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Estos sentimientos

Aparecí en medio de los campos de la región de Fitoa en el reino de Asura. Lo último que recuerdo es estar discutiendo con mi novio Akito y un amigo, cuando vi a un hombre extranjero alto correr hacia nosotros. Cuando me di cuenta, un camión se dirigía hacia nosotros. Lo último que recuerdo es a Akito abrazándome y luego una luz. Pensé que había muerto, pero fui transportada al campo, lejos de Tokio.

Caminé por 2 días por este vasto campo sin ver a nada ni a nadie, hasta que colapsé. Fue ahí cuando un hombre alto, casi 2 metros de altura, pelo gris platinado algo largo y unos ojos amarillos como de un reptil, me encontró. Él no hablaba japonés y hablaba una lengua extraña. No sé cómo me curó usando energía verde. Pensé que mi mente me jugaba una mala pasada o tal vez realmente estaba muerta, pero este hombre me cuidó y me alimentó, así que decidí seguirlo. Al poco tiempo me di cuenta de que no estaba en la Tierra, había caído en otro mundo, otro planeta tal vez, y con seres parecidos a los de las fábulas de occidente.

Rápidamente traté de aprender la lengua de este mundo, lo que me llevó casi 6 meses. Viajé con este hombre llamado Orsted durante alrededor de un año, utilizando círculos de teletransportación. Con la ayuda de mis conocimientos y el patrocinio de Orsted, enseñé a crear ropa interior femenina cómoda, comidas, jabones y creé rutas de comercio, lo que me dio una gran cantidad de dinero. Pero ese no es el objetivo, mi objetivo es encontrar a Akito y regresar a mi casa.

Orsted está conmigo recorriendo el mundo en busca de alguien con la descripción de Akito, pero no encontramos nada. En este viaje me enteré de que Orsted posee una maldición por la que es odiado y temido. Muchas veces es atacado, pero solo mata a aquellos a quienes identifica como apóstoles. Orsted es un ser complejo, se autodefine como el dios dragón y está en pugna con un ser llamado "hombre dios" desde tiempos inmemoriales. Pero yo no le temo y él dice que tal vez es porque soy de otro mundo y la maldición no me afecta.

También me di cuenta de que el mana es una especie de energía extra que todos los seres en este mundo poseen, incluso las plantas y los cadáveres, y también pueden manipularlo ya sea con magia o con sus cuerpos (aura de batalla). Lamentablemente, al ser de otro mundo, no poseo dicha capacidad, por lo que Orsted me regaló 2 anillos, los cuales él llamó objetos mágicos, que me permiten crear barreras contra ataques mágicos y físicos para mi defensa. Además, me he dado cuenta de que en este mundo solo existen humanos caucásicos, no he visto a nadie con rasgos asiáticos, africanos o nativos como los que solo vi en las películas de Hollywood, y eso provoca que todos me miren con curiosidad y muchos hombres se acerquen a coquetearme, lo cual me repugna. Por eso decidí usar una máscara. Finalmente, mi búsqueda no ha llegado a ningún lado, luego de casi 3 años en este mundo no he logrado avances. Orsted me sugirió preguntarle a un experto en invocación para contarle mi caso.

En esos planes estábamos cuando un día algo cambió.

Mientras caminábamos por el paso inferior del Wyrm Rojo, nos topamos con tres personas, dos de las cuales se paralizaron del miedo: un alto hombre calvo y una hermosa chica pelirroja. El otro era un niño, tal vez un preadolescente de unos 13 años. De alguna manera, Orsted los reconocía, ya que me había contado que conocía a todas las criaturas de este mundo (aunque nunca le contó cómo). Pero a ese chico no lo reconoció, y esto fue lo que me dio esperanza: ese chico no le tenía miedo. Algo se me pasó por la cabeza: ¿y si ese chico es como yo y fue transportado acá? No parecía japonés, pero eso no importa, podría ser un europeo, o americano. Eso aceleró el corazón, pero en un momento Orsted nombró al hombre dios y el chico que ya se iba contestó que lo veía en sus sueños, lo que provocó una gran batalla. El chico era muy hábil, un espadachín y un mago al mismo tiempo. Eso me llevó a dudar: ¿es de mi mundo? ¿Cómo sabe eso? Yo no puedo usar maná, ¿por qué él sí?

