porque eso le recordaría a Emilia todo el dolor que ha experimentado en su vida, y Dann prefiere que Emilia solo piense en su futuro e intente olvidar el pasado, o al menos superarlo.

—Nah, no me importa. ¿Ella fue una esclava sexual? ¿Una prostituta que fue obligada a serlo? ¿Acaso fue torturada por algún noble corrupto? Posiblemente simplemente vivió siempre en la pobreza extrema y fue obligada a vender su cuerpo para poder comer. Sea lo que sea, ¿sabes qué? No me interesa en lo absoluto, y tampoco debería importarte a ti, Emilia. El pasado queda en el pasado, y algo que me enseñó la vida, es que el pasado de una persona no debería influir en su futuro.

Dann se acercó lentamente hacia el héroe, con pasos lentos, pero firmes.

—Cuando era pequeño, hasta que tuve 17 años, fui la maldita sombra de mi hermana, recibiendo sus sobras. ¿Por qué? Porque ella fue la planeada, la hija favorita, y yo fui un condón roto que obligó a mis padres a casarse por estar de cachondos. Mis padres nunca me apoyaron, nunca creyeron en mí, nunca me daban lo que quería, ni siquiera me mostraban su cariño... ni siquiera me querían. Tengo las bases para ser un villano, pero mírame, estoy parado frente a ti, sacrificando mi cuerpo para intentar salvar a una inocente mujer. Mi pasado es perfecto para el pasado de un villano, pero no permití que mi pasado influya en mi vida. No dejé que los comentarios de mis padres me afecten. No permití que, aunque nadie creyera en mi sueño, me impidiera el intentar lograrlo.

Dann se paró frente al héroe, mientras él lo veía con repudio y Emilia lo miraba con admiración, mientras una enorme cantidad de sentimientos inundaban su ser en ese momento. Tristeza, amor, admiración, felicidad... Por fin alguien se preocupaba genuinamente por ella y no se interesaba en ella por su cuerpo.

Por fin alguien se preocupaba de verdad por ella... Por fin alguien la consideraba un humano y no un simple juguete sexual... Por fin alguien la trataba bien.

Emilia, desde pequeña, siempre vivió en la pobreza, con un padre maltratador que vendía el cuerpo de su esposa para pagar sus drogas y alcohol... incluso vendió la virginidad de su pequeña hija. ¿A qué edad? Es mejor no saberlo.

Su infancia puede resumirse en dos simples palabras: Dolor y hambre.

Si tenía suerte, comía una vez al día y su padre no la golpeaba tanto, pero solo en los días que tenía suerte, en los restos de los días, no comía y su padre le daba una paliza.

Todos los días eran lo mismo, hasta que cumplió 15 años. ¿Qué le dieron como regalo por cumplir 15 años? Su padre la vendió a un burdel, en donde todos los días abusaban de ella y tenía que soportar los asquerosos fetiches de los hombres, sus humillaciones e insultos.

En su vida solo había dolor y más dolor. Creyó que su vida cambiaría porque un supuesto héroe se había fijado en ella y la había comprado, pero no fue así.

Siguió sufriendo de abusos y humillaciones por parte del propio héroe y sus esposas principales. El héroe se excitaba al verla sufrir y llorar, pues lo hacía sentir un ser superior, y las esposas principales del héroe usaban monstruos para que la violaran. ¿Por qué? Por simple diversión, no hay otro motivo.

Pero un día, cuando un Dragón apareció en la Capital, ella aprovechó que las esposas y el héroe habían ido a luchar contra el Dragón y escapó, escondiéndose en el bosque y sobreviviendo cazando pequeñas ardillas y roedores por todo un año completo.

Dolor, abuso físico, sexual, humillaciones, maltrato... Emilia ha sufrido demasiado en su vida, y lo único que quiere y anhela tener, es ser feliz... No... Vivir una vida normal. Vivir sin miedo de sufrir más.

Ser una persona con una vida normal.

