El sabio

Al ver que Nika estaba pensando tanto pero que no podía encontrar una pista todavía, Lucien lo interrumpió a toda prisa.

—Es el poder de la tierra. Lo llamamos gravedad.

—¿Poder de la tierra? —Nika todavía estaba muy confundido. En ese mundo donde todo era rudimentario todavía, incluso el concepto de los cuatro elementos tierra, fuego, viento y agua aún no había sido propuesto.

Lucien asintió.

—El poder de la tierra nos une y mantiene a las estrellas, el sol y la luna rotando. Las aves tienen que batir sus alas para resistir el poder y volar libremente...

Mientras hablaba, Lucien conjuró Caos Gravitatorio, haciendo que los dispositivos en la mesa de operaciones se elevaran en el aire y luego cayeran repentinamente.

Nika lanzó el corazón de un monstruo al azar al aire y lo vio caer al suelo. Después del sonido amortiguado del trozo de carne golpeando el suelo, Nika se repitió a sí mismo.

—El poder de la tierra...