La batalla fue feroz, Orsted rápidamente derrotó al hombre calvo, pero el chico logró dar la pelea usando magia y esgrima. Cuando Orsted lo hirió gravemente, la chica pelirroja se abalanzó tan feroz y rápidamente que Orsted retrocedió, pero rápidamente lo dejó fuera de combate. El chico se autocuró y volvió a la pelea usando una gran cantidad de maná. Orsted me dijo después que esa fue la primera vez en siglos que debió usar la puerta del dragón para derrotar a alguien. El chico era poderoso. Cuando finalmente Orsted lo mató, la chica pelirroja gritó de manera tan desgarradora sosteniendo su cuerpo que se me partió el corazón. No pude evitar pensar en Akito y qué haría yo si lo encontrara muerto o lo asesinaran frente a mí. Al parecer, esos chicos eran novios y evidentemente ella lo amaba con todo su ser. Pero algo me molestaba, ¿ Si ese chico es de nuestro mundo y de alguna manera logró usar magia podria enseñarme? ¿Y si él es la clave para regresar?

Así que le pedí a Orsted que me dejara vivir. Después de explicarle la situación, accedió de mala gana y lo sanó.

Nos fuimos de ahí, no sin antes echarle una mirada al chico: pelo castaño claro y un lunar bajo uno de sus ojos. No olvidaré ese rostro.

Poco después, Orsted me llevó con el experto en invocación, que resultó ser otro miembro de la raza de Orsted, pero más viejo y gruñón. Se presentó como el rey dragón acorazado Perugius Dola. Al parecer, este tipo es un héroe y una leyenda viva en este mundo. Vive en una gran fortaleza flotante que da vueltas en este mundo.

Cuando Orsted le planteó mi caso y le explicó las circunstancias de mi llegada a este mundo, el tipo quedó muy pensativo. Después de pensar, me dijo que lo más probable es que alguien me invocó a este mundo y eso provocó el gran accidente de maná que hizo desaparecer la región de Fitoa. Eso le hizo sentir culpable, pero Perugius me dijo que yo no tenía culpa de nada, sino quien hizo esa invocación.

Pero él no sabía quién pudo haber sido. Así que me dio varias cosas en qué trabajar, me enseño sobre círculos mágicos de invocación y me dio una carta de recomendación a la Universidad de Ranoa. Además, me regaló varios círculos de invocación de su autoría para que los vendiera y tuviera dinero, como el círculo para convocar espíritus de la luz. También me explicó que sus familiares eran espíritus que él convocaba, salvo esa mujer alada llamada Silvaril que más me dio la impresión de ser su amante mas que su sirvienta.

Así que después de unos meses estudiando con Perugius Almanfi, me llevo a la academia donde me inscribí. Rápidamente, al ver mi carta, me nombraron alumna especial y ni siquiera me obligaron a ir a clases obligatorias. Me dieron un único laboratorio con habitación y me recluí ahí a investigar. Además, Perugius me dio una especie de silbato para que lo contactara cuando quisiera, y me dijo que lo mantuviera al tanto de mis resultados.

Durante mi tiempo en la universidad, sugerí varios cambios, como el diseño de un uniforme único que daría más formalidad a la universidad, así como cosas tan básicas como el uso de pizarrones y tiza para las clases, y mejorar el menú gracias a las rutas comerciales que establecí en Asura. Esto me valió que me dieran rango A en el gremio mágico y gracias a mis "invenciones" logré amasar una gran fortuna, que utilizaba para comprar piedras mágicas para la fabricación de círculos. Al no contar con mana, necesitaba de ellas para las invocaciones. Así pasaron casi 3 años, donde nadie me veía salvo contadas veces que visitaba al director o al subdirector, y esa vez que una princesa fue a visitarme para hacernos aliados, la cual rechacé rápidamente, esto por consejo del propio Perugius, que me dijo que no le hablara a nadie sobre él y que probablemente alguien de la realeza de Asura trataría de contactarme si se enteraba de nuestros vínculos.

Hasta que un día Jinas me contó sobre un prodigio.