—El pasado de Emilia podrá estar lleno de dolor y sin esperanza, pero eso no significa que su futuro sea así. Así que, si quieres contar su pasado, hazlo, no me importa. Para mí, Emilia es una inocente mujer que solo quiere ser feliz, y nada me hará cambiar de opinión.

—Oh, ya veo... Que simp eres, bro.

—Se le llama tener empatía, idiota. Si Emilia fuera Emilio, un hombre, haría lo mismo por él. No todos somos unos interesados como tú, señor pito chico.

—Sí, ya veo... Bueno, no me importa. Ya me aburriste. Adiós.

El héroe puso su dedo índice en el pecho de Dann y él simplemente siguió sonriendo.

—Adiós.

El rayo atravesó el corazón de Dann, pero en lugar de sentir dolor, sintió paz. ¿Por qué? Porque alguien acaba de llegar.

—¡¡¡¡Amoooooooo!!!!- Gritó Kevs, en su mente.

—Te encargo el... resto... Kevs...

Dann cayó muerto al suelo e inmediatamente Emilia gritó, llena de desesperación.

Abrazó el cadáver de Dann, mientras Kevs lloraba y... mostraba sus dientes.

—Ah, este calvito realmente resistió bastante. Bueno, puta, ¿te vas a suicidar o qué? Estoy espe...

—¡¡Guau!!

Kevs ladró furioso y el héroe volteó a verlo.

—¿Un perro? La mascota del calvo, ¿eh? ¿O es tuya, Emilia? Me gustan los perros. Me lo voy a quedar.

—Tú... Tú te atreviste a matar a mi amo.

—¿Eh? ¿Quién está ahí?

—Mataste a mi amo... No pude protegerlo... Le fallé...

—¡Sal, cobarde! ¡No te tengo miedo!

—Morirás... ¡¡¡Morirás!!!

Kevs saltó sobre él y destruyó con su cuerpo las paredes de la cabaña, así como más de un kilómetro de bosque, usando el cuerpo del héroe.

El héroe, al ver que era el perro el que lo estaba atacando, rápidamente activó un campo de protección en él, logrando alejar a Kevs de él y deteniendo el ataque.

Al intentar detenerse, perdió el equilibrio y dio vueltas por el suelo, hasta chocar contra una gran roca, que lo frenó de golpe.

Usando una simple embestida, Kevs logró quitarle el 10% de sus puntos de vida al héroe, pero él no se dio cuenta, porque creyó que el perro era una reencarnación de Dann y que esa era su habilidad única, pues Dann nunca mostró su habilidad única en su pelea.

—¡Hahahahahaha! ¡¿Tu habilidad única es transformarte en perro?! ¡Hahahahahaha! ¡Eres tan patético, te quedaste con las sobras!

Kevs se detuvo frente al héroe, mientras sus gruñidos, en lugar de hacer sentir amenazado al héroe, lo hacían reír.

—¡Realmente te comportas como un perro! ¡Tan ridículo! ¡Hahahahahaha!

Sacó su teléfono y por fin se tomó un poco en serio a Dann, o eso él creía.

El héroe, confiado en sus poderes y la ventaja que le otorgaba su teléfono mágico, se burlaba de Kevs, subestimando su verdadero potencial.

—¡Al menos entretenme un poco!

Con arrogancia, proclamó que Kevs no era más que una simple bestia a la que aplastaría con un solo movimiento, pero pronto el karma le llegaría.

La pelea comenzó con el héroe lanzando hechizos y ataques desde su teléfono mágico. Pero Kevs, hábil y astuto, esquivaba cada uno de ellos con destreza. Utilizando su habilidad [Sabio], analizaba cada movimiento del héroe, encontrando las debilidades y oportunidades para contraatacar.

Los ataques mágicos del héroe eran precisos, pero la velocidad de Kevs los superaban y los evitaba con bastante facilidad.

Llegó con él e inmediatamente el héroe activó un campo de protección, pero esta vez, Kevs estaba preparado para eso, después de todo, ganó muchísima experiencia enfrentando a sus esposas, que usaban ese mismo hechizo.