Un tal Rudeus Greyrat derrotó fácilmente a Fitz, el guardián de la princesa. Ese nombre lo recordaba es ese niño le dio pelea a Orsted. No quise contactarlo de inmediato, y él se hizo rápidamente conocido en la universidad. A veces lo podía ver por la ventana caminando con sus amigos. Él había crecido, no era como yo que no había envejecido ni un día. Se veía más corpulento y ya tenía cara de hombre. Era un tipo bastante guapo. Meses después, y después de derrotar al rey demonio, un día el maestro Jinas ne informó que Rudeus buscaba un experto en invocación, y le había sugerido a Fitz que nos presentara. Así que esperé ese día, tenía mucho que preguntarle. Cuando finalmente vino a mi laboratorio, no fue una buena primera impresión. Él dejó escapar un grito de terror al verme. Después de aclarar la incómoda situación y asegurarse de que Orsted no estaba conmigo, empezamos a hablar. Lo primero que hice fue darle un papel escrito en japonés con el nombre de mis amigos y preguntarle en japonés. Si el es alguno de ellos y si entendía lo que decía, tuve una respuesta negativa.

No entiendo lo que dices, dijo. Me sentí decepcionado y tonta, todas mis esperanzas se fueron al demonio.

Luego él me habló en inglés y me dijo que no entendía el japonés, eso devolvió mi alma al cuerpo. Este chico debe ser de Estados Unidos pensé ,rápidamente me quité la máscara y me presenté. Le expliqué mi situación y le dije que nos ayudáramos a volver juntos. Él solo rió y me dijo que me iba a ayudar, pero que él no podía regresar. Cuando le pregunté el porqué, la bomba. Él había muerto en la tierra y había reencarnado en este mundo, era un caso parecido al mío pero no lo mismo, y no solo eso, él era el extranjero que vi antes de ser transportada acá. Él corría hacia nosotros tratando de salvarnos la vida, alcanzó a sacar a mi amigo del camino y falleció tratando de salvarme a mí y a Akito. Me sentí terriblemente mal, por mí este hombre dio su vida, traté de ponerme la máscara de vergüenza y culpa que sentía.

Cuando me puse la máscara, me dijo que no le gustaba y que me la quitara. Sin ella, me veía bonita (pensé que era un viejo verde). Luego me explicó su situación: resulta que ahora tiene una nueva familia en este mundo, ya que reencarnó como un bebé, conservando sus recuerdos, y es feliz aquí, así que no tiene sentido regresar. Encontré razón en sus palabras, pero no dejé de sentirme culpable. Finalmente, le expliqué lo que sentía y lo que quería, así que decidió ayudarme con su gran capacidad mágica. Al fin había encontrado un aliado y alguien que me entendía, a pesar de que no es japonés, resultó ser de América del Sur, pero es el único vínculo que tengo con la Tierra. Lamentablemente, este chico proviene de una cultura muy distinta a la mía, pero aún así es bueno tener a alguien . Al menos podemos hablar de nuestro mundo, aunque en estos años de encierro me he vuelto una persona amargada y arisca, hasta yo misma me molesto con mi actitud de mierda.

Cuando expliqué mi situación, al parecer lo hice de mala manera y casi hago que Fitz me mate por el malentendido awi que ruve que explicarme mejor y arreglar este problema.

Finalmente le dije a Rudeus que empezáramos a trabajar pronto.

Él siempre me ayudaba con todos mis pedidos y cuando terminábamos simplemente lo sacaba de mi laboratorio con un adiós.

Él trataba de hablarme pero no le daba mucha importancia, hasta que un día lo encontré bastante malhumorado. Me exigió que me sacara la máscara y me volvió a decir linda. Le dije que era un galan de 4ta, a lo que respondió que si siempre he tenido un carácter de mierda. El tipo resultó ser bastante directo, la verdad ni akito ni papá me hablaron así alguna vez.

Solo chasqueé la lengua al no saber qué decirle, pero en cierto modo me he vuelto una amargada. Yo solía ser una chica más extrovertida y amigable, todos estos años me habían cambiado la personalidad.

De la nada, Rudeus empezó a hablar de él, de lo que extrañaba, de lo que hacía en nuestro mundo y resultó ser una persona común y corriente.

Me di cuenta que le gustaban las cosas cotidianas, me dijo que debería salir y hacer amigos. Le dije que no me interesaba conocer a nadie, y él me dijo que me volvería loca si seguía así (¿acaso no lo estoy ya?). Me invitó a dar una vuelta por la Sharia y a tomar algo (¿este tipo me está invitando a una cita? No, no es eso, simplemente lo dice para ayudarme). Finalmente, le hablé de lo que me gustaba y le conté sobre mis sueños y lo que me gustaba. Él me habló de su vida, que hacia en Japón y de su familia , que solo eran su hermano y sus sobrinos.

Cuando le pregunté por qué había tratado de salvarnos, simplemente dijo que nos vio en peligro y corrió sin pensarlo. Le pedí perdón, pero me dijo que estuviera tranquila, que él era feliz aquí. También supe que él iba a una cita ese dia que murio, eso me hizo sentir peor , pero volvio a calmarme sonriendo , él tiene algo que me hizo sentir mejor. Finalmente, terminamos bromeando sobre nuestras edades. Pensé que Rudeus era un viejo en el cuerpo de un adolescente, pero me contó que son solo sus recuerdos.

Su cerebro nuevo y sus genes lo llevan a comportarse según su edad, así que técnicamente es un chico de 16 años que solo conserva los recuerdos de su vieja vida. Me di cuenta de esto porque cuando hablo con él siento que estoy hablando con otro chico de mi edad. Es bastante inmaduro en algunas cosas ademas su nuevo adn lo hace tener una personalidad diferente , al final despues de tanta habladuria logró sacarme una sonrisa, y terminé ese día más alegre, algo que no había sentido en años. Cuando finalmente se fue a donde su amigo, el príncipe Zanoba, me volvió a decir que saliéramos un día a dar una vuelta y conversar, y trató de convencerme de salir y compartir con sus amigos. La verdad es que me dejó pensando en ello. Finalmente nos despedimos, y me di cuenta que una hora después aun tenía una sonrisa en mi rostro.

La verdad, Rudeus resultó ser un tipo bastante agradable.

Cuando oi de el ,pensé que sería un petulante idiota , devido a su poder. Aunque sus gustos musicales son los de un viejo, y si bien yo, como japonesa, y él, como un típico hombre occidental, tenemos muy pocas cosas en común, su manera de tratarme me hace sentir cómoda. A veces olvido que hablo con un alma mayor en el cuerpo de un adolescente, y terminamos riendo juntos.

Estas semanas he estado tan alegre que apenas recuerdo la última vez que estuve así, creo que fue cuando almorzaba con mis padres los fines de semana. Pero hay algo que me molesta, he notado algo triste a Rudeus, al parecer se peleó con su amigo Fitz, porque no los he visto nuevamente juntos desde que vinieron a conocerme.

Un día, en mi día libre, mientras me sentía mal, con una tos seca y algo de fiebre, Rudeus golpeó mi puerta. Traía consigo una guitarra que no sé de dónde sacó, una botella de un líquido rojo y dos vasos. Iba a dejarlo entrar, pero le dije que "Que no me gustaba recibir visitas, la verdad no sé por qué le dije eso. El me agrada, debe ser que esa frase ya la adopté como muletilla cada vez que algún idiota viene a mi laboratorio. Él inmediatamente se estaba largando, cuando le dije que pasara, entró y me curó con magia. Traía consigo un licor dulce, así que nos pusimos a beber mientras él tocaba música de los años 90, bastante de anciano considerando que nací en 1994. Seguramente Rudeus debió ser un adolescente o un niño grande en los 90. Después de unas bromas respecto a lo viejo que era en nuestro mundo (aunque solo se lo digo por molestarlo, no era tan viejo), él empezó a hablarme de teorías bastante fascinantes. Tenía varias teorías de reencarnación asociando las leyendas de nuestro mundo con este en el que estamos. También me lanzó varias teorías de que estamos en el futuro o tal vez en el pasado, y la más loca, que estamos en una tierra de otro universo paralelo. Lo primero que se me vino a la mente es que veía muchas películas de Hollywood, pero luego el me saco al balcón y me hice mirar el cielo. No tenía sentido para mí, ya que nunca presté atención a las estrellas, pero él me contó que son las mismas que él veía en nuestro mundo anterior, y me lanzó varias teorías respecto a la teoría de cuerdas y los universos paralelos, que a medida que lo escuchaba, más sentido tenía para mí. Realmente, durante todo su tiempo en este mundo, se ha dedicado a investigar dónde estamos, cosas que jamás se me habrían pasado por la cabeza.

Debo admitir que este tipo es inteligente, pero cuando entramos y, después de beberme un trago, le dije que en verdad no me interesaba investigar estas teorías, lo único que quiero es volver a mi casa. Él me dio una amable sonrisa y me dijo que me prometía que me ayudaría hasta regresar, eso hizo latir rápidamente mi corazón.