Con un cabezazo, Kevs destruyó el campo de protección, asustando al héroe por completo, pues por primera vez desde que llegó a ese mundo, alguien fue capaz de romper su hechizo de protección, ni siquiera la bola de fuego de un Dragón de rango S fue capaz de hacerlo, y que Kevs lo haya roto sin tanta dificultad, lo asustó tanto, que no supo cómo reaccionar. ¿Por qué? Porque por primera vez en mucho tiempo, sintió miedo... Miedo de verdad.

Miedo del perro frente a él.

—¡¡¿Qué?!!

Kevs lanzaba mordiscos y embestidas poderosas, empleando su habilidad [Héroe] para canalizar su ira y fuerza en cada ataque. Sus dientes afilados y garras amenazadoras eran armas formidables, mientras que su sabiduría estratégica le permitía aprovechar las vulnerabilidades del héroe.

El héroe simplemente intentaba esquivarlas, no sabiendo qué hacer. Cada uno de sus ataques era esquivado y, aunque Kevs haya recibido algunos ataques, no parecía tener algún efecto en él.

—¡¡Chicas, idiotas, respondan!!

—Fufu.

Kevs se rió y arrastró la tierra con su pata delantera derecha.

—¿Estás intentando llamar por telepatía a tus esposas? Intenta llamar al infierno, seguramente están ahí en este momento.

—¿Q-qué?

—Pero no te preocupes, asqueroso insecto, pronto volverás a estar con ellas. Pero antes, te haré sufrir lo mismo que hiciste sufrir a mi amo, pero multiplicado por 1,000.

—¿T-tu amo...? ¿Q-qué mierda eres?

—Mi grandioso nombre que mi maravilloso amo me dio, es Kevs. ¿Y qué soy? Soy un perro. Soy Kevs, la mascota del gran Dann. Y soy el que te matará.

Kevs volvió a embestir al héroe, pero esta vez, el héroe olvidó que tenía el teléfono en la mano. Se protegió el estómago con sus manos, para evitar la embestida, pero no lo logró, recibió la embestida y volvió a salir disparado, destruyendo el bosque a su paso, y como tenía el teléfono en su mano, Kevs lo destruyó con sus garras mientras embestía al héroe, dejándolo sin su habilidad única.

Al detenerse, Kevs decidió ver la reacción del héroe, simplemente para burlarse de él.

—¡¡Ahhhhhhhh!! ¡¡Ya me cansé de esto!! ¡¡Es hora de ponerse serios!!

—¿No me tomaste en serio antes? Eres un verdadero idiota, insecto de mierda.

—¡¡Te arrepentirás!!

El héroe apuntó su teléfono hacia Kevs.

—¡¡Rayo de la muerte...!! ¿Eh? ¿Q-qué?

El teléfono tenía la pantalla rota, en otras palabras, ya no servía. El héroe se quedó sin su habilidad única y ahora es simplemente un humano más, con un cuerpo resistente, pero eso es todo. Gracias a su teléfono podía usar magia, pero ahora que ya no lo tiene más, lo único que le queda, es su resistencia física.

—La pantalla está rota, al igual que tu culo en el futuro. Mira detrás de ti.

—¿Q-qué?

Con miedo, el héroe volteó hacia atrás y vio a una manada de Orcos y Reinas Duendes, en una... ¿orgía? Sí... Una asquerosa orgía.

—Te encanta el sexo, ¿verdad? Bueno, entonces lo que te haré te encantará, pero antes...

Kevs le encajó las garras en el estómago al héroe, logrando escuchar un grito de dolor, que solo hacía sentir satisfacción a Kevs.

A medida que la batalla avanzaba, el héroe comenzó a sentir el peso de su arrogancia. Cada ataque fallido, cada esquive frustrado y cada embestida de Kevs le recordaban su subestimación. Kevs demostraba ser más que una simple bestia; era un guerrero astuto y letal.