Luego de seguir bebiendo, ya estábamos un poco ebrios. Ahí recordé a la chica con la que estaba Rudeus, esa mujer pelirroja. Jamás podré olvidar su llanto mientras sostenía el cuerpo de Rudeus, gritando que lo amaba y que no la dejara. Cuando le conté la historia de esto, algo que él no sabía ya que estaba inconsciente, terminó contándome toda la historia de cómo regresó con ella a su hogar, cómo la familia de ella estaba muerta, cómo la querían usar los nobles y cómo le juró que se casarían y pasaron su primera vez juntos mientras se juraban amor.

Ahí Rudeus se puso a llorar desconsoladamente. No pude evitar sentir pena por él, es obvio que él ama a esa mujer aún, pero aún me pregunto ¿por qué ella lo dejó? Estoy completamente segura de que ella amaba a Rudeus. Tal vez Rudeus no la entendió o sucedió algun malentendido entre ambos , pero me hizo pensar, ¿Akito, ?¿él también habrá llorado así cuando no me vio a su lado? ¿Él habrá pensado en mí de esa manera? ¿Él me amará con la intensidad que Rudeus ama a Eris? No sé en qué momento llevé la cabeza de Rudeus a mi pecho.

Mientras estos pensamientos circulaban por mi cabeza, mientras Rudeus me abrazaba, un extraño sentimiento me invadió. Tal vez fue el alcohol, pero no me di cuenta cuando llevé mis labios a la boca de Rudeus, y terminamos besándonos. No dijimos nada, solo nos besamos, y luego de eso simplemente nos despedimos y él se fue a su habitación. No pude evitar pensar en eso toda la noche hasta dormirme. Solo podía pensar en el beso con Rudeus. ¿Fui infiel? Digo, hace 6 años que no veo a Akito. ¿Está mal lo que hice? Mientras pensaba en eso, me quedé profundamente dormida.

Al otro día, cuando Rudeus llegó a nuestros experimentos diarios, me saludó como si nada hubiese pasado.

Yo estaba muy avergonzada, casi no le hablé. Antes de irse, él me dijo: "¿Te sientes incómoda por lo de anoche?" Y ahí empezamos a hablar de nuevo. Le conté de mis sentimientos por Akito y que me sentí algo mal por lo que hicimos. Rudeus no le dio mayor importancia y me dijo que no pensara demasiado en ello.

Pero era difícil para mí, me sentí avergonzada. Él solo rió y dijo que era mi educación japonesa la que hablaba.

En Occidente no es raro que una mujer bese a un hombre, y que no pensaba mal de mí. Solo pude darle una sonrisa avergonzada. Luego él hizo algo que no es costumbre en los japoneses y es mal visto, pero en occidente es un gesto de cariño, pero no sé por qué me sentí tan reconfortada. Él me abrazó, fue un abrazo muy cálido, y yo respondí cruzando mis brazos en su cuello. Ahí no pude evitarlo y terminamos besándonos nuevamente. ¿Tal vez sea eso lo que sienten las chicas japonesas que le gustan los chicos extranjeros?. ¿Estaré cayendo en sus garras como una tonta niña japonesa? Pronto me dejé llevar y ya no pensé en eso. Así estuvimos 2 semanas, después de cada experimento terminábamos besándonos y acariciandonos , el era muy tierno conmigo. Prácticamente, Rudeus era mi novio, mi secreto amor de otro mundo. Nunca llegamos al sexo, pero me sentía muy cómoda con él y si no hubiésemos terminado esta fugaz relación, no dudo que hubiese terminado en mi cama con él.

Pero llegó el punto en que me sentí muy culpable con respecto a Akito, y también esto me estaba distrayendo de mi objetivo. Además, Rudeus tampoco estaba bien, Eris aún estaba en su mente, y decidimos terminar.

Pensé que él haría un show por esto, pero lo tomó muy bien, mostrando su madurez de su vida anterior. Aun así, aunque terminamos, seguimos con nuestra amistad, y creo que somos más amigos que antes. Cuando nos despedíamos, él lo hace al estilo occidental, abrazándome y besándome en la mejilla. Si hubiese estado en Japón, me habría sentido horrorizada por algo así, pero con Rudeus me siento protegida con ese gesto que me dice que siempre va a estar ahí para mí.

Rudeus también me convenció de ir a la clase especial, donde después de sentirme bastante incómoda por las miradas de los demás, finalmente logré hacer nuevos amigos, en especial las chicas Rinia Purcena y Elinalise, que es la novia de Cliff. Me da algo de risa verlo a él tan bajito y a Elinalise tan alta.

Las mujeres de este mundo son extremadamente hermosas. Sin embargo, ellas me dicen hermosa a mí, les gusta mi cabello , mis ojos almendrados y oscuros. También Cliff y Zanoba resultaron ser buenos tipos. Hay días en que salgo al patio de la universidad o voy a comer con los chicos. Rudeus tenía razón, socializar me hace bien. Cuando veo a Rudeus estudiando en alguna banca, me acerco a él y termino dormida en su pecho, eso me relaja.

Un día, sin embargo, Fitz fue a buscar a Rudeus a mi laboratorio. Cuando salí y lo saludé, por algún motivo sentí que ese chico me tenía rencor, sobre todo cuando vio a Rudeus despedirse con un abrazo y un beso en la mejilla de mí. ¿Estará enamorado de Rudeus? ¿Será gay? Bueno, resulta que sí le gustaba Rudeus, pero no era gay, era una chica llamada Silphy que se hacia pasar por hombre, la amiga de la infancia de Rudeus. Él me lo contó al otro día. Al parecer, la chica estaba enamorada de él y se confesó. Poco después, me enteré en una reunión privada en un bar que ella y Rudeus ahora eran novios.

No supe qué sentir. Yo quiero a Rudeus y me sentí contenta por él, pero aún así no me causó gracia. Además, esa chica Silphy pretende que Rudeus tome otra esposa, otra amiga de la infancia, y vivir los tres juntos. Eso me habría escandalizado, pero he visto tanto en este mundo que ya nada me sorprende, aunque sí me sorprendió Elinalise cuando se puso a llorar y confesó ser la abuela de Silphy. Parecía una cursi escena de una telenovela lo que presenciamos, aún así me sentí feliz por la elfa mayor, considerando su triste historia y su maldición.

Cuando regresábamos, Rudeus me acompañó a mi habitación y no pude evitar darle un último beso, al que él respondió. ¿Por qué lo hice? No lo sé, no sé qué siento por mi mejor amigo, aunque le aclare que este sería el último, pense que el se alejaria un poco de mi.

Pero a pesar de todo, él siguió ayudándome cada día, incluso cuando colapsé por mi fallido experimento, él estuvo ahí para mí y me cuidó como si fuera su familia. Me llevó a su casa e incluso me cocinó, hasta las chicas se turnaban para cuidarme, mientras Rudeus, Zanoba y Cliff veían la manera de ayudar en mis experimentos.

Pensando en retrospectiva, si no hubiese salvado a Rudeus de la muerte, jamás hubiese llegado a hacer tantos amigos en este mundo. Él me volvió a enseñar a tener esperanza nuevamente. Cuando al fin me recuperé, volví a la universidad donde los chicos, gracias a las observaciones de Zanoba y una autómata que investigaba, me dieron la idea de poner varios círculos de invocación superpuestos. Esta simple pero genial idea me dio nuevos aires en mi investigación, y así pronto podré volver a hacer el experimento que espero sea el primer paso para regresar.

Aunque nunca voy a olvidar cómo mi amigo me cuidó en su casa, ni a las chicas que me acompañaban a bañarme, o cuando Rudeus me cocinó pizza, aunque sí espero olvidar los gemidos de Silphy gritando como una ninfómana a propósito para que yo la escuchará , como resfregandome en la cara la frase , "el es mio perra te lo gané". Realmente, esa mujer tiene celos enfermizos hacia mí, aunque no la culpo, tiene a un gran hombre a su lado.

Así que un día, cuando estaba solo con Rudeus, le propuse contarle la verdad a Silphy. Si bien él no quería, un día lo confesó. Realmente, la elfa estaba muy confundida, pero tenía la esperanza de que ahora entendiera el vínculo que comparto con Rudeus. Después de muchas explicaciones de ambos, ella logró entender, aunque aún así me seguía mirando con celos en sus ojos. Pero al menos sé que no me odia, solo me ve como la mujer que comparte un vínculo que ella jamás tendrá con Rudeus, y creo que ese es el problema con ella.

En fin, me he preparado en estos días para el gran día y hacer este experimento. Si sale bien, pretendo regalarle a Rudeus los pergaminos de espíritu de la luz, para que los venda en el gremio mágico. Después de todo, se va a casar y le vendría bien algo de dinero.

¿Qué siento por Rudeus? Pues definitivamente lo quiero. ¿Lo amo? Creo que Akito aún ocupa ese lugar en mi corazón. Pero...