Se arrepintió de no tomarse en serio a Kevs. Si se lo hubiera tomado en serio, el héroe habría tenido un 80% de probabilidad de salir victorioso, pero subestimó a Kevs y se quedó sin teléfono antes de poder tomarse en serio la pelea, sellando su destino.

El héroe, antes altanero, se volvió temeroso y desesperado. Sus golpes perdieron fuerza y precisión, mientras que sus movimientos se volvieron torpes y erráticos. Kevs, aprovechando esta oportunidad, redobló su agresividad y determinación.

A pesar de sus intentos desesperados por usar su teléfono mágico para pedir ayuda o encontrar una manera de derrotar a Kevs, simplemente no podía usarlo. El héroe se encontró atrapado en una batalla sin escape. Kevs continuó sus ataques implacables, desgastando al héroe hasta llevarlo al límite de sus fuerzas.

Finalmente, exhausto y derrotado, el héroe cayó al suelo, incapaz de levantarse. Kevs, victorioso, dejó escapar un aullido triunfante que resonó en el campo de batalla. Había defendido el honor de su amo y demostrado su valía, superando todas las expectativas y derrotando al arrogante héroe.

El héroe, ahora convertido en un cobarde llorón, lamentó su falta de respeto y subestimación hacia Kevs. Reconoció la nobleza y la habilidad del animal, pero ya era demasiado tarde. La batalla había llegado a su fin, y Kevs, el verdadero héroe de la historia, reclamó su merecido lugar como vencedor, dejando al héroe en la orgía de esos monstruos.

—Tomen, les ordeno hacerlo su puta.

—¡No, espera, ten piedad! ¡No volveré a aparecer en tu vida! ¡Te lo...!

Un Orco le tapó la boca, mientras le bajaba el pantalón y... le metía su enorme dedo índice en su... agujero.

El héroe lloraba a mares, suplicando piedad. Piedad que nunca llegará, pues Kevs no siente empatía por ningún humano, a excepción de su amo, Dann.

—Te quedaste sin tu habilidad única, ya nunca podrás usar magia de nuevo. Estarás condenado a ser el juguete sexual de estos monstruos hasta que mueras. El destino perfecto para un adicto al sexo como tú. Participar en una orgía hasta el día de tu muerte.

Lo pusieron en posición de perrito y Kevs puso su pata derecha sobre la cara del héroe.

—Ahora.

Una Reina Duende, usando "el dedo", penetró lentamente el trasero del héroe, mientras Kevs disfrutaba de la vista.

—Sí... Eso será suficiente. Adiós, mierda.

Y así, Kevs se fue, dejando atrás al antiguo héroe, siendo violado por monstruos adictos al sexo hasta la muerte.

Kevs regresó a la cabaña y vio a Emilia, todavía abrazando el cuerpo sin vida de Dann.

—Tú... ¿Qué eres?

—Tú eras la esposa del héroe del teléfono, ¿no?

—... Sí, pero yo...

—Además del héroe, ¿con cuántos hombres has estado?

—¿Eh...? N-no lo sé, perdí la cuenta...

Kevs le cortó la cabeza con sus garras, sin darle la oportunidad de contar su versión de la historia.

—No eres digna de mi amo. Estás sucia. Mi amo merece una mujer pura y virgen, no una prostituta.

A Dann realmente no le importa la virginidad, pero Kevs es demasiado estricto cuando se trata del bienestar de su amo.

—No necesitamos las sobras de ese héroe de mierda.

(Pov- Dann.)

—¡No, se los digo, los tacos de perro son un mito!

—Sí, sí, claro.

—¡Son un mito!

—Si los tacos no son de perro, Michael Jackson no fingió su muerte.

—¡Se los...! ¿Eh? ¡¿En serio fingió su muerte?!

—Tal vez sí, tal vez no.

Ah, estos ángeles podrán ser hermosas, ¡pero son muy groseras! ¡Se atrevieron a ofender a los tacos!

Estoy jugando cartas con estas hermosas ángeles, en el cielo... O algo así.

De hecho, estamos en un bar, bebiendo una buena cerveza, mientras esperamos a que Kevs me reviva.

Tres hermosas ángeles me hacen compañía, pero sus personalidades groseras me molestan un poco.

—Oye, señor taquero, ¿cuándo planeas hacer tacos a tu perro?

—¡Ahhhhhhhh! ¡Que los tacos no son de perro! Y todavía no soy un taquero, me falta mi puesto. ¿Nos les gustaría invertir en mi negocio? Nos repartiremos las ganancias en partes iguales.

—Nah, no creo que los tacos se vuelvan populares en el paraíso.

—Señor taquero, ¿cuál es la mejor clase de taco?

—¡Oye, oye, oye! ¡¿Acaso intentas iniciar la tercera guerra mundial?! ¡Esa pregunta nunca se hace! ¡Todos los tacos tienen su propio encanto!

—Personalmente prefiero la pizza.

—Sí, y las hamburguesas.

—No olviden el arroz japonés y chino.

—Sí, sí, admito que esos platillos son deliciosos, ¡pero literalmente se puede hacer tacos de todo! Tacos de pescado, camarón, birria, puerco, asada, tripa, huevos...

—De perros.

—¡Ahhhhhhhh! ¡Que es un mito...! ¿Eh?

E-estoy volviéndome polvo. E-eso es bueno, ¿verdad?

—Te están reviviendo. Eres divertido, señor taquero. Espero que nos volvamos a ver pronto.

—Tendremos preparado todo para que nos cocines.

—Y también carne de perro.

—¡Que es un mito! Y yo también me divertí. Adiós. Vendré a visitarlas cuando muera, y sospecho que será seguido.

Mi vista se nubló, y cuando regresó, vi a Kevs frente a mí, lamiendo mi rostro.

—Kevs, estuve en el paraíso, y déjame decirte que los ángeles no son tan amables como dicen.

Le acaricié la cabeza.

—Sabía que ganarías.

—¡Amo, perdóneme, tardé porque...!

—No me des explicaciones, no estoy enojado, al contrario, estoy muy agradecido contigo. Gracias por derrotar al héroe... ¡¿Y Emilia?!

—Ella se fue, dijo algo sobre iniciar una nueva vida.

—Oh... Ya veo...

Emilia, espero que seas feliz. Seguramente Kevs no me revivió con ella presente por miedo de que se enteren de que tiene esa habilidad.

Más vale prevenir que lamentar, ¿eh?

—Espero que encuentre la felicidad.

Mi cuerpo está ileso, no me duele nada. Pero creo que tengo que comprar más ropa.

— Bueno, vayamos al pueblo. Aprovecharé la visita para comprar ropa. Ese héroe me la destruyó.

—Están muertos.

—¿Eh?

—Una de las esposas del héroe mató a los hombres del pueblo y secuestró a las mujeres. ¡Pero no se preocupe, amo, maté a todas las esposas del héroe!

—Y-ya veo... Tsk. Ese héroe realmente estaba enfermo... Entonces... ¿n-no podrías usar tu habilidad y revivirlos?

—Me temo que no, amo, solo tengo permitido revivirlo a usted. Me prohibieron revivir a otras personas. Es por el tema del control de las almas y todo eso.

Sí, ya veo. Seguramente revivir es contra las reglas y por eso Kevs solo tiene permiso de revivirme a mí.

Lo siento, hombres inocentes, no puedo revivirlos, pero...

—Podemos salvar a las mujeres. ¿En dónde están?

—¡Sígueme, amo, es por aquí!

Salí de la cabaña y comencé a seguir a Kevs.

Emilia, estés en donde estés, espero que seas feliz. El héroe del teléfono ya no está, por fin eres libre.

Te deseo la mejor de las suertes. Espero que nos volvamos a ver en el futuro, y... bueno... Si tú sigues soltera y yo soltero, podríamos intentar salir juntos.

Sé feliz, Emilia... Nos volveremos a ver.